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Economía

Día del Campesino: en el Perú, 4 de cada 10 agricultores están en condición de pobreza

Cifra es superior en más de 13% al promedio nacional. Entre los principales desencadenantes se encuentran la inflación y el alza de los fertilizantes. Los más afectados son los pequeños agricultores, advierten especialistas.

larepublica.pe
El campesino al tener una labor importante en el Perú hace que su día sea motivo de celebración. Foto: Andina.

Cada 24 de junio se celebra a nivel nacional el Día del Campesino; sin embargo, es poco lo que hay para celebrar. En el Perú existen más de 2 millones 200.000 agricultores agrupados en más de 6.200 comunidades campesinas y 1.322 comunidades nativas, según el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri).

Es así que los hombres y mujeres del campo representan alrededor del 25% de la población económica activa (PEA) del país y generan empleo a más de 4 millones de personas.

Sin embargo, a pesar de ser uno de los sectores económicos más amplios y de haber logrado un crecimiento superior al 3% anual durante la última década, es también en el que los índices de pobreza son los más elevados.

Durante el 2022, el 41% de agricultores —es decir, 4 de cada 10— se encontraba en situación de pobreza. Esta cifra es superior en más de 13 puntos porcentuales al promedio nacional, que se ubica en 27,5%, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).

Miguel Pintado, economista del Centro de Estudios Sociales (Cepes), explica que el repunte de la pobreza en el agro se debe a la inflación que se registró el año pasado en todos los bienes y servicios. Ello sumado al encarecimiento de los insumos agrícolas, como los fertilizantes y los costos de comercialización, maquinaria y combustibles. “La situación también fue agravada por los cuatro intentos fallidos de compra de urea por parte del Estado”, comenta.

El Midagri señala que el Día del Campesino fue promulgado el 24 de junio de 1969. Foto: El Peruano

A estos factores también se adicionan los fenómenos climatológicos, como sequías e inundaciones, que supusieron pérdidas de sembríos en varias zonas productoras del país durante el 2022 y en el presente año, dificultando las oportunidades de progreso para los agricultores.

Pobreza departamental

La pobreza ha afectado con mayor fuerza a los campesinos dedicados a la agricultura familiar —aquellos que conducen menos de 3 hectáreas de cultivo—, ya que el 42% se encuentra en esta situación.

En este segmento, cuyo margen comercial es de 38% —frente al 68% de la agricultura no familiar—, la elevada cifra de pobreza está asociada a la falta de recursos, menor cantidad de tierras y dificultades para acceder a mercados y oportunidades de desarrollo, subraya el especialista del Cepes.

Por otro lado, si se hace un desagregado por regiones, la pobreza agraria ha avanzado más de 10% en siete departamentos ubicados en la costa, sierra y selva. Entre ellos Loreto, Ayacucho, Ucayali y Piura (ver infografía).

En general, de los 24 departamentos del país, 17 tuvieron aumentos de la pobreza y solo siete la redujeron. En el caso de la pobreza extrema, el aumento se dio en 20 departamentos.

Entre los factores que podrían estar contribuyendo a este aumento se encuentra el precio de los fertilizantes más usados por los campesinos, ya que el costo de importación y distribución de estos productos es mayor en estas regiones.

Según explica Pintado, el precio promedio de la urea el año pasado bordeaba los S/2.300 a nivel nacional, pero en los departamentos con mayores índices de pobreza alcanzaba hasta los S/3.600 por tonelada.

Políticas a largo plazo

La alta tasa de pobreza en el sector agrario se debe, en parte, a la falta de políticas específicas dirigidas hacia los pequeños agricultores.

“Ha habido algunos intentos por parte de los gobiernos de implementar estrategias y planes de desarrollo agrario, la mayoría de estas medidas no se han traducido en incrementos presupuestales”, manifiesta Pintado.

En tal sentido, destaca que las políticas redistributivas o de apoyo de emergencia tienen un impacto limitado en la mejora de las condiciones de vida de la población agraria. “Se requieren políticas estructurales a mediano y largo plazo, con un enfoque en la agricultura y orientadas hacia el progreso sostenible del sector”, concluye.

INEI compartió cifras reveladoras sobre la condición de los campesinos. Foto: composiciónLR

Siembras sigue en rojo

Hasta abril de este año, para un aproximado de 30 cultivos —que constituyen cerca del 90% de las áreas sembradas— se registró a nivel nacional un poco más de 1 millón 895.000 hectáreas. Lo que significó una reducción de 4,3% frente a lo sembrado en el mismo periodo de la campaña agrícola 2021/2022, según datos del Midagri.

Entre las razones de este retroceso se encuentran la ausencia de lluvias en el segundo semestre del año pasado, principalmente entre octubre y noviembre, así como al elevado precio de los fertilizantes, indica el ministerio en su último Boletín de Evaluación del Avance de Siembra.

La papa continúa entre los productos con mayor reducción en su superficie sembrada con cerca de 267.739 hectáreas. Esto es 9,1% menos que lo sembrado en la anterior campaña hasta abril.

Amaximandro Rojas, presidente de Conveagro, remarca que, además de la crisis de los fertilizantes y los fenómenos climatológicos, otro elemento que impulsó este retroceso es la convulsión social ocurrida en los primeros meses de este año.

Así, destaca que la disminución en la siembra de los principales cultivos evidencia que la agricultura está atravesando una crisis general. “Esto realmente afecta a las economías rurales, sobre todo a aquellos productores que siembran para su subsistencia”, resalta.

Otros alimentos cuyas siembras son menores que la campaña anterior son el arroz (-4,2%), maíz amiláceo (-7,6%), maíz choclo (-6,5%), quinua (18,2%), cebolla (-8,9%), etc.

Producción de papa cayó en 25%

La producción acumulada de papa al primer cuatrimestre del 2023 alcanzó cerca de 1 millón 806.900 toneladas. Ello es 25,9% menos que lo producido el año pasado en este mismo periodo del 2022 (2 millones 439.000 toneladas).

El 75% de la papa que se produce en el primer semestre del año proviene de las regiones productoras de la sierra andina, en condiciones de secano. Ello, a criterio de Rojas, es uno de los elementos que explica el retroceso en la producción.

“El rendimiento (del cultivo) por la sequía sufrió un estrés en las áreas que se sembraron y no tuvieron la misma productividad”, subyara el representante de Conveagro.

Además, añade que la menor oferta del tubérculo se verá reflejado en mayores precios. En línea con estas declaraciones, durante abril, el precio en chacra de la papa se mantuvo por segundo mes en S/1,70 el kg en promedio, lo que es 25,2% mayor que lo observado en el idéntico mes del 2022.

“El alza podría decirse que llegaría al productor, pero no es así. Hay varias cadenas. El que va a ser beneficiado es quien vende en el mercado, el productor no porque está produciendo menos”, afirma Rojas.

Por otro lado, otros productos a pesar de haberse contraído en su volumen de siembra se han incrementado en su nivel de producción.

Entre estos alimentos destaca el arroz, que con 1 millón 134 mil 420 toneladas aumentó en 11,3%. En este lado también se encuentra el maíz amarillo duro, cuya producción creció 1,6% con 394 toneladas hasta abril.

Priorizar a la agricultura familiar

Enfoque. Eduardo Zegarra, investigador de Grade

El dato más llamativo es que normalmente la pobreza de un hogar agrario es el doble o hasta el triple de la incidencia de pobreza en un hogar no agrario.

Entonces, indica que un niño que nace en un hogar agrario va a tener dos o tres veces más probabilidad de ser pobre en su vida. Esto es tanto la causa como el efecto en términos de acceso a servicios.

Pues las zonas rurales y agrarias tienen muy precario acceso a servicios de salud y, en el caso de los agricultores, a servicios productivos como crédito, asistencia técnica, extensión, información y otros servicios que también son muy precarios.

Entre las causas hay un tema de descuido histórico a la agricultura familiar en el Perú. Tenemos ya casi 30 o 40 años donde este sector no ha sido atendido adecuadamente por la política pública.

Y efectivamente este es un sector que enfrenta problemas de fragmentación, de envejecimiento del productor, de poca capacidad de innovación y serios problemas para generar ingresos.

También hay causas más coyunturales. Estamos ya en un tercer año de crisis agraria muy complicada y no se ha hablado mucho, por ejemplo, de temas como el climático, en el que hay evidencia de que esto está generando impactos bastante graves en el sector agrario.

Se tiene que cambiar totalmente la agenda pública, poner en primer lugar la atención a la agricultura familiar.

Reacciones

Anaximandro Rojas, presidente de Conveagro

“La agricultura está atravesando una crisis general. Esto realmente afecta a las economías rurales, sobre todo a aquellos productores que siembran para su subsistencia (…). Se está sembrando menos”.

Miguel Pintado, economista del Cepes

“Por lo general, la actividad agraria en el país se localiza en zonas rurales y dispersas donde también la presencia del Estado no es muy alta como en las principales ciudades. Es ahí donde ha habido, de hecho, mayor afectación”.