El presidente Dmitri Medvédev decretó para el lunes un día de duelo en Rusia por las víctimas de la catástrofe aérea en la región de Smolensk, en la que falleció el jefe del Estado polaco, Lech Kaczynsky. Nota relacionada/ Ver galería. El jefe del Kremlin intervino por la televisión con un emotivo mensaje al pueblo polaco en el que aseguró que esta tragedia ha conmovido a toda Rusia, que hace suyo el dolor de los ciudadanos de Polonia. Medvédev agregó que las autoridades rusas llevarán a cabo junto con las polacas una exhaustiva investigación de la catástrofe, en la que según los últimos datos murieron 96 personas, de las que más de 80 integraban la delegación de Kaczynski. El líder ruso subrayó que Kaczynski se dirigía a la localidad de Katyn para rendir homenaje, "como presidente y como ciudadano de su país", a los miles de militares polacos asesinados en ese lugar por los servicios secretos soviéticos en 1940. Poco antes, Medvédev y el primer ministro ruso, Vladímir Putin, acudieron a la iglesia ortodoxa de la residencia presidencial a las afueras de Moscú, donde rezaron ante las cámaras de televisión y colocaron velas en memoria de Kaczynski y las demás víctimas. Inmediatamente después, Putin se dirigió al aeropuerto para viajar a Smolensk, donde se reunirá con el primer ministro polaco, Donald Tusk, para visitar juntos el lugar de la tragedia. Mientras, el ministro de Situaciones de Emergencias ruso, Serguéi Shoigú, informó desde Smolensk de que ya han sido encontrados las "cajas negras" y grabaciones de las conversaciones de la tripulación del avión siniestrado y que los especialistas procedían a estudiar el registro de las operaciones de vuelo. La tragedia tuvo lugar cerca del aeropuerto militar de Smolensk en medio de una densa niebla después de que el piloto rechazara la sugerencia de desviar el vuelo hasta Moscú o Minsk, la capital de Bielorrusia, según la Fiscalía rusa. El subjefe del estado mayor de la Fuerza Aérea rusa, Alexandr Alióshin, informó a su vez de que los operadores de vuelo detectaron que los pilotos polacos habían descendido a una altura peligrosa cuando el avión de encontraba a 1,5 kilómetros de la pista. Los operadores ordenaron a los pilotos que anularan el descenso y luego que abandonaran la zona y se dirigieran a otro aeropuerto, pero la tripulación desobedeció, dijo el general a la agencia Interfax. Shoigú agregó, por su parte, que el avión, además, se desvió al menos 150 metros de la pista de aterrizaje, se estrelló en un bosque contiguo y quedó "totalmente destruido". "La destrucción de la nave comenzó probablemente por el ala izquierda, que fue hallada a 500 metros del lugar donde están los restos del fuselaje", dijo Shoigú, confirmando así la versión de que el avión tropezó con los árboles. El ministro anunció que los primeros cuerpos de las víctimas serán trasladados hoy mismo en ataúdes al aeropuerto Domodédovo de Moscú, donde se acondicionará un lugar para su identificación por parte de los familiares que lleguen desde Polonia. EFE- Moscú)