Frustran red de extorsión dirigida desde el penal Sarita Colonia
División de Investigación de Extorsiones allanan celdas de alias Zaza y Bigotes. Luego de la caída de la banda Clan del Norte de los DESA la policía concluyó que las llamadas extorsivas salían de ese presidio.
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Suplantaban a bandas criminales como Tren de Aragua y Los Pulpos para intimidar y exigir dinero a los ciudadanos. Las llamadas extorsivas realizadas por delincuentes que se hacen pasar por miembros de grupos armados organizados han sido motivo de preocupación para las autoridades, que han hecho un llamado urgente a la ciudadanía a denunciar estos casos.
Una intervención, que abarcó dos celdas de los pabellones 5 y 6 del penal Satita Colonia del Callao, fue parte de las estrategias para desarticular redes criminales dedicadas a la extorsión desde el interior de las prisiones.
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Una brigada especial de la División de Investigación de Extorsiones efectuó el registro en las celdas de Irvin Jair Rodríguez Cruzado, alias Zaza, y Oscar Julio Cruzado Peña, alias Bigote, ambos de la región La Libertad.
“Luego de efectuarse la desarticulación de la banda criminal Clan del Norte de los D.E.S.A., se obtuvo preliminarmente en las diligencias que los mensajes extorsivos se estaban enviando desde el penal Sarita Colonia, específicamente desde las celdas del Zaza y de Bigote”, reveló el coronel Víctor Revoredo.
Y subrayó que esta madrugada se formularon las actas para continuar con el complejo proceso de investigación.
Los investigadores dijeron que no solo están enviando mensajes o colocando stickers extorsivos en los micros de transporte urbano, sino en ómnibus interprovincial que van desde Lima hacia el sur y norte chico.
Los elementos incautados que eran empleados por los reclusos para ejecutar extorsiones, son clave en las investigaciones que buscan detener las amenazas y demandas económicas realizadas a ciudadanos en diversas regiones del país.
En algunos casos, el modus operandi de los delincuentes consiste en suplantar a miembros de otros grupos armados organizados, recopilando información de sus víctimas a través de redes sociales y otros medios.
A través de llamadas intimidatorias, exigen dinero o materiales difíciles de obtener, como armas y equipos de comunicación, amenazando con convertir a sus víctimas en objetivos si no cumplen con sus demandas.
El coronel Revoredo explicó: “Estos criminales logran obtener detalles específicos de sus víctimas, haciéndoles sentir vulnerables. Si las víctimas no pueden cumplir con las solicitudes, los delincuentes ofrecen la opción de consignar grandes sumas de dinero, generando terror en sus hogares”.
Las investigaciones realizadas hasta la fecha han revelado la existencia de grupos delincuenciales que operan desde el centro penitenciario, realizando llamadas extorsivas al azar a ciudadanos de varias ciudades del país. Estas organizaciones delictivas cuentan con colaboradores externos que facilitan la obtención de recursos para continuar con sus actividades ilegales.
Revoredo dijo a La República que este tipo de operativos buscan devolverle la tranquilidad a la ciudadanía y atacar la extorsión desde los centros penitenciarios, y llevar ante la justicia a quienes, dentro y fuera de las cárceles, continúan afectando la seguridad de los peruanos.
























