Economía

Gestión de Dina Boluarte prolongó el pesimismo económico

Balance. Tras un año de su llegada a la presidencia, la confianza empresarial e inversiones siguen hundidas por la alta conflictividad política e inseguridad ciudadana, según los expertos.

La crisis política ha afectado severamente al PBI que cerrará en 0%. Foto: difusión
La crisis política ha afectado severamente al PBI que cerrará en 0%. Foto: difusión

“Conversar, ponernos de acuerdo es algo tan sencillo como tan impracticable en los últimos meses”, dijo Dina Boluarte cuando juramentó como presidenta del Perú hace un año, cuestionando el hermetismo de su antecesor Pedro Castillo.

El diálogo parece no haber trascendido lo suficiente para enderezar nuestro rumbo porque los indicadores económicos se han deteriorado tras el masivo rechazo social a Boluarte: el PBI cerrará cerca del 0% o en negativo, en su peor cifra en más de dos décadas —sin contar la pandemia—, la confianza empresarial sigue en terreno pesimista pese al cambio de gobierno y la inversión privada lleva cinco trimestres consecutivos en negativo (ver infografía).

Inestabilidad latente

Carlos Casas, decano de la Facultad de Economía de la UP, sostiene que la conflictividad política acompañó a Boluarte todo el año, y con la reciente hecatombe que involucra a la Fiscalía y al Congreso —y de paso el indulto a Alberto Fujimori— “por los intereses que hay atrás, se percibe una sensación de desorden” que espanta a la inversión privada.

El otrora viceministro de Economía sostiene que la inseguridad ciudadana también afecta a la economía, en especial, a los pequeños negocios. “Vemos extorsiones o asesinatos, como en (mina) Poderosa. Un negocio pequeño se descapitaliza por las extorsiones o robo. Impide la opción de crecer. Es dañino”, contó a La República.

“Nada novedoso para recuperarnos”

Luis Arias Minaya, ex jefe de la Sunat, lamenta que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) haya tardado tanto en reconocer la recesión, generada también por factores exógenos como El Niño Costero, el ciclón Yaku y que, ante El Niño Global, pueden hundirnos más.

Cabe mencionar que los fenómenos climatológicos mencionados y las manifestaciones sociales le costaron al Perú S/11.900 millones, de acuerdo con el MEF.

Arias Minaya adelantó a fines del tercer trimestre que “el Gobierno de Dina Boluarte no tiene rumbo económico” ni para “la lucha contra la inseguridad ciudadana y la corrupción”, más allá de heredar una economía en constante desaceleración desde 2014.

En esa línea, considera que Con Punche Perú y Unidos son “programas muy tímidos” para salir de la recesión, y tienen una naturaleza rutinaria que no genera atracción de inversión privada y apuesta más bien por elevar el gasto público pese a que los ingresos tributarios están cayendo y se corre el riesgo de romper las reglas fiscales —fijado el déficit en 2,4% del PBI—.

“(El Ejecutivo) está haciendo maquillajes de las cifras para cumplir con las reglas (fiscales) embalsando el gasto y retrasando devoluciones. Se aprobaron transferencias de utilidades del Banco de la Nación y todo esto va a tener efectos el próximo año”, refirió.

Por su parte, Casas alega que los planes del Ejecutivo para mitigar el panorama adverso es inyectar liquidez a la economía, pero coincide en que tenemos un espacio fiscal reducido y ampliar el gasto no es prudente, aunque ya está contemplado dentro del reciente presupuesto público aprobado en el Congreso.

Así, lo califica como un “presupuesto expansivo” y genera preocupación los incrementos salariales comprometidos en estos pliegos, ya que, de romperse las reglas fiscales, el efecto inmediato es la pérdida de credibilidad a los ojos de las agencias calificadoras internacionales.

Crece la pobreza

En esencia, la desaceleración nos deja un Perú con ratios de pobreza del 30% —un tercio de la población pasando hambre por falta de ingresos— y con hogares que, pese al retroceso de la inflación, siguen destinando lo poco que ganan para costearse los servicios básicos. El economista Armando Mendoza rotula estas consecuencias como meras fallas del modelo económico y deja claro que “el chorreo instaurado en los 90” no ha funcionado para el cierre de brechas porque “llega tarde, mal y nunca”.

Por su parte, el ministro de Economía, Alex Contreras, estima que el Perú crezca en promedio 3,1% anual entre 2024 y 2026, y justamente diciembre marcará el arranque de la recuperación, la cual será vigorosa en el primer trimestre del año entrante, empero el BBVA Research considera que los signos de mejora se apreciarán en el segundo semestre del 2024.

Políticas contra la pobreza en debe

Como advirtió este diario, de los S/214.000 millones del presupuesto para el 2024, apenas 3,4% va para la protección social. Destacan partidas para ampliar la cobertura de Pensión 65 o la entrega de alimentos en Qali Warma o financiar al Vaso de Leche, mas no se presenta nada nuevo para reducir el incremento de la pobreza, según la investigadora principal del IEP, Carolina Trivelli.

“Salvo alguna partida adicional en Juntos para familias con gestantes o niños menores, no hay nada nuevo. El problema es que la pobreza ha cambiado. Su ubicación ha cambiado y su tipo es distinto. Necesitamos instrumentos nuevos y más recursos, si bien hay un poco más, pero es para hacer más de lo mismo”, puntualizó.

Reacciones

Carlos Casas, decano de Facultad de Economía de la UP

“El (Gobierno a través del) MEF trató de generar buenas expectativas y hacer lo mejor dentro de este desastre que viene de todos lados. Puede haber pecado de optimista, pero ese es su trabajo”.

Luis Arias Minaya, ex jefe de la Sunat

“Se tardó demasiado en reconocer la recesión. Se aplicaron programas muy tímidos para salir de la recesión y con programas rutinarios, nada novedosos, sin mayor atracción a la inversión privada”.

larepublica.pe