Yenifer Paredes: "Se hará justicia por lo que le hacen a mi familia y a mí, nos destruyeron"
La cuñada del expresidente Castillo conversó con La República sobre el estado de salud del profesor cajamarquino, brindó detalles sobre su situación judicial y sobre su posible futuro en la política peruana.
Arequipa
La entrevista es coordinada desde Argentina por Guido Leonardo Croxatto, uno de los abogados que defenderá al expresidente Pedro Castillo en la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Yenifer Paredes casi no habla con la prensa, me aclara que tampoco la consume “por salud mental”. Prefirió quedarse en el Perú para aclarar su situación judicial. La joven de 27 años es investigada presuntamente por haber influido favorablemente para que su jefe, Hugo Espino, gane dos contratos con el Estado. Espino es dueño de la compañía JJM Espino y se acogió a la colaboración eficaz delatando a “la hija del presidente”. No descarta incursionar en política. “Yo creo en aquella política de los libros, que genere estrategias para sacar adelante al país y genere consensos”, apunta.
La vida de los Castillo Paredes ha sido azarosa desde que pisaron Palacio de Gobierno en julio del 2021. Primero el poder y luego vino un torbellino. Yenifer estuvo en prisión un mes y medio, después su padre y la demás familia asilada en México. Es consciente que eso vendría y ella estaba preparada.
“Los medios de comunicación nos destrozaron. Todo era público. A Alondra y Arnold (hijos del exmandatario) los sacaban en cualquier momento pese a ser menores de edad. No había respeto a sus derechos. Desde que llegamos a Palacio hubo discriminación. Los congresistas decían que el presidente era un burro e ignorante. La Fiscalía allanaba Palacio cuando le daba la gana”, denuncia en una extensa conversación por Zoom.
Ella está convencida de que hay una estrategia de los gobiernos de derecha de utilizar el andamiaje judicial para perseguir a los presidentes “no alineados”. Lo hicieron en Argentina y con Lula Da Silva, afirma.
Le advierto que en el caso peruano no solo presidentes de izquierda fueron presos. Alberto Fujimori comparte reclusorio con “su padre”. Alan García se suicidó en víspera de una detención, Toledo será extraditado. No es exacto decir solo líderes de izquierda, retruco.
Ella responde que esos mandatarios tuvieron antejuicio político. Su padre no. Dice que García y Toledo fue lavado de activos por millonarias cifras, en cambio Castillo solo tenía una cuenta en el Banco de la Nación que se la cancelaron. No hay proporcionalidad.
—En su carta recuerda el 7 diciembre y dice que es un día que quisiera olvidar. ¿No fueron peores los días de cárcel que usted cumplió?
—Cuando yo fui a la cárcel sabía que era inocente. La sala lo vio así y me dio tres restricciones simples. Sabía que iba por odio al presidente. ¿Cómo no voy a querer olvidar el 7 de diciembre? Fue una tragedia por lo que sufrieron mis hermanos menores. Amenazaron por teléfono al chofer del carro presidencial para que abra la puerta. Luego apuntaron a Alondra con una metralleta en la cabeza, era el equipo que dirigía Harvey Colchado. Mi papá tuvo que decirles: “hagan conmigo lo que quieran, pero sin violencia”. Eso lo puede decir la seguridad que estuvo ese día ahí que, ahora discriminada por la Policía, los han enviado a los lugares más recónditos de Lima.
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—Cuando denuncia este abuso policial en su carta, los comentarios en las redes sociales lo justifican. Cuando la detienen en agosto de 2022, ¿usted también amenazó a los policías con los cambios?
—Es mentira, me llevaba bien con ellos, ¿iba a amenazar a suboficiales de tercera que llevaban mi alimentación? Ellos solo cumplían órdenes de sus jefes. No tengo ningún cargo político (…) Sé qué clase de personas detuvieron a mi papá, sé sus antecedentes, sé cómo son sus jefes.
—¿Quiénes son sus jefes?
—Ahí tiene a Harvey Colchado. Revise quién es Colchado, un gran policía no ha sido. Investigue.
—¿Incursionará en política?
—Lo estoy pensando. Resolveré primero mi proceso, estoy enfocada en eso y recomponer mi familia a la cual destrozaron.
—¿Qué la empujaría a postular después de haber vivido las hieles del poder?
—Ya viví los estragos de la política. También soy una joven que aún pienso que podemos cambiar el país. Conozco los problemas, leí las cartas que le llegaban al presidente del Perú profundo para exigir un cambio verdadero. Creo en otra política, aquella de los libros, como le dije al comienzo.
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—¿Y en qué libros ha leído de esa “buena política”? Los mejores libros de esta actividad hablan del desastre que ha sido el país.
—Me los reservo… Creo en esa política que es servir a los demás, mejorar cosas que no se hicieron. Viví lo peor de la política, hemos vivido la persecución de las transnacionales que no podían firmar sus contratos. Mi papá estaba trabajando, iba a las regiones, a acercar el gobierno a los más necesitados, a quienes no tienen un colegio o posta médica.
—¿No fue un error de su padre dar un golpe de Estado? Error porque no había los votos en el Congreso para vacarlo...
—Usted se equivoca. ¿Qué es dar un golpe de Estado? Es alzarse en armas. Hay que decirnos la verdad. Fue un discurso, las razones las tendrá que decir él. Pero agradezco lo que él hizo, era lo que pedía la gente. A las regiones a donde iba le pedían cierre del Congreso.
No fue un golpe. Según Paredes, Castillo hizo lo que le pedían todos los peruanos. Foto: captura TV Perú
—La concepción democrática en el Perú es Poder Judicial, Ejecutivo y Congreso. En 1992 Alberto Fujimori también cerró el Congreso. ¿Qué distinto es entre lo que hizo su padre y Fujimori?
—No sé las razones de Fujimori. Él siempre tuvo un Congreso favorable (le recuerdo que Fujimori fue elegido con un Congreso donde tampoco tenía mayoría, por eso lo clausuró. Yenifer dice que Fujimori tuvo a Vladimiro Montesinos para comprarse a los parlamentarios y luego vino la Constitución del 93, según la entrevistada, favorable a las transnacionales).
—¿Me podría citar el artículo de la Constitución donde se indica que las transnacionales tienen carta libre para actuar en el país?
—Muchas empresas operan en el país y no pagan impuestos.
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—¿Cuáles son?
—La de Porky (en alusión a Rafael López Aliaga), por ejemplo.
—¿Y cuáles más?, porque su papá manejaba un doble discurso. Fuera del país decía: bienvenida la inversión privada y acá la atacaba.
—Solo quería que cumplan y den trabajo a la población.
—Usted habló del racismo de Lima a las provincias, pero también es viceversa. Los ronderos de Cajamarca humillaron a un grupo de periodistas que investigaban las irregularidades del gobierno.
—Claro, pero en Lima es más, hasta por cómo te vistes te juzgan. Y si los ronderos amenazaron a la prensa es porque se cansaron de tanta mala información. Eso no es racismo.
—Los peruanos estamos enfrentados. ¿Cree que Aníbal Torres en el gobierno de su padre alimentaba el odio de las clases sociales?
—El señor Aníbal Torres es un docente de la mejor universidad. Muy respetado. Sus palabras dijeron la realidad. Él visitaba los pueblos junto al presidente y sabe cómo ven mal a los periodistas desde los pueblos. La prensa interpretaba muy mal las cosas. Aníbal Torres no alimentaba el odio.
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—¿Cómo está ahora Pedro Castillo?, ¿se informó que la salud se le deterioró?
—Él está muy mal de salud. Está incomunicado con sus hijos. La Fiscalía es una vergüenza. Yo tenía una llamada al día (en prisión), es nuestro derecho. Mi papá va dos meses preso y no se puede comunicar con sus hijos. No le instalaron ni teléfono y su vecino sí tiene. Como lo acusan de rebelión y golpista sin pruebas, no le permiten nada. En algún momento se hará justicia con lo que hacen conmigo y mi familia, nos han destruido. Demostraré que me mandaron a prisión por un sesgo político. Era para que mi papá sintiera presión y renuncie. Me acusaron de mover 91.000 soles cuando yo tenía 54.000 soles en mi cuenta. Lo reconoció el fiscal y dijo que era un error matemático confundir números. Por eso me dieron libertad en un mes y medio.
“Fue mi error y lo asumo”
En la segunda parte de la entrevista, Yenifer Paredes responde sobre su proceso judicial, la sindican de haber intercedido ante el Ejecutivo para beneficiar a la empresa de su jefe Hugo Espino. Paredes afirma que, como no podía trabajar en ninguna entidad pública, se trasladó a Lima. Laboraba en el municipio de Anguía y la despidieron por la incompatibilidad. Ahí Espino le ofreció trabajo en su compañía.
—¿Por qué cree que Espino se acogió a la colaboración eficaz?
Hay dos versiones de Espino, una cuando lo investigaban (en libertad) y luego cuando sale de la prisión preventiva. Me acusan de lavado de activos. La tesis de la Fiscalía es que las empresas de Espino ganaron licitaciones, pero a mí jamás me dieron un sol (a cambio de eso). Uno es el colegio de Gorgor. Es un consorcio y el director ha mencionado que Espino fue incluido ahí para ganar experiencia. De ello hay un acuerdo en la notaría en donde Espino solo aporta el 5%. No tenía ni para la carta fianza. El proyecto de Anguía era uno que ya estaba aprobado en 2020, priorizado por el gobierno de Sagasti. Tenemos ahí las declaraciones del exministro y la expremier. Ese decreto salió del Congreso. Y yo no me comuniqué con ellos.
—En las investigaciones de la Fiscalía se sostiene que su hermano, David Paredes, le entregó dinero a Espino. Este era el presunto testaferro de la familia Paredes para ganar las obras del Estado.
—Espino dice que le dio para invertir en expedientes técnicos. Le presta, sí, pero con ello él se compra un carro. Tengo la minuta (muestra el documento) de esa compra. Me sorprende que la Fiscalía asevere que ese dinero se lo da mi mamá (Lilia Paredes) a mis hermanos para que sean testaferros. Mi hermano sacó esa plata de su cuenta. Nuestro dinero siempre estuvo bancarizado. Mi hermano trabajó desde 2013 como mecánico automotriz, laboró cuatro años con Hyundai. Después compró camionetas y trabajaba con el BBVA. El depósito se hace a la cuenta personal de Espino, no al de la empresa. Es un préstamo personal.
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—La investigación inicia con un video en Anguía donde usted, junto a Espino, ofrecen un empadronamiento y aseguraban que el gobierno haría la obra.
—No prometí financiamiento, solo aprobar un expediente técnico. Era mi trabajo (en la empresa de Espino). Es más, ese expediente jamás se realizó. Quedó en una visita de campo, revise la plataforma del Ministerio de Vivienda.
—En una entrevista con un periodista de Frecuencia Latina usted admite que se equivocó.
—Cometí el error de no preguntar. Luego de trabajar en el municipio de Anguía podía laborar en cualquier empresa del país, pero no en una que contrate con el Estado porque se prestaría para estas cosas. Ese fue mi error y lo asumo. No soy como Espino que dice una cosa primero y luego otra. Trabajé para él, no lo niego. Por todo esto no puedo trabajar en nada. Ni siquiera importa mi experiencia ni mi título.
—¿El señor Espino fue a Palacio?
—Claro, él fue a hablar conmigo. No lo niego. Vino a la residencia familiar donde yo vivía con mis padres, no a las oficinas.
—¿No está mal que un proveedor del Estado vaya a la residencia palaciega?
—Él era mi amigo y mi jefe. Sí se presta a suspicacias, eso ya lo aprendí a entender, pero no es ilegal.
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—¿Pero era “la hija” del presidente?
—Sí, pero yo ni siquiera conozco los ministerios. No creo que la OSCE diga que porque me llamo Yenifer se aprueba. Hay un proceso y comités para aprobar proyectos. Ya están haciendo el levantamiento de mis comunicaciones en el celular para ver con quiénes me comunicaba. Yo no puedo decir que salten los procesos por ser la hija del presidente. Es más, la que da la buena pro es la señorita Nataly Alcántara y ella dijo que nunca me conoció.
—¿Estas obras las financiaba el Ministerio de Vivienda?
La de Anguía, que era prioridad del gobierno de Francisco Sagasti. Yo trabajé en esa obra en Anguía en plena pandemia y dio prioridad porque hubo una reactivación económica.
“Hasta ahora no se ha probado que el presidente sea un corrupto”
—¿Qué dijo Pedro Castillo sobre la lealtad de Dina Boluarte o Cerrón?
—Mi papá lo tiene claro. En política no hay amigos, ni desleales y leales. Solo son personas que están ahí porque tienen un bien común o les mueve otros intereses.
—¿Por qué cree que el señor Silva está prófugo?
—Desconozco. No sé bien su situación, si está prófugo o asilado. Porque ya no veo televisión o leo notas. Dicen cualquier barbaridad, no me consta lo que él dice. Jamás tuvimos cercanía, lo saludé en algún momento, pero nada más.
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—¿No cree que le faltó experiencia de gobierno?
—A veces la experiencia no te hace hacer las cosas mejores. Mire el Congreso, parlamentarios que tienen años en eso y solo dan vergüenza. La experiencia no garantiza una buena gestión. Montesinos tenía mucha experiencia, negociaba con las Fuerzas Armadas, eso podía utilizarse en colegios y escuelas.
—El gabinete de Mirtha Vásquez salió hablando mal de Castillo, todos trabajaron con él.
—Sus razones deben tener. Puede ser, porque se les decía que hagan bien las cosas, pero ellos buscaban no quedar mal con la gente, tendríamos que analizar la situación. Quizá otros tenían otras intenciones. Pero está claro, pase lo que pase, Pedro Castillo siempre fue el presidente del pueblo.
—En la entrevista usted culpa a los opositores, pero muchas de las irregularidades en el gobierno de Pedro Castillo fueron reveladas por gente cercana a ustedes (Bruno Pacheco, Salatiel Marrufo, etc.).
—Quien se acoge a ser colaborador eficaz es porque reconoce que es un delincuente. Una cosa son las personas que lo dicen y otro el entorno. (...) Hasta ahora no se ha demostrado que el presidente es corrupto. Bruno Pacheco y Karelim López dijeron que tenían fotos y videos, pero hasta ahora no veo nada.