Venezuela confirma apoyo de Irán para enfrentar la “piratería y terrorismo” atribuidos a Estados Unidos
La incautación de buques con crudo venezolano en el Caribe por parte de EE. UU. derivó en nuevos acuerdos entre Caracas y Teherán, y pronunciamientos regionales.
- EE. UU. indica que petrolero intervenido servía para “financiar al régimen”, mientras Venezuela denuncia “acto de piratería”
- Rusia y su interés en un país de América Latina para financiar una planta nuclear con alta tecnología que reduzca cortes de luz

El gobierno de Venezuela confirmó que recibió el respaldo de Irán tras la incautación de dos buques con cargamento petrolero en el Caribe, en operaciones atribuidas a fuerzas navales de Estados Unidos. El ministro de Relaciones Exteriores, Yván Gil, informó que su homólogo iraní, Abás Araghchí, ofreció asistencia para enfrentar lo que ambos países califican como “piratería y terrorismo internacional”, tras una conversación telefónica sostenida el viernes.
El anuncio se produjo tras la retención del buque Orix, de bandera panameña, el segundo interceptado en menos de dos semanas. La Cancillería venezolana denunció que el abordaje contraviene el derecho marítimo y afirmó que llevará el caso ante organismos internacionales. Desde Teherán, el Ministerio de Asuntos Exteriores emitió un comunicado en el que condenó la operación naval y reiteró su disposición a brindar apoyo político, técnico y legal a Caracas.
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Estados Unidos investiga millonarias transferencias entre Venezuela e Irán
La relación entre Caracas y Teherán no se limita al respaldo político. Según una investigación publicada por el diario español ABC, agencias federales de Estados Unidos analizan presuntos flujos financieros desde Venezuela hacia estructuras estatales iraníes, incluidos organismos vinculados a la Guardia Revolucionaria. Los reportes señalan posibles transferencias encubiertas a través de empresas públicas y fondos de cooperación bilateral.
El informe estima que el monto transferido superaría los 7.800 millones de dólares en la última década, mediante convenios energéticos y proyectos industriales con escasa trazabilidad. Fuentes de inteligencia citadas en la investigación afirman que estas operaciones podrían haber servido para financiar programas estratégicos de Irán, lo que explicaría el alineamiento entre ambos gobiernos frente a las sanciones impuestas por Washington.
Voces globales cuestionan el despliegue naval en aguas del Caribe
Durante la última semana, gobiernos de América Latina han manifestado inquietud por las operaciones de intercepción en el Caribe. El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, advirtió sobre el riesgo de una “catástrofe humanitaria”, mientras Claudia Sheinbaum, de México, llamó a preservar la estabilidad regional mediante canales diplomáticos. Argentina, Paraguay, Bolivia, Ecuador, Perú y Panamá también respaldaron un pronunciamiento que defiende la integridad territorial de los Estados y el respeto al derecho internacional.
Desde el plano multilateral, China y Rusia expresaron en la ONU su rechazo a medidas que consideraron contrarias al orden jurídico internacional, solicitando una revisión del impacto de las acciones marítimas. Organizaciones de derechos humanos, entre ellas Human Rights Watch, han pedido contención y alertado sobre las consecuencias humanitarias de una escalada sin mediación efectiva.




















