Los ministros miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) se reunieron este lunes en reunión telemática para fijar el nivel de producción para el próximo mes, con la posibilidad de que no se aplique un aumento previsto para febrero debido al resurgimiento de la COVID-19 en algunos países.
El organismo y sus socios liderados por Rusia, mantuvieron una conversación para decidir si continúan con su plan de aumentar la producción para el mes de febrero. No obstante, las restricciones por la expansión del coronavirus en numerosos países y la previsible caída del consumo suponen un obstáculo.
“Quiero recomendar prudencia, puesto que la demanda de carburante para el sector del transporte, en especial en la aviación, es particularmente frágil”, declaró el ministro de Energía saudita, Abdelaziz bin Salmán, durante una conferencia de prensa telemática poco antes de la reunión.
Esta primera conferencia de 2021 se produce apenas tres días después de entrar en vigor, el viernes, un modesto aumento del bombeo del grupo, de 500.000 barriles diarios.
El 1 de febrero está previsto otro incremento similar, aunque las restricciones por los confinamientos pueden afectar a la demanda petrolera y un exceso de crudo en el mercado llevaría a una caída de los precios.
Esta alianza de 23 países, que, forjada en 2016, es responsable de cerca del 60 % de la producción mundial de crudo, decidió el 3 de diciembre reunirse en 2021 de forma más frecuente, a principios de cada mes, para “vigilar atentamente” el mercado.
La OPEP+ busca ajustar la oferta de oro negro a una demanda hundida por la pandemia del coronavirus y cuya recuperación es incierta.
El último ciclo de encuentros, entre el 30 de noviembre y el 3 de diciembre, había “abierto la vía a una vuelta progresiva a los dos millones de barriles por día en el mercado durante los próximos meses, pues los países participantes estaban dispuestos a ajustar estos niveles en función de las condiciones y la evolución del mercado”, recordó el domingo el secretario general de la OPEP, Mohammed Barkindo.
Esta estrategia se reflejó en una primera etapa de 500.000 barriles más por día en enero y en la promesa de una reunión a principios de cada mes de los trece miembros del cártel, bajo el liderazgo de Arabia Saudita, y de sus dos aliados, conducidos por Rusia, con el objetivo de decidir el volumen de producción para el mes siguiente.
Los desacuerdos dentro del club, en especial sobre el cumplimiento de cuotas o las previsiones más o menos optimistas en cuanto a la recuperación de la demanda petrolera.
En su último informe mensual, el cártel quiso mostrarse prudente al revisar a la baja la sed mundial de petróleo en 2021.
Después de alcanzar niveles máximos en diez meses a principios de la sesión este lunes, los dos contratos de referencia del crudo cedían terreno poco después de que comenzara la cumbre, de alrededor del 1,5%, pero se mantenían en torno a 50 dólares el barril.
Con información de EFE y AFP.