La tensa relación entre Milei y su vicepresidenta Victoria Villaruel se agrava en plena crisis económica argentina
Mientras Milei enfrenta una crisis económica, Villarruel mantiene una agenda propia, aunque su continuidad en el gobierno le permite posicionarse ante posibles cambios políticos en Argentina.
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El distanciamiento entre el presidente de Argentina, Javier Milei, y su vicepresidenta, Victoria Villarruel, ya no es una sospecha, sino una realidad dentro del escenario político argentino. El mandatario la ha calificado en diversas oportunidades como "traidora" en redes sociales, debido a que ella autorizó una sesión en el Senado, instancia que preside. Por su parte, Villarruel respondió con firmeza y le sugirió al presidente que "se comporte como un adulto". La tensión entre ambos es una de las más evidentes desde su llegada al poder en diciembre de 2023, situación que ha generado profundas discrepancias políticas dentro del oficialismo.
En esa línea, La República conversó con la Dra. Ana Natalucci, politóloga de la Universidad de Buenos Aires (UBA), y Juan Negri, politólogo y docente de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT). Ambos expertos analizaron los posibles factores que explican la compleja relación entre Javier Milei y Victoria Villarruel. Desde sus miradas, el vínculo responde a diferencias ideológicas dentro de la extrema derecha argentina, marcada por intereses divergentes que generan disputas internas de poder y una estrategia de equilibrio que se sostiene en plena crisis económica y política.
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Milei y Villarruel: aliados por conveniencia, no por afinidad
Para la politóloga Ana Natalucci, la distancia entre ambos no es nueva ni coyuntural, sino estructural, ya que cada uno representa sectores distintos, lo que permite contener a un electorado diverso dentro del mismo espacio político. En ese sentido, Victoria Villarruel representa a la derecha heredada por la dictadura militar, Javier Milei encarna a una derecha más actual, libertaria y globalizada. "Villarruel es claramente nacionalista, Milei no", expresa Natalucci.
Al respecto, el politólogo Juan Negri considera que "el proyecto político de la vicepresidenta contradice la intención del presidente de tener solamente aliados", lo que habría generado un distanciamiento progresivo entre ambos. Según el especialista, Villarruel solo muestra autonomía en algunos aspectos y "ha presentado una agenda propia", situación que obligó al oficialismo a censurarla. Tanto Natalucci como Negri coinciden en que el distanciamiento entre Milei y Villarruel no es circunstancial, sino consecuencia de tensiones ideológicas o disputas de poder dentro del oficialismo.
¿Una economía en tensión con fractura política?
Pese a que las tensiones entre Milei y Villarruel han sido interpretadas como una fractura política, la politóloga Natalucci señala que su origen está más relacionado con disputas sobre su estrategia económica. Para la especialista, el Gobierno enfrenta mayores desafíos debido al deterioro económico que por diferencias internas. Su afirmación guarda relación con el análisis del Financial Time, la cual indica que aunque la inflación mensual descendió a 1,5% en mayo, por primera vez en cinco años, la anual aún se mantiene en 43,5% y es una de las más altas del mundo.
En ese sentido, Natalucci también señala que el gobierno de Milei ha tomado decisiones que benefician a sectores vinculados a la última dictadura militar, lo que evidencia afinidades ideológicas persistentes. "Hace apenas un mes, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, autorizó que más de una docena de condenados por delitos de lesa humanidad fueran trasladados desde una cárcel de máxima seguridad a otra sin resguardo, como es Campo de Mayo". Esta medida demuestra que, a pesar de los desacuerdos con Villarruel en temas como las jubilaciones, el gobierno mantiene gestos concretos hacia los sectores que ella representa.
La oportunidad de Villarruel en medio de la crisis de Milei
Hasta el momento, la vicepresidenta de Milei no muestra señales de distanciarse formalmente del gobierno. Ante ello, Natalucci, señala que Villarruel no tendría mayores perspectivas políticas por fuera del oficialismo, en especial en cargos ejecutivos. "No tiene futuro, a ella no le conviene renunciar", advierte la politóloga, y aunque despliegue una agenda propia, su continuidad en el cargo le permite estar en posición de asumir, en caso de una eventual salida de Milei, ser la próxima presidenta de Argentina.
En esa misma línea, Negri sostiene que, aunque la vicepresidenta mantiene una agenda diferenciada y ha marcado distancia en ciertos temas, "no representa una amenaza directa" al liderazgo de Milei. Además, agregó que su permanencia en el cargo le permitirá asumir un rol central si Milei pierde apoyo o no concluye su mandato.
División política del oficialismo
Mientras Argentina enfrenta una crisis económica y social, en paralelo se recrea el mapa de las fuerzas políticas. Lo que destacan analistas como Ana Natalucci es la transformación del espacio de la derecha, más allá de los enfrentamientos visibles entre Milei y Villarruel. Según la politóloga, no existe una ruptura entre ambos líderes, sino una "disolución del PRO", partido que antes representaba una derecha democrática y hoy está en una derecha más "radicalizada".
En términos electorales, no parece haber un riesgo inmediato de quiebre. Natalucci es clara al afirmar: "No, y además, no en el corto plazo". Como evidencia de esto, señala que "ayer cerraron las listas para la candidatura de la provincia de Buenos Aires... están todos juntos". La Libertad Avanza, aunque frágil en estructura, "es medio un rejunte y ahora además están rejuntando todo lo que se está partiendo del PRO". Por ello, continúa operando como una coalición funcional. En este marco, Villarruel no representa un sector con la fuerza suficiente para desestabilizar el gobierno.
Desde otra perspectiva, Juan Negri coincide en que no existe una fractura definitiva, pero sí una tensión creciente, marcada por la intención de Villarruel de tener un "juego propio". A pesar de su limitada influencia electoral actual, su distanciamiento podría incidir en escenarios futuros. Sin embargo, enfatiza que "por el momento no cuenta con un caudal electoral importante como para generarle un impacto en la gobernabilidad" al gobierno de Milei.




















