La pandemia del coronavirus ha generado una trepidante carrera para dar con una vacuna. Mientras algunos países están en la fase de desarrollo, otros esperan adquirir la primera que muestre efectividad y, en ese sentido, Israel firmó un acuerdo con Moderna.
La firma estadounidense de biotecnología es una de las más avanzadas para dar con una vacuna contra la COVID-19, por lo cual el mes pasado el Ministerio de Salud israelí pactó la posible compra, empero el medio local The Times of Israel reportó este domingo 19 de julio que podría no beneficiarse porque no compró jeringas.
Estados Unidos (EE. UU.), que apoya activamente a Moderna en el desarrollo de la vacuna, ya obtuvo 50 millones de jeringas por 70 millones de dólares, mientras que Reino Unido y Canadá alcanzaron unos pactos similares.
“El Ministerio de Salud ha sido advertido por organismos privados de que es necesario comprar jeringas”, aseguró una fuente no identificada “con conocimiento de los detalles”.
La vacuna de Moderna se suministrará dentro de pequeñas botellas de vidrio que contienen 10 dosis cada una. Luego deberá ser transferido a jeringas individuales.
La Unión Europea (UE) estima que necesitará alrededor de 1.000 millones de jeringas y agujas para vacunar a la población de los 27 países del bloque. De hecho, ya están negociando compras anticipadas de posibles vacunas, entre otras compañías, con Moderna.
Fase de desarrollo de las principales vacunas. Infografía: La República
“Debido a la carrera mundial hacia una vacuna, existe una duda real con respecto a la capacidad de producir y suministrar jeringas a tiempo si no se realiza una compra por adelantado”, añadió la fuente citada por el Canal 12 local.
El Ministerio de Salud de Israel se negó a difundir los detalles del acuerdo con Moderna, pero este domingo se reveló que el valor total sería 66 millones dólares.
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La vacuna de Moderna, que requiere dos dosis con un mes de diferencia, entrará en la fase final de pruebas el 27 de julio, erigiéndose en el primer laboratorio en llegar a esa etapa.
El primer objetivo del ensayo será comprobar si la vacuna es segura y evita la infección del coronavirus SARS-CoV-2. Si una persona contrae la enfermedad COVID-19, se tratará de ver si es capaz de frenar el avance de los síntomas.