Política

“Quiero verlo preso”: habla trabajadora que fue agredida sexualmente por congresista Freddy Díaz

Un revelador testimonio de la extrabajadora del Congreso evidenciaría cómo el congresista Freddy Díaz se habría aprovechado de su cargo para que libara en el interior de su despacho.

Freddy Díaz se encuentra investigado por el presunto delito contra la libertad sexual en agravio de una extrabajadora del Congreso. Foto:  composición Jazmin Ceras
Freddy Díaz se encuentra investigado por el presunto delito contra la libertad sexual en agravio de una extrabajadora del Congreso. Foto: composición Jazmin Ceras

La extrabajadora del Congreso que denunció al legislador Freddy Díaz de haberla ultrajado salió a dar su testimonio de lo que pasó el 26 de julio, día en el que el parlamentario investigado por el presunto delito contra la libertad sexual se habría aprovechado de ella tras ingerir alcohol en su despacho.

El revelador testimonio difundido por el portal Epicentro TV corrobora los hechos que publicó La República tras acceder a la carpeta fiscal que investiga al ahora exapepista.

“Mientras más repita mi historia, si eso sirve de algo, pues, lo voy a hacer, así me duela, así me quiebre, así me ponga a llorar, y después de esta entrevista estoy segura de que voy a ir a mi casa y voy a estar peor, (empieza a llorar) pero no me importa, porque todo lo que quiero es verlo preso”, reafirmó la denunciante al recordar lo que pasó aquel día.

De acuerdo a la investigación de este medio, horas antes de que Díaz se fuera a libar con la trabajadora del Congreso, el parlamentario estuvo con sus colegas Idelso García y Eduardo Salhuana en el despacho de este último tomando botellas de vino.

Posteriormente, se dirigió a su despacho donde la mujer que ahora clama justicia se encontraba elaborando un informe.

“Como yo estaba esperando que el congresista apruebe el informe anual de trabajo, tenía que subirlo al sistema, entonces, esa era otra de mis razones para esperarlo, porque decía que tengo que subirlo de una vez porque estamos ya casi en fecha límite”, señaló la víctima.

“Luego me dice: ‘¿Sabías que acá la gente se pone a tomar?’. Y yo le digo: ‘Ah, sí, claro, de otras áreas también me han dicho ‘Oye, ven acompáñanos’; pero yo, sinceramente, prefiero evitar, le dije”, manifestó.

“Me dice: ‘Ay, pero ¿quién se va a enterar? Aparte, ha ganado Lady Camones, tú y yo nunca nos hemos sentado a brindar así. Un brindis’, me dice. “¿Qué es un brindis?”, contó.

La extrabajadora del Parlamento manifestó que se siente presionada de aceptar el trago. Comentó también que Díaz estaba sentado en su asiento y que luego se puso de pie hacia el otro mueble para sacar la primera botella de licor.

En esa línea, detalló que, tras “terminar la primera botella”, le dijo: “Bueno, ya me voy”; y que él replicó: “Ay, ¿cómo te vas a ir tan temprano? Espérate un rato. A ver, voy a ver qué más hay en mi repisa”. “Se va a su repisa, me da la espalda y se queda mirando ahí”, retrató.

Sobre ello, explicó que Díaz sacó una botella de whisky y le propueso seguir libando.

“Yo miré la botella y dije: ‘Esto es whisky’ (...). Me va a marear, nooo. Me dice: ‘Ya, pues, no te hagas. Todo el año tú dices no tomo, no tomo. Ya, pues, ya, toma, toma’, como dándome una orden”, agregó.

En consecuencia, relató que aceptó tomar, pero que pensó en acompañarlo “con dos vasos, un vaso e irse del lugar”. Fue en ese momento que el legislador exapepista abrió otra botella de whisky.

Otro detalle que sale a la luz es que el congresista le puso seguro a la puerta de su despacho, detalle que la víctima no contó en su entrevista en la cámara Gesell.

“Cuando él abre la botella de wisky, o sea, cuando me dice ‘vamos a tomar eso’, sirve el primer vaso, y luego dice: ‘Oye, pero ¿sabes qué?, si te voy a contar cosas, esta conversación es privada, mejor le echo seguro a la puerta (de su despacho)’. Y yo dije: ‘¿Hum?’. Le echó seguro a su puerta”, describió.

De esta manera, precisó que, tras beber un poco de whisky, perdió el conocimiento y se levantó “boca abajo” a la 4.00 a. m. en su sillón del despacho.

“No había ropa interior, o sea, cuando veo, no tenía mi ropa interior. Algo me ha pasado, pero no lo quería creer, y dije: ‘No, ¿acá en el trabajo?’”, lamentó la agraviada, quien empezó a sospecha de haber sido ultrajada.

“Inocentemente, la verdad, creí que, no sé, solo me había visto o algo, algo así. Pero después decía: ‘¿Por qué me duele?’. No sé, estaba confundida (...). A eso de las 5.15 de la madrugada es que yo, se puede abrir la puerta finalmente, finalmente, y ahí estaba, pues Arturo (su amigo que llamó a los agentes PNP) (sic)”, expresó.

Asimismo, relató que, tras abrir la puerta del despacho: “Arturo (la) encuentra con la nariz ensangrentada, desacomodada, desarreglada (...)”. “Me puse a llorar. Más no recuerdo, solo recuerdo que vi mi celular —sí—, porque quería saber qué hora era y vi que me estaba llamando todo el mundo”, expuso.

En la entrevista que le brindó a Epicentro TV, la denunciante reafirmó que no tuvo una relación con el legislador, como lo dijo el denunciado ante la Fiscalía como medida de defensa.

“Para empezar, yo nunca he tenido absolutamente nada con ese sujeto. Puedo poner las manos al fuego, mostrar todo lo que tenga que mostrar para que se corrobore mi historia, mi verdad. Jamás, jamás he tenido nada con él, nada, como él lo ha dicho. Y, ojo, (...) él está mintiendo, está mintiendo ante un juzgado, y eso es delito”, denunció.

Canales de ayuda

Si usted ha sido o conoce a alguien que ha sido afectada o involucrada en hechos de violencia familiar o sexual, puede comunicarse de manera gratuita a la Línea 100 del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, que cuenta con un equipo especializado en “brindar información, orientación y soporte emocional”.

Además, la Línea 100 tiene la facultad de derivar los casos de violencia familiar o sexual más graves a los Centros de Emergencia Mujer o al Servicio de Atención Urgente. Este servicio atiende las 24 horas, todos los días del año (incluye feriados).