Reportan tendencia decreciente del embarazo adolescente desde el 2022
En lo que va del año se reportan más de 9 mil adolescentes gestantes, según datos del Ministerio de Salud. Sin embargo, sigue siendo un problema que se debe abordar desde los hogares.
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El embarazo adolescente sigue siendo un problema porque presenta mayor riesgo para la salud de la madre y el bebé. No obstante, hay una tendencia decreciente desde el año 2022 con respecto a la cantidad.
Según el analista de datos Juan Carbajal, en lo que va del año se reportan 9.815 adolescentes gestantes. Esto de acuerdo a la última actualización al 21 de agosto, por parte del Minsa-Reunis. El año pasado se reportaron 16.687 y en el 2023 más de 17 mil.
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Desde esa perspectiva, es importante acompañar la salud sexual y reproductiva de adolescentes desde el hogar, pero también desde los centros de salud del primer nivel de atención y los espacios comunitarios.

Hablar sin prejuicios
El Dr. Raúl Larrauri, Jefe de Red y Contratación de RIMAC recomienda hablar claro y sin prejuicios. “Conversar con naturalidad y respeto sobre sexualidad es una forma concreta de cuidar. Lo ideal es empezar antes de los 12 años, adaptando el mensaje a cada etapa”, asegura.
Asimismo, recomienda acudir a establecimientos del primer nivel para recibir orientación gratuita sobre métodos anticonceptivos, salud menstrual, ITS y planificación familiar. “Acudir a estos espacios permite detectar embarazos no planificados en etapas tempranas o brindar apoyo emocional cuando hay dudas o temores”.
Según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES) 2022, la edad promedio de inicio de vida sexual en Perú es de 18.3 años, aunque baja a 17.5 en zonas rurales. Incorporar la salud sexual y reproductiva como parte natural de la crianza y del cuidado familiar no solo previene situaciones como el embarazo adolescente o las infecciones de transmisión sexual: también refuerza la autoestima, el autocuidado y la toma de decisiones responsables en los jóvenes.
Hay que destacar que a nivel comunitario, los equipos de medicina familiar cumplen un rol decisivo, su presencia en barrios, colegios y ferias de salud les permite crear vínculos de confianza con las familias, identificar riesgos de forma temprana y brindar acompañamiento personalizado.
























