La hazaña de un cirujano que puso de moda las operaciones anales en toda Francia
Pese a su dificultad, la cirugía adquirió gran popularidad en el país debido a la intervención que se conoció como "la gran operación".
En una época en la que las cirugías mataban más gente de la que curaban, la operación anal se convirtió muy popular entre los pobladores de Francia. Incluso, por esos años, los cirujanos eran conocidos como barberos-cirujanos porque prácticamente la única habilidad con la que debían contar era saber cortar cosas.
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¿Cómo la cirugía anal se volvió tan popular?
El 'Rey Sol', como era conocido Luis XIV de Francia, había desarrollado un doloroso bulto en el trasero —en otras palabras, padecía de hemorroides (inflamación de las venas del recto o del ano)—, pero, como no se trataba, surgían heridas conocidas como fístulas.
Se sabe que el monarca tuvo que vivir durante 10 años con la incomodidad de no poder sentarse o caminar sin sentir dolor.
Había probado de todo para intentar curarse de ese mal, pero sin resultados positivos. Todos los tratamientos que le habían prescrito habían fracasado.
Sillas con pacientes quirúrgicos en su lugar para una operación. Foto: Alamy
Debido a ello, dejó su vida en manos de un cirujano pese al riesgo que corría. Además de poder sufrir una eminente muerte debido a los cortes, el problema de salubridad también estaba presenta, ya que, durante el procedimiento estándar de los barberos-cirujanos, reutilizar instrumentos sucios de un paciente a otro era una práctica común.
La corte buscó al cirujano Charles-Francois Félix (1635-1703), quien no había realizado nunca ese tipo de operación, así que solicitó al monarca un plazo de seis meses para idear un instrumento específico que le permitiera realizar la cirugía de forma rápida y eficaz.
La historiadora británica Nancy Mittfor relató: "Hasta el momento, los cirujanos habían luchado en vano con dicha enfermedad; y el cardenal de Richelieu había muerto del tratamiento que le habían dado”.
"La gran operación"
Después de meses de ensayar cirugías en los pobladores con esta condición, de los cuales muchos de ellos fallecieron en su intento, el doctor Félix finalmente se sintió lo suficientemente confiado para tomar el bisturí e intervenir al monarca en lo que se llamó "la gran operación" por la importancia del paciente.
“Tomó a varios desgraciados que padecían esta dolencia y los mandó a tomar las aguas en Beréges, que pasaban por sanarlos. Al no curarse nadie, empezó a operar las fístulas en todos los hospitales de París. Perfeccionó un instrumento que se creía que aminoraba el dolor", sostuvo el historiador Georges Bordonove.
Epidemia de fístulas en Francia
La intervención duró unos cuantos minutos. Luis XIV no emitió ni un solo grito. Bordonove contó que, a lo sumo, “en un cierto instante, suspiró”.
Los cortesanos del rey quedaron atónitos porque el monarca pudo recibir embajadores al día siguiente y, a las pocas semanas, ya montaba a caballo de nuevo.
Toda Francia estaba en tal asombro por su veloz recuperación que el hecho conllevó a que la gente de la nobleza comience a desear pasar por las manos y el bisturí que habían tenido el honor de tocar la parte íntimas del rey. Incluso, declararon 1686 como L’annee de la Fistule (Año de la Fístula).
Tras no hallar una cura, la corte decidió convocar al cirujano Charles-Francois Félix. Foto: Wikipedia
"¡Una epidemia de fístulas en Versalles! ¡Y sí, era inevitable! ¡Si se advertía que el rey cogeaba un poco, se cogeaba un poco! Si el rey padecía del ano, todos los cortesanos padecían del ano. Y hacerse operar era más glorioso que una herida de arcabuz en tal o cual campo de batalla", escribió el historiador Michele de Decker.
Según el Perfil, los nobles franceses que fueron "bendecidos" de forma natural con la enfermedad comenzaron a suplicarle al doctor Félix que los operara.
Los menos afortunados tuvieron que arreglárselas usando vendas, fingiendo haber sido víctimas de la misma enfermedad que el rey, quien recompensó a su cirujano con 300.000 libras (equivalentes a US$30 millones actuales). Asimismo, el monarca le otorgó una finca rústica en Moulineaux y le concedió un título nobiliario.
Dios salve al rey
Los pormenores de la exitosa intervención quirúrgica, que sería el paso inicial hacia la medicina moderna, constan en el Journal de la Santé du Roi Louis XIV, que se conserva en la Biblioteca Nacional de París, y los datos más técnicos en el "Tratado de la fístula", editado en 1689 por Louis Le Monnier.
Su popularidad, por si fuera poco, sirvió también para dar origen al himno nacional inglés, cuenta la BBC.
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Uno de los mejores músicos de la época, Jean Baptiste Lully, decidió componer un himno en referencia a la sanación de Luis XIV bajo el título "Grand Dieu sauve le roi" ("Gran Dios salve al rey"), que más tarde se convirtió en el himno de la monarquía hasta la Revolución francesa y la muerte en la guillotina de Luis XVI.
"God save the king" ("Dios salve al rey") ha sido tradicionalmente usada como himno nacional de Inglaterra y sus colonias, además de himno real de la familia real británica.
Al igual que en Francia, otras versiones fueron el himno nacional o real de países como Suecia, Alemania o el Imperio ruso, donde era llamado "Dios salve al zar".