Sociedad

Salud mental: los desafíos para superar la pandemia y ser feliz

Tema impostergable. El coronavirus está teniendo impacto en las familias peruanas no solo a nivel económico y social. Así como una persona debe aceptar su condición, el Estado y la sociedad deben darse cuenta de la importancia de la salud mental del ciudadano y tomar decisiones para protegerla. Un grupo de especialistas, como Yuri Cutipé, Humberto Castillo, Vanessa Herrera, entre otros, lideran acciones en esta área.

salud mental
salud mental

Por: Carlos Páucar

A Haydee Vicente Ruiz le preocupa el dolor bajo el vientre de su anciana madre. Le ayuda a resistir su dolencia en casa. Ambas no quieren ir al hospital. Les asusta salir a la calle. Es mucho más fuerte su temor de contagiarse del coronavirus. Refiere que además de asistirla, debe apoyar en el telestudio a su menor hijo (“las profesoras le dan muchísima tarea todos los días”), preparar la comida (“hago dos tipos de alimentos, uno para mis padres y otro para mi hijo”) y atiende a su padre. Luego se conecta para cumplir con el teletrabajo. “Estoy al borde del estrés, no doy más”, indica ella, muy alterada.

Daniella Saettone, de 36 años, es cantante y compositora limeña, y pasó por una depresión. Ha grabado el disco “Una vez me volví loca” con el que se propone mejorar la empatía a su alrededor. Lo hace porque además es psicóloga de profesión. “La salud mental se ve en toda esta etapa del coronavirus. Cuánta gente supo que estuvo expuesta y no lo dijo. Por eso es que se ha propagado. Hay una gran dificultad para pensar en el otro. Y eso debemos promover: pensar en los demás”.

Dice que no se debe estigmatizar a quien va a un psicólogo o psiquiatra, ni tampoco a los que tienen condiciones como la depresión. Aludiendo al título de su disco opina que, en algunos contextos, la locura es algo positivo. “Es la capacidad de soltar, de quitarse la corbata, de ser transparente, porque los que están en la curva de la normalidad son los que hacen todo igualito... Está bien si utilizas el término para hablar de algo fuera de lo normal, pero no para referirte a personas con alguna condición porque eso sí es peyorativo”.

Itzia Huillcahuari es periodista. Ella, a raíz de la muerte de su mamá, entró en depresión. “En el proceso de mi enfermedad, descubrí también que tengo trastorno límite de personalidad (TLP). Y llevo tratamiento psicológico y psiquiátrico. Pero mis capacidades no son inferiores, ni mi vida es diferente a la de muchos. Mantengo un trabajo estable, soy eficiente, llevo una relación bonita con mi pareja”.

Itzia opina: “No, la pandemia no ha sacado ‘lo peor’ de las personas. Solo ha evidenciado los viejos problemas que nuestra sociedad viene arrastrando desde hace décadas. Así como ahora no puedes decir que tienes Covid-19 sin que algunos se aparten de ti, tampoco puedes decir que sufres de depresión, un trastorno, alteración o enfermedad mental, menos que llevas tratamiento psicológico y/o —aún peor— psiquiátrico sin que te estigmaticen”.

Las duras medidas

Cuando la pandemia llegó al Perú aún no se sabía que la salud mental iba a ser una de las grandes afectadas por el Covid-19, por las duras medidas que se iban a tomar (como el confinamiento prolongado), por el miedo a contagiarse o que pase con la familia, por las carencias económicas, la preocupación de atención médica o la propagación de noticias falsas y alarmistas.

Pero la preocupación sobre la salud mental no surgió con la pandemia. En 2018, la Defensoría del Pueblo advertía que el 20% de la población adulta y adulta mayor presentaba algún tipo de trastorno mental. El doctor Yuri Cutipé, actual director de Salud Mental del Minsa, comentaba en abril de ese año: “Se calcula que alrededor de 5 a 6 millones de personas, anualmente en el país, tienen un trastorno mental, especialmente depresivo o de ansiedad y no menos de 300 mil un trastorno severo”. El Minsa se apuraba entonces en crear Centros de Salud Mental Comunitarios.

La cultura del naufragio

El Covid-19 este 2020, al parecer, ha alterado aún más la salud mental de los peruanos. Para el especialista Cutipé, una pandemia como la actual de todos modos provoca preocupación y miedo. “Y es cierto que el miedo se experimenta como emoción desagradable, pero es también necesaria, pues activa nuestros mecanismos de respuesta ante las amenazas y puede motivarnos a intensificar nuestros cuidados y el de los seres queridos”. En este aspecto, Cutipé recomienda aceptar la ansiedad como otra de las emociones que se tiene. “No luche contra ella, no la ignore, amplifique lo positivo, pregúntese qué le va bien hoy, practique la respiración abdominal, puede tranquilizarlo”.

Actualmente, no hay especialista que no se refiera a la falta de empatía y pida eliminar los estigmas. En lo primero, el director del Instituto Nacional de Salud Mental, Humberto Castillo, analiza un aspecto que ha mostrado la crisis del Covid-19: lo denomina la cultura del naufragio. “Se genera una cultura donde cada uno quiere salvarse como pueda, se lucha unos contra otros, se llega a situaciones de caos... El Covid-19 puede afectar a miles, pero si a mí y a mi familia no le toca, no me afecta. No me importa que otra persona sufra”.

Para la especialista del Minsa Vanessa Herrera, el estigma y discriminación demoran el inicio del tratamiento de las personas afectadas. “Por conceptos erróneos prefieren callar y no buscan ayuda profesional, tienen miedo al rechazo”.

Varios afectados

El tema de la salud mental es complejo y amplio. El aislamiento obligatorio debe haber afectado a muchos niños.

“La ansiedad no es un estado negativo, nos previene de una situación que puede ser amenazante”, señala Ana María Castañeda, psicóloga del Hospital del Niño San Borja. Recomienda habilitar espacios en casa para ejercitarse, tomar mucha agua y comer frutas y verduras.

“Afecta a los jóvenes, pues el aislamiento social les genera mucha ansiedad, depresión e insomnio, al no poder desarrollar sus actividades”, dice Cecilia Portocarrero, psicóloga de Sisol.

Impacta en la salud mental de las madres, debido -según la psicóloga Ysela Nicolás, del INSM- a “la sobrecarga de tareas que asume durante el aislamiento”. Y afecta al adulto mayor, pues es el que más debe cumplir rigurosamente el aislamiento para no contagiarse. Para el especialista del municipio de Lima Jorge Ormeño, es importante que sigan activos “bajo la supervisión de un pariente”.

Y, sin duda, daña al que ha perdido a un ser querido, pues puede provocar sentimientos de impotencia, frustración, tristeza, enojo y aislamiento social. Al personal de salud que está en primera línea. Y a quienes ya padecían un trastorno mental.

Itzia, al respecto, rechaza los prejuicios. “No es nuestra culpa, no decidimos nacer o crecer con una afección mental. En mi caso, por ejemplo, mi cerebro posee una estructura diferente que hace que mis emociones estén ‘al límite’ cuando las siento. Cada día aprendo de esto y me acepto. He descubierto, por ejemplo, lo hermoso que es poder sentir la alegría a mil por hora, un privilegio que no todos tienen... Por supuesto que mi TLP no siempre me juega bien, pero eso no me ha detenido ni me va a detener nunca”.

“Cuidado de salud mental debe extenderse a toda la vida social”

La presidenta de la Sociedad Peruana de Psicoanálisis (SPS), María Pía Acosta, recuerda en un libro del Proyecto Especial Bicentenario que la experta Sonia Bishop, de la Universidad de California, sostiene en National Geographic que el organismo no está diseñado para soportar largo tiempo en condiciones de angustia y cede, finalmente, al agotamiento y la depresión. “Es muy posible que eso explique también el fracaso del confinamiento en el país”. Y se une a ello los altísimos niveles de informalidad, la escasa confianza en los líderes y un Estado “que históricamente no respondió a sus urgencias”. Agrega: “Es posible hacer de esta crisis una ocasión para valorizar el derecho a la salud mental y darle la importancia que debe tener... La idea del cuidado de la salud mental debe rebasar el sector Salud y extenderse a todos los ámbitos de la vida social”.

Pone como ejemplo de la “enorme necesidad de atención en salud mental” lo que ocurre con las líneas de atención telefónica gratuitas creadas por la SPS y la asociación Psicólogos Contigo. “A 40 días de aislamiento, recibían más de 6.120 llamadas”, refiere Acosta.

Reacciones

Itzia Huillcahuari, periodista

“Aunque no lo creas, ese amigo que tienes al lado, el compañero de clases que siempre sonríe, el profesor del curso que amas, el vecino que siempre saludas pueden padecer una alteración psicológica”.

ansiedad estres cuarentena

test coronavirus, coviid-19, pruebas coronavirus, ardn, arn, test positivos negativos, restricciones toque de queda, martillazo, curva, muertos, reporte covid,coronavirus, calendario, dias inamovilizacion

Newsletter Alerta LR

Suscríbete aquí a la Alerta Web de La República y recibe en tu correo electrónico las noticias de último minuto al instante.