Política

Exfuncionaria reconoce que socia de Sada Goray trabajaba en la SBN

La gran jugada. Marina Subiría le dijo a la Comisión de Fiscalización que cuando ingresó a trabajar a la Superintendencia de Bienes Estatales (SBN) encontró a Flor Olivera, amiga y socia de la empresaria Sada Goray. Con un “informe técnico” de Olivera, Subiría accedió a sanear el terreno de Goray, que vendió en US$54 millones.

Interrogatorio. Marina Subiría admitió a la Comisión de Fiscalización que conoció a Flor Olivera, pero no dijo que con un informe de Olivera accedió al pedido de la empresaria Sada Goray. Foto: difusión
Interrogatorio. Marina Subiría admitió a la Comisión de Fiscalización que conoció a Flor Olivera, pero no dijo que con un informe de Olivera accedió al pedido de la empresaria Sada Goray. Foto: difusión

La exdirectora de Gestión del Patrimonio Estatal Marina Subiría Franco, de la Superintendencia Nacional de Bienes Estatales (SBN), confirmó que la amiga y socia de la empresaria Sada Goray Chong, la abogada Flor Olivera Orellana, trabajaba en dicha dependencia. Pero Subiría no le contó todo a la Comisión de Fiscalización del Congreso, la última vez que se presentó, el miércoles 21 de junio.

Basándose en un informe técnico elaborado por Flor Olivera, Marina Subiría concedió la solicitud de Sada Goray para sanear un terreno de 90 hectáreas en Chilca que estaba inscrito como propiedad del Estado.

Sada Goray reveló que entregó alrededor de 4 millones de soles a Salatiel Marrufo para beneficios en el Fondo Mi Vivienda. Foto: composición Fabrizio Oviedo/ La República.

Sada Goray reveló que entregó alrededor de 4 millones de soles a Salatiel Marrufo para beneficios en el Fondo Mi Vivienda. Foto: composición Fabrizio Oviedo/ La República.

En varias ocasiones, la exigencia de Goray había sido rechazada por la Dirección de Gestión del Patrimonio Estatal de la SBN, hasta que fue designada en el cargo Marina Subiría, en cuya gestión accedió al reclamo de la empresaria inmobiliaria. Sada Goray estaba desesperada por conseguir la resolución de la SBN accediendo a su exigencia, de lo contrario perdería un negocio en curso de US$54 millones con Centenario Desarrollo Urbano, del poderoso Grupo Romero.

Juego perdido

El 29 de diciembre del 2019, Sada Goray y su familia vendieron a Centenario 30 hectáreas de un terreno de 90 hectáreas en Chilca por US$15 millones.

En ese momento, Sada Goray no había conseguido sanear el predio. En efecto, así consta en el contrato que la familia Goray y Centenario suscribieron por la venta de las otras 60 hectáreas por US$39 millones, el primero de febrero del 2021.

En la cláusula 1.3 se lee: “Las partes declaran conocer que el área inscrita del inmueble se encuentra afectada por una superposición gráfica registral con la partida electrónica n° 49059060 del Registro de Predios de Lima, de titularidad de la Superintendencia Nacional de Bienes Estatales (SBN)”.

Y la familia Goray se comprometió a resolver el problema de que la SBN haya inscrito el terreno como propiedad del Estado, las 90 hectáreas que los Goray vendieron a Centenario. Así consta en el contrato: “Los vendedores (Goray) declaran que asumen las gestiones que se requieran con la finalidad de eliminar de forma definitiva la superposición señalada”.

Tanto sabía del problema Centenario que la inmobiliaria del Grupo Romero condicionó el pago de la primera de las 8 cuotas a que resolviera el problema con la SBN: “En caso de que los vendedores (Goray) no cumplan con la obligación señalada (...) que vencerá el 14 de enero del 2022, quedarán obligados a pagar a la compradora (Centenario) una penalidad diaria de US$1.000”.

Esto explica por qué Sada Goray Chong recurrió a Salatiel Marrufo para que la ayude a conseguir una resolución favorable de la SBN.

Según las declaraciones de la propia Sada Goray, entre setiembre del 2021 y julio del 2022, le pagó por partes a Salatiel Marrufo la coima por S/4 millones. 

Flor Olivera emitió su informe técnico a favor de su amiga y socia Sada Goray, el primero de abril del 2022. La resolución de la SBN la suscribió Marina Subiría el 6 de abril del mismo año.

Esto es, Goray consiguió lo que quería de la SBN en el periodo que le pagaba los sobornos a Salatiel Marrufo. Pero para consumar dicho propósito fue clave la intervención de Flor Olivera Orellana.

Amistad soñada

“¿Conoce usted a Flor Olivera Orellana?”, consultó a Marina Subiría el presidente de la Comisión de Fiscalización.

“Con ocasión de comenzar a trabajar en la Superintendencia de Bienes Estatales, la encontré laborando en la Dirección (de Gestión de Patrimonio Estatal), que me fue asignada. La conocí en la SBN. No la he conocido antes”, respondió Subiría.

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Lamentablemente, el congresista Ventura no continuó interrogando a Subiría. Pudo haberle preguntado si sabía que la abogada Flor Olivera era amiga de Sada Goray y que ambas fundaron la Inmobiliaria Nueva Chiclayo. Olivera no estaba habilitada para opinar sobre la solicitud de Sada Goray a la SBN para que se saneara el terreno de Chilca, porque estaba asociada a la empresaria. El 17 de diciembre del 2020, las dos se inscribieron como directoras de la Inmobiliaria Nuevo Chiclayo.

La Inmobiliaria Nuevo Chiclayo es propietaria del proyecto de vivienda Chiclayo Bonito, ubicado en Lambayeque. Pagando sobornos a Salatiel Marrufo, Sada Goray logró que el Directorio del Fondo Mivivienda autorizara invertir hasta S/45,9 millones en Chiclayo Bonito, entre octubre y diciembre del 2021.

Luego de haber conseguido copar el Fondo Mivivienda con la designación de los directores Pedro Arroyo, Gustavo Arrieta  y Roger Gaviria, además del gerente general José Forero; Sada Goray apuntó a la Superintendencia Nacional de Bienes Estatales (SBN).

Los intentos de la empresaria de conseguir por el buen conducto que la SBN resolviera la superposición de áreas fracasaron. Así que debió pedirle a Salatiel Marrufo que le diera una mano porque se acercaba la fecha del vencimiento del plazo que Centenario le había dado para acabar en definitiva con la controversia. Además, después del 14 de enero, por cada día que pasaba debía pagar una penalidad de US$1.000.

Todo se sabía

Consultada la empresa Centenario Desarrollo Urbano, respondió que era de su pleno conocimiento que sobre el terreno de 90 hectáreas de la familia Goray existía pendiente una resolución de saneamiento respecto a una superposición de áreas. Y añadió que comprar predios en dicha condición no es ilegal.

“Centenario conocía del problema de superposición, lo que ha sido tratado de manera abierta y transparente. Tanto así que en los contratos de compraventa de lotes con clientes de Centenario en el bloque de 30 hectáreas se consignó información referida a la existencia de la superposición registral. Se informó desde el inicio acerca de esta superposición, de manera transparente, clara y pública”, alegó Centenario.

“Además, no existe ningún impedimento legal para transferir y adquirir propiedades con superposición. Centenario tomó conocimiento de la existencia de una superposición entre la ficha registral del predio de los vendedores”, precisó la compañía inmobiliaria.

“En el contrato de compraventa la responsabilidad total de realizar los trámites para levantar la superposición era enteramente de los vendedores. Centenario no participó en dicho procedimiento, únicamente esperó que los vendedores cumplan con la obligación a su cargo”, manifestó Centenario.

La cuota 1A debía abonarla Centenario el 14 de enero del 2022, por US$6.501.576. La 1B el 19 de enero del 2022, por US$1.500.000.

Terreno en Chilca. En 30 de las 90 hectáreas que Centenario le compró a Sada Goray, ya construyó una urbanización sabiendo que faltaba sanear el predio. Foto: difusión

Terreno en Chilca. En 30 de las 90 hectáreas que Centenario le compró a Sada Goray, ya construyó una urbanización sabiendo que faltaba sanear el predio. Foto: difusión

Y otras 5 cuotas de US$6.501.576 cada una los días 15 de enero del 2023; 15 de enero del 2024; 15 de enero del 2025; 15 de enero del 2026; y 15 de enero del 2027. La suma total alcanza los US$39.009.458.

Desde la fecha que venció el plazo hasta que la SBN le dio la resolución que deseaba Sada Goray, transcurrieron 82 días. Esto indicaría una penalidad de US$82.000.

Pero el escándalo de corrupción estalló y todo quedó paralizado. Es más, la SBN revirtió las 90 hectáreas al dominio del Estado. Centenario y Goray se quedaron con las manos vacías.

Centenario dice no conocer relación de Goray y Olivera

Conforme a la versión de Centenario, no estaba al tanto de las acciones que desplegó Sada Goray Chong para conseguir que la SBN resolviera la superposición en las 90 hectáreas que le había comprado a la empresaria.

“No tenemos conocimiento de eso, pues Centenario no intervino en el procedimiento de levantamiento de la superposición de los predios”, respondieron.

Respecto al vínculo entre Sada Goray y Flor Olivera como socias y amigas, Centenario expresó que no contaba con información.

“Desconocemos la relación que podría existir entre las personas mencionadas. Centenario no tuvo injerencia alguna en el trámite efectuado por la señora Goray ni tuvo conocimiento de las personas que resolvieron el mismo”, indicaron.

Amigas, socias e íntimas

Sada Goray y Flor Olivera fueron socias de la Inmobiliaria Nuevo Chiclayo, dueña de Chiclayo Bonito, que recibió financiamiento del Fondo Mivivienda.

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Contrato con Centenario

La inmobiliaria estaba al tanto de la situación relacionada con el terreno de la familia Goray, por eso le impuso una penalidad de US$1.000 al día si no conseguía una solución.

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