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Sociedad

Lambayeque: ¿sabías que existe un cementerio de perros peruanos sin pelo?

Turistas nacionales y extranjeros llegan a museo para conocer el lugar de entierro de este perro declarado Patrimonio de Cultural de la Nación.

En el cementerio de perros pelados peruanos, hay 11 casitas funerarias. Foto: Clinton Medina/La República
En el cementerio de perros pelados peruanos, hay 11 casitas funerarias. Foto: Clinton Medina/La República

Celeste y Ñamla, que significa en lengua muchik 'ave del agua', son dos de los ocho perros peruanos sin pelo que viven en el Museo de Sitio de Túcume (Lambayeque). Aquí se preserva esta raza canina oriunda del Perú, que en octubre de 2001 fue declarada por el Estado como Patrimonio Cultural de la Nación. En este complejo arqueológico, se encuentra el único cementerio de perros de raza originaria del país, el cual tiene como objetivo fomentar el respeto a la vida y la muerte.

Bernarda Delgado, directora del Museo de Sitio de Túcume, remarca la importancia de valorar nuestra historia. “Se tiene que respetar la vida y la muerte no solo de los seres humanos, también de todos los animales, lo cual incluye al perro peruano sin pelo y la variante con pelo declarada Patrimonio Cultural de la Nación”, expresó la investigadora.

Historia, cultura y amor a los animales

En declaraciones a La República, la arqueóloga manifestó que este museo tiene cinco líneas de acción: patrimonio cultural y natural, ecología, turismo sostenible, comunicación y gestión social.

De estos lineamientos, se desprende el programa Educación con el pueblo para cuidar y conservar las plantas y animales en todas sus formas. Tanto es así que, desde el 2016, el complejo arqueológico cuenta con un lugar de entierro para los perros peruanos sin pelo o llamado también viringo peruano.

El Museo de Sitio de Túcume no solo es importante para los turistas por las salas de exposición, almacenes, artesanía y las pirámides, también lo es por el perro peruano sin pelo, que es el guardián predilecto de este lugar y que es muy querido por la población tucumana.

En este sitio arqueológico, viven ocho canes: entre ellos, Celeste, madre de Ñamla o ‘ave del agua’. Así lo informó Bernarda Delgado, quien afirma que este último, de ojos de color celestes, es muy reconocido en Túcume. “Todos los perritos son muy inteligentes y ágiles, pero Ñamla es el macho alfa, el que dirige a todos los perritos”, subrayó.

Once casitas funerarias

El amor y la importancia de preservar nuestra historia trascienden barreras y etapas del ser vivo. Desde este punto de vista, Bernarda Delgado aseveró que el Museo de Sitio de Túcume tiene un terreno especial para el cementerio del perro peruano sin pelo, ya que cuenta con 11 casitas funerarias donde reposan los restos de canes para que sus dueños los recuerden.

Las casitas funerarias son de diseño arquitectónico tradicional prehispánico, en colores rojo, blanco, negro y amarillo; así como de colores característicos de la colonia: celeste y morado.

“Se necesita que la construcción de dichas casas para el reposo de los restos de los perritos sea de concreto y ladrillo debido a la inclemencia del tiempo”, sugirió Bernarda Delgado.

 En el Museo de Sitio de Túcume, viven ocho perros peruanos sin pelo. Foto: Clinton Medina/La República

En el Museo de Sitio de Túcume, viven ocho perros peruanos sin pelo. Foto: Clinton Medina/La República

En este camposanto, también reposan, desde el 2018, los restos incinerados de Páucar y Killa, dos perros peruanos sin pelo que murieron en Francia. Igualmente, Bernarda Delgado enterró a sus perros Richi y Manchas.

Evidencias y patrimonio cultural de la nación

De acuerdo a la investigación arqueológica, la directora del Museo de Sitio de Túcume mencionó que hay evidencia de que el perro peruano sin pelo se utilizó como compañía desde la época prehispánica y, en algunos casos, como alimento. No obstante, resaltó que este animal fue retratado en la cerámica prehispánica de la costa norte.

Al término de la entrevista, Bernarda Delgado puntualizó que no se niegan las solicitudes de los ciudadanos que deseen sepultar a sus canes peruanos sin pelo, pero que sí tendrían que asumir los gastos de la construcción de la casa funeraria.

Periodista egresada de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Chiclayo (UDCH). Redactora de la sección Sociedad de La República y con interés en temas políticos.