Vladimir Cerrón impulsa la división entre Pedro Castillo y Perú Libre
Cisma. El partido lanzó un comunicado bastante duro contra el Gobierno pidiendo que la bancada no vote por la confianza del gabinete. Uno de los legisladores preguntó si la dirigencia de PL quiere que voten junto a Fuerza Popular de Keiko y Renovación Popular de López Aliaga. El presidente respondió: “El país no se cambia mediante un tuit”.
Una reunión el miércoles entre el fundador de Perú Libre (PL), Vladimir Cerrón, y dirigentes regionales del partido fue el antecedente inmediato del comunicado difundido ayer, en el que se anuncia que la bancada –en teoría oficialista– no le dará el voto de confianza al gabinete que lidera Mirtha Vásquez.
Lo conversado, explicaron fuentes consultadas, fue de un tenor bastante crítico en contra del Gobierno. “Muy duro”, dijo alguien que estuvo atento al debate. El análisis se resume de esta forma: el Ejecutivo no representa el ideario de PL. Por ese motivo, no vale la pena –ni siquiera– solicitar cupos en prefecturas para los militantes.
Este ánimo, por cierto, se reflejó en el pronunciamiento que Cerrón compartió en su cuenta de Twitter (puede leerse al lado). Incluye cinco puntos: hay un “giro hacia el centro derechismo” por parte del régimen; se rechazan las designaciones ministeriales de Dina Boluarte (Midis) y Betssy Chávez (Trabajo); no se pedirá ningún cargo dentro del aparato estatal; se procederá a “recomponer” la bancada porque hay congresistas “afines al magisterio” que tienen el deseo de conformar su propio partido; no se le dará la confianza al “gabinete caviar”.
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Hay dos niveles de respuesta. El primero, el que proviene de Palacio. El presidente Pedro Castillo sostuvo que las necesidades del país no se cambian mediante un tuit sino trabajando y estando del lado del pueblo. “Hoy hasta con un tuit piensan que se cambia el país y así no es. El país se cambia trabajando, el país se cambia estando al lado de la población, luchando con ellos”, señaló ante la comunidad del distrito de Caspisapa (San Martín). La referencia a Cerrón resultó obvia.
También manifestó que la política sirve “para llegar a entender a la población” y que “no todos los días podemos estar en problemas, en cuestionamientos o respondiendo a situaciones mezquinas”. “Acá no hay que métete al centro, métete a la derecha”, dijo.
Por su parte, Vásquez lamentó que dentro de los partidos políticos a veces no prime la sensatez. “Necesitamos saber que la estabilidad del Estado es necesaria”, añadió. Y sobre si el gabinete que conduce representa un giro a la centro-derecha (como dice PL), respondió: “Somos un gabinete con una trayectoria muy importante de lucha social, de acompañamiento a la población, expresiones así no se condicen con la realidad”.
El segundo nivel de respuesta es el de los congresistas. Como cabía esperar, una bancada con facciones internas reaccionó de diferentes modos.
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Por ejemplo, el expremier Guido Bellido y Jaime Quito mostraron su respaldo al comunicado. Este último pidió a sus colegas ser “firmes con la posición del partido”. Instó a Castillo a continuar con las propuestas planteadas en campaña y no dar crédito “a los cantos de sirena que le plantea la derecha”.
Otro sector mostró sus diferencias con el pronunciamiento de PL. Por ejemplo, Óscar Zea y Katy Ugarte manifestaron que votarán a favor de darle la confianza al gabinete.
“Ratifico mi respaldo al presidente Pedro Castillo y al gabinete que dirige Mirtha Vásquez. También hago un llamado a la unidad de la bancada; más allá de las discrepancias, el reto de transformar nuestro Perú requiere el esfuerzo conjunto de quienes queremos cambios de fondo”, tuiteó Zea.
Zea comentó que “los cambios son normales en cualquier gobierno” y que si bien hay nuevos rostros en el Consejo de Ministros, eso no implica un nuevo rumbo ni traicionar promesas. “¿Acaso es más coherente votar junto con fujimoristas y congresistas de López Aliaga?”, se preguntó.
El propio Zea, en una entrevista que publicó La República la semana pasada, había adelantado que entre seis y siete de sus compañeros de bancada se sentían inclinados a otorgarle el voto de investidura al gabinete.
“El señor Vladimir Cerrón es el secretario del partido y su opinión la respetamos. (…) Yo sí lo voy a dar (el voto de confianza). (…) Voy a defender mi posición”, dijo por su parte Ugarte.
Quiebre. Todo indica que la bancada de Perú Libre terminará partiéndose. Lo de ayer sugiere que el proceso es inevitable. Foto: Sepres
“¿Tan difícil es trabajar unidos por el país?”, expresó además Roberto Kamiche desde su cuenta de Twitter. Más tarde aseguró que se mantenía en la posición de dar la confianza.
El sector de los legisladores del lado magisterial tuvo una reunión para evaluar lo sucedido. En principio, no buscarían de inmediato una ruptura con PL. Se mencionó una salida “pausada”. No todos se encuentran de acuerdo con quebrar relaciones. Sin embargo, la situación es incierta.
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Consultado, Edgar Tello señaló que se hará una consulta a las bases para tener una posición concreta.
Alex Paredes fue más allá. Indicó que evalúa renunciar a la bancada y que más de diez maestros que llegaron al Parlamento estarían en esa situación. “El documento traslada eso, el mensaje es: si no estás conmigo, puedes dar un paso al costado. Si el documento lo pinta así, yo no tengo otra opción (que renunciar)”, manifestó.
Añadió que el miércoles deben tomar una decisión y reconoció que “el voto de confianza genera tranquilidad y eso debemos evaluar”.
Un dato no menor: en PL se menciona la posibilidad de que las ministras Chávez y Boluarte sean sometidas a un proceso disciplinario, lo que podría derivar en su expulsión de la agrupación política. ¿La razón? En realidad, ninguna de peso. Pero la sangre está en el ojo.
Lo que dicen las bases
Como se ha explicado, el comunicado de PL expresa el sentir de dirigentes del partido que no se sienten representados por el Gobierno. Desde distintas regiones, el mensaje es similar.
Heredia Morales, de Lambayeque, enfatizó que el mandatario está generando divisionismo. “No implica que seamos una oposición cerrada. Exigiremos permanentemente que el presidente cumpla con las promesas que hizo”, sostuvo.
El secretario regional de PL en Piura, Carlos Shiraishi, manifestó que no pueden permitirse entregar el voto de confianza a un gabinete “de centro”. “Cuando nosotros éramos candidatos teníamos un programa de izquierda”, expresó.
Rumaldo Viera, secretario regional en Trujillo, planteó algo similar: “Estos cambios demuestran que el señor (Castillo) nunca fue de izquierda, que solo utilizó al partido para llegar, al tener un programa que calaba en la población de a pie”.
Vale recordar que el sector magisterial viene impulsando la inscripción del Partido Político Magisterial y Popular, un proceso que, de acuerdo con sus promotores, avanza rápido. La intención es participar en las elecciones regionales y municipales del año entrante. En esta coyuntura podría ser el nuevo refugio del jefe del Estado.
Las razones del distanciamiento
Por Paula Távara, politóloga
Los orígenes del distanciamiento entre Perú Libre y el presidente Castillo pueden identificarse antes de la asunción del Gobierno, como cuando durante la segunda vuelta Waldemar Cerrón sentenciaba: “El día que el candidato se separa del partido, empieza su desgracia”. ¿Por qué preocupaba una “separación”?
Miremos el origen de la relación de PL y su líder, Vladimir Cerrón, con Pedro Castillo. El presidente no es un militante histórico del partido del lápiz, sino que fue invitado a afiliarse a propósito de su candidatura (que reemplazaba a la de Cerrón, inhabilitado por corrupción) y su inscripción se dio apenas el 30 de setiembre del 2020, para cumplir con las normas electorales.
Así pues, un “forastero” que debía servir para alcanzar los votos que permitieran pasar la valla electoral se convirtió, con el triunfo inesperado, en una figura que disputaba el control de la agenda de gobierno y las decisiones al líder histórico. Al interior de Perú Libre y su bancada, el presidente nunca fue realmente un líder, sino un invitado que debía acatar.
Pero la banda presidencial dota a su dueño de una autoridad que ningún jefe de partido puede disputar permanentemente, aunque quiera. Cerrón pudo optar por la convivencia, y sus militantes le hubiesen seguido, pero su figura hubiese perdido fuerza, y eso, para una organización personalista, pero con visión de permanencia, no era aceptable. O conmigo o contra mí. Con Castillo intentando tomar sus propias decisiones, la ruptura era inevitable.
Reacciones
Mirtha Vásquez, primera ministra
“Lamento que dentro de los partidos a veces no prime la sensatez. En este momento necesitamos saber que la estabilidad del Estado es absolutamente necesaria para poder sacar adelante a la población”.
Oscar Zea, congresista de PL
“Ratifico mi respaldo al presidente Castillo y al gabinete... Hago un llamado a la unidad de la bancada… el reto de transformar nuestro Perú requiere el esfuerzo conjunto de quienes queremos cambios de fondo”.
Guido Bellido, congresista de PL
“Los militantes siempre somos orgánicos, acatamos todos los puntos aprobados en la Asamblea Nacional Extraordinaria (de Perú Libre)... Viva el Perú. Vivan los trabajadores del campo y la ciudad”.
Alex Paredes, congresista de PL
“El documento lo pinta (divisionismo en Perú Libre)… El mensaje es: si no estás conmigo, puedes dar un paso al costado. (…) Si el documento lo pinta así, yo no tengo otra opción (que pensar en renunciar)”.
Cerrón en Twitter
Por la herida. Vladimir Cerrón colgó este comunicado en sus redes sociales. Todavía no digiere la salida del premierato de su cercano Guido Bellido.