Sociedad

Médicos separan a siameses luego de operar 16 horas

Intervención exitosa. Edgar y Dominick fueron dados de alta y junto con su madre, Xiomara Morales, pasarán su primera Navidad en casa. Cuarenta especialistas del INSN-SB intervinieron.

Todos juntos. Xiomara Morales esperó casi un año por este feliz momento. La acompañan los médicos que participaron en la delicada intervención para separar a los pequeños. (Foto M. Merino)
Todos juntos. Xiomara Morales esperó casi un año por este feliz momento. La acompañan los médicos que participaron en la delicada intervención para separar a los pequeños. (Foto M. Merino)

Xiomara Morales supo que sus hijos serían siameses cuando tenía seis meses de gestación. Se enteró de que las posibilidades de supervivencia de los pequeños estaban entre 5 y 25%, no tenía los recursos económicos suficientes ni el apoyo del padre de los niños, pero nada de eso la detuvo. “Una madre debe seguir siempre adelante con sus hijos. Yo no sabía cómo iba a cargarlos ni cómo darles de comer. Fue difícil”, recuerda la joven de 20 años.

Ayer, después de casi un año de pasar días y noches en el Instituto Nacional de Salud del Niño de San Borja (INSN) del Ministerio de Salud (Minsa), la mujer vio logrado su más grande sueño: sus pequeños, ya separados, fueron dados de alta y volvieron a casa.

Riesgosa operación

Edgar y Dominick nacieron el 22 de diciembre del 2018 en la Maternidad de Lima, con 1.500 gramos y unidos por la pelvis inferior hasta la parte del abdomen (isquiópagos). Cuatro días después fueron trasladados al INSN. Sus estados eran tan delicados que los médicos no se arriesgaron a realizarles la operación que los separe hasta lograr que los menores consigan más peso. Además, Dominick nació con una malformación en el esófago, por lo que primero se le tuvo que intervenir a él.

No fue hasta el 25 de setiembre del 2019, a las 8 a.m., que un equipo multidisciplinario de 40 especialistas en salud inició la operación de separación y reparación de tejidos de los pequeños.

"Durante los 9 meses se realizaron varias juntas médicas, estados de tomografías, métodos de reconstrucción en 3D, imágenes que nos permitieron entender más la anatomía de los siameses", explica José Luis Apaza León, jefe del Departamento de Cirugía Neonatal Pediátrica del INSN-SB.

Fueron 16 horas en las que los médicos realizaron la cirugía compleja, que estuvo compuesta por dos etapas: la primera consistió en la separación de los siameses que compartían un solo ano, un canal urogenital común y parte de la pelvis ósea.

“Un detalle que representó el éxito de la cirugía fue el neuromonitoreo, es decir, la evaluación permanente de las raíces nerviosas que van hacia las piernas”, explica Apaza León, pues si es que se cortaba un nervio, los pequeños ya no hubieran podido caminar.

Uno de los momentos más difíciles fue cuando se tuvo que separar las pelvis y proteger las musculaturas para que los bebés puedan mantener la movilidad en sus piernas.

Luego de doce horas inició la segunda etapa, que consistió en la reconstrucción de tejidos de cada uno de los bebés, que culminó con la fijación de arcos pélvicos para estabilizar la pelvis. La operación culminó 16 horas después, a la 1:49 a. m. del 26 de setiembre.

A nivel mundial, por cada 200 mil nacimientos, solo se presenta un caso de siameses. En el 2016 ocurrió el primer caso que fue tratado por médicos del Minsa, en el que se logró separar a dos niñas de Yurimaguas; sin embargo, una de ellas murió a los días. “Ellas estaban unidas a través de los glúteos, su configuración era diferente. Representó un reto, y con esa experiencia de trabajo se coordinó para que este sea mejor”, dice el especialista.

“Edgar es juguetón. Dominick es más tranquilo”, cuenta Xiomara, quien dice que aún no cuenta con una cuna para sus bebés, pero está contenta porque pasarán Navidad juntos.

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