Así se ve la 'tierra de zombis', la calle abarrotada de drogadictos que causan alarma en EE. UU.
Emergencia en Estados Unidos. A plena luz del día, decenas de personas deambulan bajo los fuertes efectos de sustancias que llegan a quemarles la piel y dejarlos inconscientes.
Una grave crisis azota una calle de Estados Unidos. Se trata de la zona denominada como 'tierra de zombis', ubicada en Kensington Avenue, Filadelfia. En este barrio, son decenas las personas que deambulan, sin rumbo aparente, entre la basura y bajo el efecto de potentes drogas como la heroína o el fentanillo.
Allí, a plena luz del día, las personas con problemas de adicción continúan consumiendo e inyectándose sustancias que los dejan encorvadas y hasta desmayadas en el suelo.
En Kensington Avenue, las personas caminan como 'zombis' o se desmayan en la calle. Foto: DailyMail
Sin embargo, esto no es reciente, ya que, en el 2018, The New York Times describió la situación como una calle donde las personas se introducen agujas en los brazos, cuello e, incluso, entre los dedos de los pies. La mayoría de ellas además sufren de problemas financieros, de salud y no cuentan con un hogar.
En este barrio, conocido por ser el “más pobre de la ciudad más pobre de Estados Unidos”, una nueva y barata sustancia amenaza con traer peores consecuencias. Se trata del tranq, la cual provoca daños en la piel tan graves que se asemejan a quemaduras químicas. Estas pueden ocasionar heridas que, con frecuencia, resultan en amputaciones.
Algunas drogas, como el fentanillo, amenazan la vida de personas con adicción en Estados Unidos. Foto: DailyMail
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A esto se suma el fentanilo, compuesto utilizado para potenciar los efectos de otras drogas, por lo que su consumo es hasta 50 veces mayor que la heroína y 100 veces mayor que la morfina. Aunque su uso es legal con receta médica, es vendida a las personas sin ninguna restricción.
Por su parte, los vecinos de esta zona, en su mayoría latinos o afroamericanos, han denunciado la falta de acción de las autoridades ante la situación. Según ellos, no responden a sus múltiples pedidos de ayuda, en lo que consideran como un acto de “racismo institucional”.
De acuerdo con los Centros de Control y Prevención de Enfermedades, al menos medio millón de personas han muerto en las últimas dos décadas por sobredosis de opioides.