Política

Hernán Chaparro: “Creo que es la primera vez que gana un candidato en Lima que no llega al 30%”

Investigador y docente de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Lima, quien advierte que en estas elecciones hubo una gran fragmentación del voto porque la ciudadanía ha sentido que los candidatos no eran la mejor oferta que pudieron tener.

Sanciones. Chaparro señala que Acción Popular ha sido el gran perdedor de estas elecciones. Foto: Virgilio Grajeda/La República
Sanciones. Chaparro señala que Acción Popular ha sido el gran perdedor de estas elecciones. Foto: Virgilio Grajeda/La República

Chaparro advierte que en estas elecciones hubo una gran fragmentación del voto porque la ciudadanía ha sentido que los candidatos no eran la mejor oferta que pudieron tener, y por ello ninguno llega siquiera al 30% de votación. Recalca que esta fragmentación muestra que la crisis de los partidos políticos se ha incrementado.

—Una vez más estamos con un empate técnico, y con bastante bajo porcentaje...

—Con los resultados tan apretados habrá que esperar, pero en general, es un resultado fragmentado. En las elecciones del 2018, Jorge Muñoz sacó 36% y Daniel Urresti 19.7%, y con Renzo Reggiardo, los tres sumaban 64%; hoy, los tres primeros suman 72%, y ninguno pasa el 30%. Creo que es el reflejo del sentimiento de que no era la mejor oferta, y por eso el voto se ha dispersado.

—¿Qué le espera a cualquiera de los dos que sea finalmente elegido, con un respaldo de solo la cuarta parte de la población de Lima? ¿Cómo podrá gobernar la ciudad?

—Efectivamente, no hay un respaldo mayoritario, pero en el caso de que sea Urresti, el respaldo es a su persona, no al partido. Ya lo hemos visto cuando fue ministro del Interior, que se caracterizó por su activismo en medios, haciendo cosas que tengan algún nivel de impacto en términos de resolver inquietudes de la ciudadanía vinculadas seguramente a la seguridad, que es su promesa central, aunque con restricciones, porque para actuar necesita el apoyo del ministro del Interior. Con López Aliaga, creo que vamos a tener una gestión más ideologizada, más política, que tome como plataforma el municipio para enfrentarse a Castillo.

—¿Cuál es la lectura de que los candidatos con más votación sean de la derecha, conservadores o hablen de mano dura?

—Un patrón así ya lo habíamos visto en resultados de las elecciones presidenciales. En Lima, el voto fue para Renovación Popular, Avanza País, el fujimorismo, y muchos menos optaron por Castillo o la izquierda en general. Ahora, el fujimorismo, probablemente pensando que no iban a tener buenos resultados, decidió no postular a Lima, pero lo que hay es un proceso de recomposición y lucha por el poder dentro del vacío que hay también en la derecha, en general. Renovación Popular tiene más contenido programático e ideológico que Podemos, que es el pragmatismo de Urresti, y ni qué se diga Forsyth, que no tiene mayor predicamento ideológico, pero igual hay mucha dispersión. Sin embargo, creo que es la primera vez que gana un candidato en Lima que no llega ni siquiera al 30%.

—¿Renovación Popular le está quitando espacio al fujimorismo, pues en distritos ni siquiera ganó la reconocida excongresista Cecilia Chacón?

—En San Borja, según el flash a boca de urna, Chacón quedó tercera en San Borja, lo mismo que Combina en San Isidro. De lo que se ve, me da la impresión de que Renovación Popular ha desplazado al fujimorismo en distritos de altos ingresos, no así en distritos de bajos recursos, donde APP, Podemos y Somos Perú han ganado. Pero más allá de eso, una de las resultantes de este proceso electoral es la profundización de la crisis de partidos; se ve en la fragmentación del voto y en el ánimo electoral, muchos han dicho que han ido a votar con pena, por obligación, con poca ilusión para que no gane el otro, porque no hubo un candidato que expresara algo alternativo. Y esta debilidad de los partidos hace que se personalice más la política, por ejemplo, en Santiago de Surco ganó Carlos Bruce, no importa por qué partido. Y así hay otros distritos.

—¿Y esa crisis de partidos ha motivado que en regiones ganen más movimientos que partidos, salvo Acuña con Alianza para el Progreso en el norte?

—Sí, pero APP es un partido empresa, que gira alrededor de un personaje y no hay una estructura democrática significativa. En regiones viene repitiéndose ese patrón hace mucho tiempo y también tiene que ver con el fracaso de los partidos. Hubo partidos que han ido perdiendo la presencia nacional, en un momento dependían de candidaturas locales hasta que ellos se dieron cuenta de que no necesitaban los partidos, es más, que se desprestigiaban asociándose a los partidos nacionales envueltos en denuncias de corrupción y optaron por sus propias organizaciones partidarias. En estas elecciones, Acción Popular, que tuvo mucha presencia en elecciones regionales, ha sido el nuevo perdedor, pues no tiene ninguna victoria significativa.

—Perú Libre también ha sido el gran perdedor...

—Perú Libre nunca ha sido un partido importante. Tuvo la suerte de tener un candidato que fue visto como el menos malo porque salió elegido por el 15% de votos emitidos, lo que tampoco es un gran mérito. Y dentro de la crisis de representación que hay en el país, Perú Libre se vio beneficiado, pero desaprovechó la oportunidad de hacer una buena gestión y se ha vuelto a ver lo que son: una agrupación pequeña, sin ninguna capacidad de llegar a nada relevante.

—¿Qué futuro político electoral tienen los que quedaron en los primeros tres lugares?

—Da la impresión de que Forsyth va a seguir activo en política, pero no se sabe si se va a mantener con Somos Perú. Quién sabe si vuelve al espacio distrital y le va mejor. En el caso de López Aliaga, claramente tiene un proyecto político más ambicioso, que haya puesto a Reggiardo como teniente alcalde indica que va a renunciar a la municipalidad si viene un proceso electoral presidencial. En el caso de Urresti, me da la impresión de que se quedaría en las municipales, pues lo veo más cómodo en el municipio.