Poder Judicial ordena nuevo juicio para asesinos de periodista Pedro Flores Silva

La Corte Suprema anuló la absolución de los acusados del periodista casmeño Pedro Flores Silva, cometido en setiembre de 2011, por investigar y denunciar actos de corrupción que implicaban al entonces alcalde del distrito Comandante Noel, Marco Antonio Rivero Huertas. Asimismo, ordenó se lleve a cabo un nuevo juicio oral.

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Los magistrados concluyeron que en el proceso no se valoraron adecuadamente todas las pruebas ni diligencias, por lo que dispuso que en otro colegiado superior realice un nuevo proceso en el que, por ejemplo, se valore la declaración de Mercedes Cueva Abanco, quien fue conviviente del periodista y que se cite a Rosa Ana Flores Silva, hermana de la víctima, a quienes les habría dicho quién sería responsable de un ataque en su contra.

Con esta decisión deja sin efecto la absolución del exburgomaestre Rivero Huertas, procesado como instigador; a su suegro Miguel Humberto Becerra Pérez y al exasesor municipal Antonio Azalde Lluen, en su calidad de cómplices primarios; así como a Bladimir Anderson Castillo Castro y Emilio José Ciriaco Agreda, acusados de haber sido contratados para cometer el crimen contra el periodista.

Como se recuerda, Flores Silva fue asesinado por dos encapuchados cerca de su domicilio en Casma, falleciendo dos días después por la gravedad de las heridas de bala en el colon y el hígado.

Valoración de pruebas

El abogado Juan José Quispe, del Instituto de Defensa Legal (IDL), que representa a la familia del asesinado hombre de prensa resaltó la importancia de la decisión de la Corte Suprema para que se realice un nuevo juicio oral y se valore cada uno de los medios de prueba.

 “El tribunal ha hecho un minucioso estudio de los medios de pruebas aportados por las partes, que no fueron valorados debidamente por la Sala que absolvió a todos los acusados. Y ha anulado la sentencia absolutoria porque ha incurrido en varias violaciones a principios constitucionales, como la valoración de la prueba, la debida motivación de la resolución judicial”, indicó.

Destacó que la Suprema haya señalado que la Sala no tomó en cuenta las circunstancias en que se tomaron las declaraciones de la conviviente del periodista, y solo valoró la que dio a los policías al día siguiente de atentado, cuando Flores Silva estaba internado en el hospital, luchando por su vida, en la que no sindicó al entonces burgomaestre de Clemente Noel.

“Hubo tres declaraciones más de la señora que a la Corte Suprema le genera más convicción. La primera declaración fue tomada cuando Flores Silva estaba internado en el hospital agonizando, quien en esos le aseguró que quien lo mandó matar fue Rivero Huertas. Eso no se evaluó bien”, dijo.

Agregó que llamó la atención al tribunal que la Sala no haya permitido que se escuchen tres CD que contenían los audios y videos que establecían que el periodista sindicó al entonces burgomaestre del atentado, vulnerando el derecho a la prueba de la Fiscalía y la parte Civil.

El abogado precisó que tanto la viuda, como los hermanos del periodista (Rosa Ana y Walter) fueron informados por el periodista durante su agonía que el responsable de ordenar su muerte es el conocido como la raya o ratín que es el apelativo con que se le conoce a Marco Rivero Huertas. Además, sostuvo que los sicarios estaban relacionados con crimen porque en su domicilio se les incautó la moto azul, pasamontañas y balas del mismo calibre con que ultimaron a Flores Silva.

Asimismo, remarcó que para el tribunal supremo ha quedado claro que la valoración de pruebas por indicios realizada por el colegiado superior también adoleció de una debida motivación

Quispe recordó que hubo un homicidio similar del crimen de un periodista, que antes de morir, sindicó al responsable de su asesinato, lo que fue valorado por la Sala que vio el caso. “El periodista Alberto Rivera Fernández, quien sindicó que si algo le pasaba a él, el responsable sería el entonces alcalde de Coronel Portillo, Luis Valdés Villacorta. Este es un caso muy similar, donde hay sicarios, personas vinculadas a gremios vinculados a sicarios que pusieron trabajadores en la municipalidad.