En 2022 se cumplieron 10 años desde que el Perú y la Unión Europea (UE) suscribieron un Tratado de Libre Comercio (TLC), que generó envíos a este bloque por más de US$58.397 millones (ver infografía). Esta fructífera relación se podría ver debilitada —o hasta anulada—, pues nuestro país decidió concretar la liberación de Alberto Fujimori, desacatando el fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). De esta manera, el acuerdo entre ambas economías se habría vulnerado.
Diversos especialistas han resaltado que el primer artículo de este convenio señala que es una condición de este, el respeto a los derechos humanos fundamentales, así como al Estado de Derecho. “El respeto de dichos principios constituye un elemento esencial del presente acuerdo”, se lee en el documento.
Para Javier Mujica, especialista de Perú Equidad, si el bloque europeo coloca en primer lugar esta precisión es porque su interés es establecer relaciones comerciales con países democráticos que vayan en la línea del respeto a los derechos humanos.
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En ese sentido, desde la ciudadanía de este bloque ya hay muestras de preocupación. Fernando Hernández, miembro de la organización Both Ends de Holanda, comenta que empujarán al bloque europeo a emitir una declaración ante la posible vulneración de este TLC.
“Esto que acaba de pasar manda una señal que nos dice a nosotros como sociedad civil que tenemos que demandarle a la Unión Europea que pare justamente este tipo de acuerdos con un país como el Perú que está cegado y negado al cumplimiento de los derechos humanos”, dijo a La República, Hernández, quien tiene un puesto honorario en la UE y se encarga de vigilar el cumplimiento de este tratado.
Por su parte, Mujica recuerda que nuestro país es parte de diversos convenios además del CIDH, como el CIADI, sistema al que cualquier empresa puede acudir si considera que sus inversiones han sido afectadas por actos irregulares de entidades estatales.
En ese sentido, el mensaje es que el Perú podría hacer oídos sordos a cualquier compromiso internacional, poniéndonos a nivel de Venezuela y Nicaragua.
Además, el también abogado, refiere que el bloque europeo podría presentar una queja, que se sumarían a las que ya se encuentran en trámite, uno por violación al capítulo sobre Comercio y Desarrollo Sostenible, y otro, “en la medida en que Perú en materia laboral y ambiental está incurriendo en fallas de lo que se espera de su conducta”.
El titular del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), Juan Carlos Mathews, manifestó recientemente que no solo busca fortalecer las relaciones comerciales que tenemos vigentes, sino que también espera concretar nuevos TLC con mercados como la India, Hong Kong y Tailandia en 2024.
Al respecto, Mujica señaló que la decisión del país de apoyar la liberación de Fujimori podría empañar futuras negociaciones comerciales. “¿Quién va a confiar en un Estado que no cumple sus obligaciones internacionales? Esto es como dispararse a los zapatos. ¿Cómo queremos tener crecimiento, que genere empleo, que permita que la gente salga de la pobreza, si al mismo tiempo estamos violando el derecho de la gente?”, finalizó.
Desde el sector exportador, que es sobre todo el que da la cara al extranjero en materia comercial, hay una gran preocupación de que los conflictos políticos y sociales se hayan agudizado.
Respecto al peligro en el que se encontraría el TLC entre Perú y la Unión Europea por el desacato a la CIDH, el presidente de la Asociación de Exportadores (ADEX), Julio Pérez Alván, dijo que “si se va a decidir por algo, que sea siguiendo estrictamente lo que dicen las leyes nacionales e internacionales, porque Perú no se puede aislar del mundo, tiene que regirse bajo un sistema internacional”, anotó.
Javier Mujica, especialista de Perú Equidad
“Si Perú empieza, como está haciéndolo ya, a desconocer estas obligaciones internacionales, ¿quién va a querer invertir en el Perú? No se ofrece confianza”.
Infografía - La República