Nueve de cada diez trabajadores en Puno laboran en empresas informales
Preocupante. Según especialista, los costos de adherirse al marco normativo son mayores que los beneficios. Esa es una razón para mantenerse en la informalidad.
Puno es la segunda región con la tasa de informalidad laboral más alta en el país. De acuerdo a la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO), el 90.2 % de los trabajadores de la región altiplánica laboran en esas condiciones. El promedio nacional, según esta encuesta, es del 75.5% lo que significa que son 13.4 millones de peruanos.
Se considera que un trabajo es informal, cuando está fuera del marco legal económico, cuando el empleado no accede a seguridad social por parte de sus empleadores o cuando trabaja en una empresa o negocio familiar sin una remuneración. Gustavo Meza, investigador de la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES), señaló que la situación de Puno responde a la estructura de su economía. Se caracteriza por ser una región con una fuerte actividad comercial y de ganadería. "Son actividades generalmente a es-
cala más pequeña (…) familiar. Como son pocos trabajadores, entran en la categoría de la informalidad", sostuvo.
La informalidad en regiones del Perú es frecuente. Foto: IPE
La minería al margen de la ley también contribuye a esta situación.
Informalidad creció
Pero la informalidad es un problema estructural nacional que aqueja al Perú hace mucho tiempo, se fue agravando después de la pandemia de la COVID-19. Según ENAHO elaborada por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en el 2022, el 75.5% de los trabajadores del Perú laboraron en esta situación.
Meza explicó que en el 2019, antes de que inicie la pandemia, la cifra era de 72.7%. Hubo un notorio aumento. Se trata de 900 mil ciudadanos que pasaron a la informalidad del 2019 a 2022. En Arequipa, la situación se repite. En el 2018, la tasa era de 66.1% y en el 2022 pasó al 68%. Entre todo lo malo, es la cuarta región con menor tasa de informalidad. La supera la provincia constitucional del Callao (61.7%), Lima (63.8%), y Moquegua (67.6%) (Ver infografía).
De acuerdo a Meza, una de las causas de la informalidad es que los costos de adherirse al marco normativo son superiores a los beneficios. Por ello, es que los comerciantes prefieren no adentrarse, pues lo ven como algo costoso. "Hay que hacer una reserva de nombre, escritura pública, inscribirse en Registros Públicos, además que asumen responsabilidades laborales, remuneraciones, etc", refirió.
El investigador sostiene que la pandemia ocasionó que muchas personas pierdan su empleo, lo que las empujó a buscar una actividad para generar ingresos, pero en el campo informal.
Programas
Meza sostiene que el gobierno está tratando de recuperar la confianza de los inversionistas con programas como Con Punche Perú. No obstante, en regiones como Puno, el rechazo antigubernamental es fuerte.