Este domingo 17 de octubre se celebra el Día internacional para la erradicación de la pobreza y, desde la asociación Emaús Internacional, han resaltado que salir de ella solo implica “voluntad política”.
“La pobreza no es una fatalidad, es el hecho de que los poderes políticos no tienen como prioridad a los excluidos ni a los necesitados”, señaló el vocero principal del ente a la agencia AFP en la víspera de la publicación de su primer informe sobre su lucha contra la miseria.
Patrick Atohoun, presidente de la asociación desde 2016, hace hincapié en tres exigencias para combatir la indigencia.
La primera de ellas implica que las personas vulnerables “tienen que recibir una acogida digna, incondicional”.
“Se necesita un acceso a una educación que permita desarrollarse plenamente. Cuando las personas reciben educación, pueden hacerse cargo de ellas”, afirmó durante una entrevista a la agencia francesa antes mencionada.
Asimismo, consideró que se debe centrar el interés general a nivel de las políticas públicas mediante la gestión colectiva de bienes comunes.
“Se tiene que garantizar la igualdad entre hombres y mujeres. Con la crisis de la COVID-19, son las mujeres las que sufrieron mayor precariedad, así que debe permitirse que tengan acceso a las actividades económicas y a aportar sus contribuciones a la nación”, propuso.
Finalmente, planteó la construcción de una economía al servicio del ser humano y su entorno. Dando prioridad al desarrollo de actividades económicas y solidarias.
“Creemos que si las políticas siguen estas exigencias, dejaremos realmente atrás la pobreza”, enfatizó Atohoun.
“La COVID-19 ha acentuado todavía más la pobreza. El Banco Mundial nos dice que cuando salgamos de esta crisis, habrá 150 millones más de personas en situación precaria. Esta crisis hace tambalear todos los avances que estas personas tuvieron desde hace años. En lugar de subir un escalón, retomamos desde cero”, señaló Atohoun.
Al ser consultado por la posibilidad de eliminar la pobreza, el presidente de Emaús respondió que “todo es posible”.
“¡Es una cuestión de voluntad política! Con nuestros programas, hemos llegado a casi 200.000 personas directamente. Si nosotros, a nivel de Emaús, conseguimos llegar a gente de India, Perú u otras partes, ¿por qué nuestros políticos, con los medios de que disponen, no podrían hacer lo mismo?”, cuestionó.
Con información de AFP.