El sector turismo se ha visto sensiblemente afectado por las protestas de transportistas ad portas de las celebraciones por Semana Santa, temporada en la que sus principales actores esperaban recaudar —o acercarse lo más posible— los US$ 182 millones que podían mover antes de la pandemia.
La Cámara Nacional de Turismo (Canatur) estima en al menos S/ 100 millones las pérdidas desde la semana pasada hasta hoy por los bloqueos. Solo en Lima se estropearon inversiones por casi S/ 20 millones en servicios turísticos por el toque de queda del lunes, además de pasajeros que no pueden ir al Cusco porque se ven impedidos para desplazarse en el territorio nacional. Ello, sin contar con que en el sur también un sector de manifestantes intentó tomar el aeropuerto de Juliaca. Se quedan sin excursiones, sin visitar Machu Picchu o regresar a sus ciudades de origen.
Por su parte, la presidenta de Ahora Perú, Blanca Chávez, asegura que se han cancelado el 80% de las reservas en el sur del país, que incluye vuelos, hospedaje, paquetes turísticos y restaurantes, dirigido a turismo interno y, sobre todo, receptivo. Como se recuerda, la temporada de Semana Santa se vivirá este mes entre el domingo 10 y el sábado 16 de abril.
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En este sentido, remarca, la propuesta del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) de exonerar del IGV a algunos productos de la canasta básica familiar por seis meses resulta insuficiente, pues el proceso de recuperación de los restaurantes en el rubro podría tardar unos tres años, en promedio.
La caída del turismo en la Ciudad Imperial se acrecienta debido a la convulsión social. La Semana Santa no será el respiro que esperaban los empresarios turísticos. Según el presidente de la Cámara de Comercio del Cusco, Edy Cuellar, ya son más de 1.000 cancelaciones de viaje para abril. La inmovilización social obligatoria dictada para Lima el último martes generó incertidumbre e interrumpió el tránsito a Cusco.
El titular de la Empresa Municipal de Festejos del Cusco (Emufec), Fernando Santoyo, señaló que se calcula que la crisis política y social afectará al 15% del turismo proyectado para este mes. Es decir, alrededor de 10.000 visitantes menos dejarían de visitar Machu Picchu debido a las protestas. En términos económicos estamos hablando de más de S/ 1 millón menos para el Cusco.
En Arequipa la situación es peor. Enrique Santana, presidente de la Asociación de Agencias de Viajes de Turismo (AVIT) en la Ciudad Blanca, dijo que el cañón del Colca, uno de los puntos más visitados, ya venía sufriendo un desgaste y que no se está explotando otros atractivos. Añadió que si no hay accesos a la región, no se desarrollarán porcentajes mínimos para seguir con la recuperación del sector.
Este diario intentó conocer el plan de contingencia del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) para enfrentar este grave desbalance, pero al cierre de esta nota solo encontró silencio.
Calos Canales, presidente de Canatur
“Lo peor de todo es que hay gente que no quiere salir de Lima en su propio vehículo. El turista que viene por 15 días al Perú usualmente va por tierra desde Ica, hacia Cusco y Puno y termina su viaje”.
Blanca Chávez, presidenta de Ahora Perú
“Ayacucho esperaba la Semana Santa que hace tiempo no tenía. Teníamos muchas expectativas y reservas. Pero ¿quién nos garantiza que no habrá paro en el sur? La gente está asustada, como es natural”.