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Sociedad

Cerca de 4 millones de peruanos no han recibido la vacuna

En riesgo. El grupo más grande que falta inmunizar son niños de 5 a 11 años, pero también hay adultos y adultos mayores que aún no tienen ninguna dosis. Expertos recomiendan promocionar la vacunación, liderazgo del nuevo ministro y mensajes claros.

Vacuna rural. Las cifras de la vacunación se encuentran estancadas y urge cubrir a la mayor cantidad de personas para evitar nuevos brotes de Covid-19. Foto: difusión.
Vacuna rural. Las cifras de la vacunación se encuentran estancadas y urge cubrir a la mayor cantidad de personas para evitar nuevos brotes de Covid-19. Foto: difusión.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) alertó de que más de 240 millones de personas no han recibido ni una sola dosis de la vacuna contra el Covid-19 en América Latina, lo que significa un riego para ellos pues la pandemia no ha terminado.

En el caso del Perú, el universo a vacunar es de 32 millones con la incorporación de los niños de 5 a 11 años; sin embargo, a la fecha son cerca de 4 millones las personas mayores de 5 años que no cuentan con ninguna dosis de la vacuna (3.982.871), lo que equivale al 12,15% de la población objetivo.

Ahora bien, en este universo el mayor grupo lo constituyen los menores de 5 a 11 años (39,20%). El segundo grupo son los de 12 a 17 años (15,16%). También hay porcentajes de adultos y adultos mayores que no tienen ninguna dosis. Por ejemplo, en el caso de 30 a 39 años llega al 7%, y en mayores de 60 a 79 años, 6,9%.

Vacunación en Perú

Vacunación en Perú

¿Cuáles son los motivos?

Al respecto, el decano del Colegio Médico, Raúl Urquizo, señala que muchas de las personas que no se han vacunado es porque no han recibido la información adecuada, tienen dudas de que las vacunas generan trombosis o piensan que el peligro de infectarse ya pasó o que las vacunas no sirven.

Sostuvo que el Minsa ha tenido un mensaje errático con respecto a la vacunación de los niños, “con poca claridad” durante la gestión del exministro Hernán Condori. Y eso explica que no haya muchos avances.

En esa línea, recalca que es necesario mayor promoción de las vacunas como AstraZeneca y Moderna, debido a que mucha gente no quiere vacunarse con estas marcas, sino solo con Pfizer. “Si los vacunatorios están vacíos, eso significa que la publicidad no está llegando y la gente no le está dando la importancia debida a la vacuna”.

En tanto, el investigador Percy Mayta-Tristán refiere que hay un sector de la población que es antivacuna y por más esfuerzo que se haga es muy difícil convencerlos; este grupo puede llegar a un 7% de la población.

Sin embargo, lo que más preocupa son los niños no vacunados contra la COVID-19, ello a pesar de que tienen su calendario de vacunación completo y sus padres sí están vacunados contra la COVID-19.

“Lo que pasa es que no se ha difundido suficiente información adecuada para que los padres se sientan seguros de ir a vacunarlos, no ha habido una coordinación entre los ministerios de Educación y Salud para que los colegios sean escenarios de vacunación”, sostiene.

Dice además que en el caso de AstraZeneca faltó mayor calidad de información de que sí es una vacuna segura y que no hay riesgo de trombosis.

“Faltó difundir más información de calidad para que la gente vaya a vacunarse con AstraZeneca, tal vez suceda igual con Moderna; la gente ha asociado en cierta forma que la vacuna Pfizer es mejor en teoría. Nos falta explicar mejor que todas funcionan y que Moderna la vamos a utilizar para la cuarta dosis y es una buena vacuna”.

Agrega que en los lugares alejados como las comunidades amazónicas, otra es la realidad. Por un lado, no hay confianza en el Estado y, por otro, está el factor religioso que promociona información antivacuna. En ese marco, dijo que no solo hay una distancia geográfica, sino cultural. “No se ha adaptado en todos los mensajes para que esta población tenga mayor confianza en las vacunas”.

Los expertos recomendaron mayor liderazgo del nuevo ministro de Salud y mensajes claros a favor de la vacunación; así como también ampliación de horarios de vacunación a diario para facilitar a los trabajadores inmunizarse y además contratar más brigadas para los barridos y así no perder vacunas.

Inamovilidad perjudicó la vacunación

El analista de datos Juan Carbajal señala que la inamovilidad obligatoria del último martes a causa de las protestas perjudicó el proceso de la vacunación.

Antes de dicha medida se venía aplicando alrededor de 50 mil dosis en promedio en los últimos 7 días; sin embargo, el último martes se llegó apenas a 1.200 dosis.

En el caso de Lima Metropolitana y Callao se generó un tremendo bajón. A diario se estaban aplicando entre 30 o 60 mil dosis, pero el último martes fue de 3.180 dosis aplicadas.

Por otro lado, la Diris Lima Sur informó que ya viene aplicando la cuarta dosis de la vacuna al personal asistencial y administrativo CAS. “Faltó difundir más información de calidad para que la gente vaya a vacunarse con AstraZeneca”.