La actriz Uma Thurman confesó que abortó cuando era adolescente en una columna de opinión en la que expresó su oposición a la prohibición casi total del aborto en Texas.
“Ha sido mi secreto más oscuro hasta ahora”, dijo la estrella de icónicas películas como Pulp Fiction y Kill Bill en el artículo de opinión publicado en el diario The Washington Post.
“El aborto que tuve cuando era adolescente fue la decisión más difícil de mi vida, me causó angustia entonces y me entristece incluso ahora, pero fue el camino hacia la vida llena de alegría y amor que he experimentado”, escribió.
“Comencé trabajando en un ambiente donde a menudo era la única chiquilla del lugar. Al final de mis años de adolescencia, un hombre mucho mayor me dejó embarazada de forma accidental. Vivía con una maleta por Europa, lejos de mi familia, a punto de empezar un trabajo. Lo pasé muy mal pensando qué hacer. Quería quedarme con el bebé, pero ¿cómo?”, prosigue en su relato.
Según cuenta, llamó por teléfono a sus padres para discutir el tema. “Jamás habíamos hablado antes sobre sexo, aquella fue la primera vez y fue terrible para todos. Me preguntaron sobre la situación de mi relación, que no era viable, y me advirtieron de la dificultad de criar un bebé yo sola, adolescente. Mi fantasía infantil de maternidad fue corrigiéndose en voz alta mientras sopesaba las respuestas a preguntas muy concretas. Estaba empezando mi carrera, no tenía medios para darle una casa estable, ni siquiera para mí. Como familia decidimos que no podía llevar a cabo el embarazo y llegamos a la decisión de que pararlo era lo correcto. Se me rompió el corazón”, confiesa la intérprete que hoy tiene 51 años.
Hace un par de años se supo que el rodaje de Kill Bill había puesto en peligro la vida de Uma Thurman.
Después de eso, cuenta, una amiga que vivía en Alemania, en ese entonces, la acompañó a una clínica donde la actriz se sometió al procedimiento con anestesia local y plenamente consciente. “Me dolió muchísimo, pero no me quejé. Había internalizado tanto la vergüenza que sentí que me merecía ese dolor. El médico fue muy amable, me dijo que le recordaba a su hija, un gesto de humanidad que se ha quedado en mi mente como uno de los mayores momentos de compasión que jamás he vivido”, asegura.
“En esta historia hay mucho dolor. Tengo 51 años y lo comparto con ustedes desde el hogar en el que he criado a mis tres hijos, que son mi orgullo y mi alegría. Mi vida ha sido extraordinaria, a veces con dolor, retos, miedos y pérdidas, como tantas otras mujeres, pero también ha estado marcada, como para tantas, como fuerza y compasión. He concebido a mis mágicos y hermosos hijos con hombres a los que he amado y en quienes he confiado lo suficiente como para traer a un niño a este mundo. No me arrepiento de mi camino. Aplaudo y apoyo a las mujeres que escogen otras opciones. Elegir no continuar ese temprano embarazo me permitió crecer y convertirme en la clase de madre que quería y necesitaba ser”.
En su carta, Uma Thurman asegura que no tiene nada que ganar al hacer esta revelación, y quizá mucho que perder. Pero considera que al contar su terrible experiencia quizá pueda ayudar a “arrojar luz que llegue a mujeres y niñas que sientan vergüenza y no puedan protegerse a sí mismas ni tengan quién lo haga. Les aseguro que nadie se encuentra en esta situación a propósito”, afirma.
La nominada al Óscar por su papel en la película Pulp Fiction (1994) dijo que la ley del aborto de Texas, que entró en vigor el 1° de setiembre, traerá “una crisis de derechos humanos para las mujeres estadounidenses”.
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“Esta ley es una herramienta discriminatoria más contra los desfavorecidos económicamente. Las mujeres y los niños de las familias adineradas tienen todas las opciones del mundo, y se enfrentan a pocos riesgos”.
Finalmente escribe: “A todas las mujeres y niñas de Texas, con miedo a ser traumatizadas y perseguidas por depredadores cazarrecompensas; a todas las mujeres indignadas porque el Estado les ha quitado el derecho sobre su cuerpo; a todas las que se han convertido en vulnerables y que sufren vergüenza por tener útero... Yo las veo. Tienen valor. Son hermosas. Me recuerdan a mis hijas”.
La “ley del latido de Texas” prohíbe el aborto una vez que se detecta el latido del corazón del feto, lo que suele ocurrir a las seis semanas, antes de que muchas mujeres sepan siquiera que están embarazadas. Además, no hace excepciones en caso de violación o incesto.