Perú espera el nuevo discurso de Dina Boluarte con promesas incumplidas de hace un año
A un año del extenso mensaje presidencial de Dina Boluarte, la expectativa para su nuevo discurso es baja. Con altos índices de inseguridad, retrasos en proyectos de salud y cuestionamientos a su gestión, la desaprobación hacia el gobierno aumenta a la par de los conflictos sociales y la incertidumbre frente al futuro político del país.
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El discurso que Dina Boluarte leyó el pasado 28 de julio duró cinco horas y se extiende por 79 páginas, de las que posiblemente no se recuerden tantos detalles como su extensa duración. Pero el texto está en internet y allí se encuentra una recopilación de los avances durante el primer año de gestión de la primera presidenta del Perú, además de promesas. Doce meses después, cabe preguntarse qué tanto de lo que dijo logró cumplir y qué se puede esperar de sus próximas declaraciones por fiestas patrias.
“Dijimos que el nuestro sería un gobierno de estabilidad política, que deje atrás la división y los enfrentamientos”, expresó con su segundo párrafo. Sin embargo, es evidente que la estabilidad política no define al Perú. Solo el 2.5% de peruanos aprueba cómo Boluarte conduce su gobierno y solo el 3% da visto bueno al Congreso, según la última encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IEP). Además, la Defensoría del Pueblo ha registrado 195 conflictos sociales en tan solo junio.
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Inseguridad vigente
“La lucha contra la inseguridad significa para nosotros una presencia más firme de las fuerzas del orden en todo el país. Desde el 2023 venimos desplegando esfuerzos en las zonas que registraban los índices de delincuencia más altos”, aseguró la presidenta. En otras ocasiones, también ha reiterado que su gobierno prioriza la seguridad ciudadana. Sin embargo, no hay evidencia de su eficacia. El Sistema Informático de Denuncias Policiales (SIDPOL) registra 15.311 denuncias por robo y 798 por extorsión, solo en Lima Metropolitana, en los primeros cinco meses del año.
“Ella insistió en que iba a hacer que todos los ciudadanos pudiésemos caminar tranquilos de día y de noche. Eso atravesaba por una inversión muy fuerte, no solo en infraestructura, sino a nivel de adquisición de equipamiento en comunicaciones y vehículos”, comenta Ricardo Valdés, exviceministro del Interior. Con la falta de inversión en la capacidad operativa de la policía y en tecnología, afirma que Boluarte no ha cumplido con sus promesas.
“Otra de las promesas fue la identificación facial a través de convenios con centros comerciales del país”, añade. “Esto forma parte de una estrategia de un centro de comando, control, comunicaciones y cómputo inteligente que ya estaba preparado como proyecto desde hace mucho tiempo, pero no le han dado el financiamiento correspondiente”, detalla.
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Salud pública en espera
Otra de las prioridades destacadas por la mandataria es el sistema de Salud. Hace un año, anunció la construcción de cinco nuevos hospitales de alta complejidad en Piura, Trujillo, Puno, Apurímac y Arequipa. Sin embargo, aún se encuentran en distintas etapas de proyecto, ninguno ha sido concluido. Hernando Cevallos, exministro de Salud, agrega: “La calamitosa situación de hospitales de primer nivel en el país no se ha resuelto”.
Una cuestionable medida que tampoco se concretizó fue la creación de farmacias populares. “Para dar mayor acceso a medicinas a precios populares, en convenio con las municipalidades, hemos creado las FarmaMinsa, donde se expanden medicamentos de calidad a bajo costo”, anunció Boluarte. Para Cevallos, este proyecto representa una estafa frente al derecho la salud, que implica la entrega gratuita de remedios a pacientes de hospitales estatales.
“El Estado oficializaría de manera formal el pago por el medicamento que reciba el paciente y esto es un retroceso frente a un sistema de salud que ya tiene un montón de defectos”, resalta. “Lo que necesitamos es que los establecimientos que tiene el Ministerio de Salud estén abastecidos con medicamentos de la mejor calidad y de manera permanente, lo cual no ocurre”, indica el exministro.

La inversión para la construcción de los hospitales supera los 7.000 millones de soles. Foto: Andina
Asimismo, sostiene que hay un retroceso respecto a las inmunizaciones y que sigue pendiente la mejora de equipamientos. El dengue y la tos ferina son dos de las enfermedades que mataron a cientos de peruanos en los últimos dos años, sobre todo en regiones donde la atención sanitaria, el personal de salud y el acceso a medicinas es insuficiente. La respuesta del gobierno ha sido juzgada de ineficaz. “Seguimos con un sistema fragmentado, desinformado y con postergación de los derechos de trabajadores”, señala Cevallos.
Mujeres relegadas
Varios años atrás, si alguien imaginaba una presidenta mujer en el Perú, cabía la esperanza de que le diera foco a siquiera algunos problemas que afectan a las peruanas desde tiempos inmemorables. Están, por ejemplo, la justicia para más de mil feminicidios impunes o la despenalización del aborto para menores violadas, cuyos casos superan los 6.000 este año. Pero, lo cierto es que llegó Dina Boluarte y propuso fusionar el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) con el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS), lo cual tampoco cumplió.
“Desde diversas organizaciones, recomendamos a la presidenta que la fusión no era lo más conveniente para las mujeres de nuestro país”, comenta al respecto Diana Miloslavich, coordinadora del Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán. “Más bien, esperamos que se fortalezca el Ministerio de la Mujer con mayores recursos para hacer frente al incremento de impunidad contra todos los tipos de violencia y podamos resolver la situación de riesgo y violencia que tenemos en zonas indígenas”, apunta.
Ministerio de Infraestructura rechazado
Otra de las recordadas propuestas de Boluarte ha sido la creación del Ministerio de Infraestructura. Según detalló, permitiría “coordinar, formular, ejecutar y supervisar la infraestructura a nivel nacional, brindar infraestructura para el soporte de los servicios públicos para la población”. No obstante, el proceso legislativo para su ejecución está detenido por una fuerte oposición en el Congreso.
Parlamentarios de diversas bancadas han rechazado la iniciativa por considerar que aumenta el gasto burocrático y dudas sobre su capacidad para resolver problemas estructurales ya existentes. Aunque el Ejecutivo solicitó debate urgente, desde agosto de 2024, el proyecto permanece estancado. Los opositores argumentan que la Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN) ya realiza funciones similares y que lo adecuado es simplificar los procesos actuales antes de crear una nueva cartera.
¿Qué se puede esperar?
“Las promesas que realizó parecían más orientadas a atarantar y no ser fiscalizadas que realmente estar dirigidas a cumplirse. La gente que sí ha tenido expectativas, resulta muy decepcionada”, comenta la politóloga María Paula Távara acerca del pasado discurso de Boluarte. “Este año, probablemente, nos encontremos con el mismo tipo de promesas que no terminan de tener un sustento real de que vayan a ser realizadas”, opina.
¿Qué se puede esperar tras la serie de promesas incumplidas? Távara no vislumbra expectativas esperanzadoras a corto plazo. “En parte, no es que Dina pueda prometer mucho porque es ineficaz gobernando. Por todos los actores y cómo está la situación política en el Perú, la única salida parece ser las elecciones generales del 2026 y tratar de no permitir más atropellos”, asevera.
Por lo pronto, hoy, al final del día, terminará la incertidumbre de qué tan largo será el nuevo discurso patrio y qué puede prometer una presidenta altamente cuestionada y arraigada en su cargo con altos niveles de rechazo. El descontento de los peruanos se refleja en encuestas y protestas que no se han detenido desde los inicios de su gobierno.























