Pobladores con la sangre contaminada por metales de minería acampan frente al Minsa
Afectados tienen más de 6 días a las afueras del Ministerio de Salud para exigir que se les de facilidades de llevar el tratamiento de sus hijos con cáncer a la sangre en el extranjero.
Marco Castañeda es uno de padres de familia que han venido desde Cerro de Pasco para exigir a las autoridades que sus hijos enfermos por la contaminación de metales pesados en la sangre, producto de la actividad extractiva de la minera Volcano, sean atendidos de manera oportuna.
En el 2012 su hija Kiara, quien actualmente tiene 13 años de edad, empezó a presentar sangrado por la nariz. Cuando la llevaron el establecimiento médico de Paragsha, el centro poblado donde viven, le diagnosticaron 19.7 de porcentaje de plomo y arsénico en la sangre.
Desde entonces iniciaron un tratamiento y para el 2015 un reporte del Ministerio de Salud (Minsa) indicaba que la menor redujo los niveles a 10.25. Parecía que mejoraba, pero en el 2018 volvió el sangrado por la nariz que cada vez se agravaba.
La menor fue evacuada al Hospital de Salud del Niño de Breña, donde le diagnosticaron leucemia mieloide crónica. Increíblemente, en los informes médicos se le recomienda a la familia que “no debe volver a la zona de contaminación” para evitar que la niña sea más afectada. Es decir, ellos tienen que abandonar sus viviendas.
Meses después un equipo médico conformado por especialistas extranjeros revisaron a la menor y no solo confirmaron el mal, sino que en el cuerpo de la niña había evidencia de 17 tipos de metales, no solo de plomo y arsénico.
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Su padre asegura que a pesar de venir en reiteradas oportunidades a Lima los médicos realizan solo controles o chequeos, más no deciden un tratamiento eficaz contra la enfermedad. Él no quiere que su hija pase por quimioterapias, pues probablemente no soporte las sesiones.
Lo que desea es que a su hija le hagan un trasplante de médula ósea en el exterior. Nos cuenta que hay una experiencia anterior de una niña llamada Esmeralda, también con cáncer a la sangre por la presencia de metales pesados en su organismo, cuyos padres tuvieron que encadenarse a las afueras del Minsa para lograr que la menor sea llevada a Argentina a que le realicen el trasplante.
Sin embargo, incluso en el caso de Esmeralda, luego de la operación, las autoridades del Estado se han desentendido de lo que prosigue en el proceso de recuperación, según denuncian los padres.
Marco Castañeda indica que ha sabido de casos de otros menores con la misma enfermedad de su hija a quienes se les ha realizado trasplantes de médula ósea en el país, pero al poco tiempo terminan falleciendo. Por eso desea que Kiara vaya al exterior.
Marco y otros afectados han llegado a Lima desde el pasado fin de semana. Primero se dirigieron a las afueras de las oficinas de la minera Volcano con el fin de exigir un diálogo, no obstante, los representantes de la empresa se mostraron indiferentes a sus necesidades. Según aseguran los afectados, les quitaron los celulares durante la reunión y les dijeron que si querían podían proseguir con la denuncia.
Al encontrar respuesta negativa decidieron trasladarse hasta el frontis del Minsa, en la avenida Salaverry, para que sus demandas sean escuchadas cuanto antes.
Anteriormente las familias se han reunido con la Presidencia de Consejo de Ministros (PCM), donde ha recibido ofrecimientos de diversos sectores, como el de Vivienda que debería reubicarlos, pues no tienen que regresar a la zona contaminada. No obstante, de las conversaciones solo quedan las actas y no se ha materializado nada, denuncian.
En los últimos días se han reunido nuevamente con representantes del Minsa, pero Castañeda considera que se trata una burla. No quieren más promesas, lo único que desean es que se agilicen los trámites para el tratamiento de su hija y los demás niños en el extranjero.
Teme que el cáncer de los menores avance y se vuelva más agresivo. En el caso de Kiara, ella presenta fuertes dolores en la cabeza y extremidades, cansancio extremo y tiene problemas de aprendizaje.
Debe mencionarse que los niños no son los únicos que presentan metales pesados en la sangre, las familias tienen una relación completa de los afectados, entre ellos varias personas adultas y jóvenes. Nos revelan que hasta el momento tres menores han fallecido por la misma causa.
Al venir a Lima para exigir el tratamiento para los niños, muchas de las familias no solo se enfrentan a la indiferencia de las autoridades, sino también al hecho de que sus hijos se ven expuestos y no poder trabajar.
Castañeda nos dice que vive de trabajos eventuales y que su otro hijo en edad escolar ha dejado el colegio el año pasado para “asumir el papel de padre de familia”, pues también vela por la salud de Kiara y debe laborar.
El señor Marco Castañeda invitó a toda la población a unirse a su causa, pues cree que es justa. En caso desee comunicarse con él para brindarle cualquier tipo de apoyo puede hacerlo a través del 910 195 586.