A 400 kilómetros sobre la Tierra, se encuentra la Estación Espacial Internacional. Su estructura es del tamaño de un campo de fútbol y funciona como un laboratorio de investigación en un entorno donde los efectos de la gravedad son extremadamente mínimos.
“La ISS es el objeto creado por el hombre más grande que jamás haya orbitado la Tierra”, destaca la NASA, desde su sitio web, acerca de la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés). Es considerada una maravilla de la ingeniería y el resultado de un trabajo en equipo internacional. Pese a que su imagen es bastante reconocible, su funcionamiento puede ser desconocido. ¿Cuál es su importancia y cómo fue construida?
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En enero de 1984, el presidente de los Estados Unidos Ronald Reagan ordenó a la NASA la construcción de la Estación Espacial Internacional. El objetivo era contar con un laboratorio permanente en el espacio donde se pueda realizar experimentos en microgravedad.
"Así como los océanos abrieron un nuevo mundo para los clíperes y los comerciantes yanquis, el espacio tiene hoy un enorme potencial para el comercio", dijo Reagan en su discurso.
La ISS es el laboratorio en órbita más grande que existe. Foto: NASA
Inicialmente, la ISS era denominada Estación Espacial Freedom y se invitó a Canadá, Europa y Japón a participar en el proyecto. En 1988, se logró acuerdos con la Agencia Espacial Canadiense y la Agencia Espacial Europea (ESA). Un año después, se unió el gobierno de Japón.
El diseño de la ISS fue desarrollado entre 1984 y 1993. Desde finales de 1980, algunos de sus elementos estaban siendo construidos en los países colaboradores. Así también, se incluyó a Rusia a participar, en 1993, durante una temporada de rediseño.
La colaboración rusa fue crucial para los avances en el desarrollo de la ISS. Para ese entonces, Rusia ya contaba con la estación orbital Mir, por lo que contribuyó significativamente con su experiencia adquirida. Así también, esta base espacial fue útil para el ensamblaje de cada parte de la ISS.
La Mir fue la primera estación espacial de investigación en estar habitada de forma permanente y la culminación del programa espacial soviético. Foto: NASA
“Como un juego de Lego, cada pieza de la ISS fue lanzada y ensamblada en el espacio, utilizando complejos sistemas robóticos y humanos en trajes espaciales que conectan líneas de fluidos y cables eléctricos”, indica la NASA. La primera fase de la construcción comenzó en 1998 con el lanzamiento y ensamblaje de las primeras piezas clave de la estación.
La ISS está formada por más de una docena de módulos principales y componentes que han sido lanzados y ensamblados en órbita a lo largo de varias décadas. Foto: NASA
El módulo Zarya, lanzado el 20 de noviembre de 1998, proporcionó la energía y los sistemas de control inicialmente necesarios para la operación de la ISS. Este módulo, construido por la Agencia Espacial Rusa, fue seguido por el módulo Unity, lanzado el 4 de diciembre de 1998 por la NASA. Unity sirvió como el primer puerto de acoplamiento para futuras expansiones de la estación. La tripulación del transbordador espacial Endeavour conectó Zarya y Unity durante la misión STS-88 en diciembre de 1998, estableciendo así la base estructural inicial de la ISS.
En la siguiente fase, se continuó con el ensamblaje de nuevos módulos y sistemas para expandir las capacidades de la estación. Se añadieron módulos adicionales, como el módulo de servicio Zvezda, proporcionando alojamiento adicional para la tripulación y sistemas esenciales de soporte vital. Este módulo, lanzado por la Agencia Espacial Rusa en julio de 2000, sirvió como el núcleo de la sección rusa de la ISS y proporcionó energía, propulsión y sistemas de control ambiental.
Paralelamente, se implementaron sistemas de soporte vital avanzados y se realizaron experimentos científicos en una amplia gama de disciplinas, desde la biología y la medicina hasta la física y la astronomía.
El laboratorio Columbus es la mayor contribución de la ESA a la Estación Espacial Internacional. Foto: ESA
Fue en el año 2000 que llegó la primera tripulación para residir en la ISS. Estuvo conformada por los astronautas Bill Shepherd, Yuri Gidzenko y Sergei Krikalev. Esta primera expedición habitó la estación durante cuatro meses, completando labores para su correcto funcionamiento.
En los años posteriores, se ensamblaron nuevos módulos de laboratorios. En 2001, se agregó Destiny, que es el principal centro de investigación para cargas útiles estadounidenses. En 2008, se une Columbus, el laboratorio de la Agencia Espacial Europea. Aquel año, también se adhiere el laboratorio Kibo, de Japón.
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La importancia principal de la Estación Espacial Internacional (ISS) radica en su capacidad para servir como un laboratorio en órbita único en su tipo. El entorno de gravedad en niveles muy reducidos ofrece oportunidades únicas para estudiar fenómenos que no pueden ser replicados con mayor facilidad en la Tierra. Algunos de los aportes para beneficio de la humanidad es la producción de nueva tecnología para exploración médica y la creación de nuevos fármacos.
En el módulo Kibo de la ISS se generan cristales de proteínas en microgravedad. Foto: NASA
Además, la ISS también funciona como plataforma de prueba y entrenamiento para tecnologías y sistemas para futuras misiones de exploración espacial. “El Programa de la Estación Espacial Internacional reúne tripulaciones de vuelo internacionales, múltiples vehículos de lanzamiento, operaciones de vuelo y lanzamiento distribuidas globalmente, instalaciones de capacitación, ingeniería y desarrollo”, detalla la NASA.
El astronauta Frank Rubio estableció el récord de mayor estadía en la ISS. Foto: NASA
“El mayor logro del programa ISS es tanto un logro humano como tecnológico. La asociación global de agencias espaciales ejemplifica la combinación de diferencias culturales y complejidades políticas para planificar, coordinar, proporcionar y operar los elementos complejos de la ISS”, resalta la NASA.
Son 15 naciones las que contribuyen a la ISS, actualmente. La NASA (Estados Unidos y Roscosmos (Rusia) son los principales socios y aportan la mayor parte de la financiación. Los otros socios son la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial y la Agencia Espacial Canadiense. Por otro lado, de vez en cuando, astronautas de otros países, como los Emiratos Árabes Unidos, vuelan hacia la estación.
Para funcionar correctamente, la NASA invierte 3.000 millones de dólares al año, casi lo equivalente a un tercio del presupuesto para vuelos tripulados, según informó Space.com, tras la revisión de documentos de la Oficina del inspector general de la agencia.