El último 7 de abril, el Gobierno promulgó el Decreto Supremo 004-2022 que modifica al Reglamento de la Leche y Productos Lácteos y exigirá desde octubre a que la industria elabore la leche evaporada con solo leche fresca.
Asimismo, el reglamento también aprobó la suspensión —hasta el 31 diciembre del 2026— de las exigencias de las especificaciones microbiológicas, siendo una de las razones por las que algunas empresas no han acopiado la leche a los productores.
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Al respecto, el exdecano del Colegio de Nutricionistas del Perú (CNP), Roy Miranda, ha exigido que se repongan dichas especificaciones, ya que pone en riesgo de enfermedades de trasmisión por alimentos a los consumidores.
“Los requisitos microbiológicos tienen por objetivo garantizar las condiciones de sanitarias y de higiene de producción de la leche. Se usa como indicador sanitario que garantiza la ausencia de vacas con mastitis, la higiene de los establos, la manipulación e higiene en el ordeño, recolección y almacenamiento de la leche. Este cambio pone en riesgo la inocuidad de la leche”, señaló el también licenciado.
Sobre el particular, Carlos Lozada, director de la Dirección de Ganadería del Midagri, explicó en abril último que la suspensión de la exigibilidad de la calidad microbiológica “fue un pedido de la propia industria”. El funcionario explicó que actualmente se exige que la leche fresca no tenga más de 500.000 bacterias por mililitro.
“Ese nivel se fijó en el 2017, cuando se aprobó el Reglamento de la Leche, pero era una medida inaplicable porque más de la mitad de la leche que acopiaba la industria tenía niveles superiores de 2 a 3 millones de bacterias por mililitro, entonces la misma industria ha pedido que le levanten eso porque no podían llegar al nivel requerido y ellos están en falta”, afirmó a La República.
En tanto, Saby Mauricio Alza, también exdecana nacional del Colegio de Nutricionistas del Perú, remarcó que actualmente los ganaderos están obligados a cumplir los procedimientos descritos en los manuales del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), “como las prácticas de buen ordeño”.
A ello, añadió que Senasa continúa certificando a los ganados lecheros como Libre de Brucelosis y Tuberculosis Bovina, que implica la realización de muestreo serológico a la totalidad de animales para garantizar la calidad de los alimentos con el propósito de proteger la salud de la población.
“La industria solo recolecta leche de ganados declarados y certificados como libres de estas zoonosis (brucelosis y tuberculosis bovina)”, señaló Mauricio a este diario.