¿Qué pasó con el MAS en Bolivia? Los factores que explican la fractura del principal movimiento de izquierda en el país
Las elecciones en Bolivia entran en su fase decisiva, con dos candidatos de derecha, Samuel Doria Medina y Jorge 'Tuto' Quiroga, liderando los sondeos. En declaraciones a La República, expertos explicaron las razones detrás de este giro político en el país, que marca el alejamiento de la izquierda.
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Las elecciones en Bolivia entran en su recta final. Con menos de una semana por delante, la batalla electoral comienza a delinear a los favoritos de la población y a aquellos con mayores posibilidades de alcanzar una segunda vuelta, en caso de que se dé. Según los sondeos de Ipsos Ciesmori y Captura Consulting, el empresario Samuel Doria Medina, de Alianza Unidad, lidera con poco más del 21%, seguido por el expresidente Jorge "Tuto" Quiroga, de la coalición Libre, con un 20%, ambos representantes de la derecha boliviana. Frente a ello, la opción de izquierda más cercana la representa Andrónico Rodríguez, de Alianza Popular, con apenas un 5,5%.
Rodríguez, quien es descrito por El País como un antiguo delfín político de Evo Morales, ocupa el quinto puesto en las encuestas, lo que podría confirmar las previsiones que auguran una segunda vuelta en Bolivia sin la izquierda, por primera vez desde que se introdujo en la Constitución en 2009. No obstante, los sondeos de opinión en el país altiplánico tienen antecedentes de imprecisión. En el proceso electoral de 2020, por ejemplo, subestimaron el apoyo al actual presidente, Luis Arce, quien ganó las elecciones en primera vuelta con un 55%.
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Para Ricardo Fernández, economista y doctorando en Estadística en la Universidad de Granada, "la posibilidad de una sorpresa de la izquierda no solo existe, sino que está fundamentada en los errores sistemáticos y recurrentes de la demoscopia boliviana". Además, señala que el error ocurrido con Luis Arce en 2020 no fue aleatorio, sino el resultado de un "sesgo a nivel de elección", causado por una subcobertura del electorado rural y un voto oculto en un clima de alta polarización, según recoge Fernández.
La situación del MAS en las actuales elecciones en Bolivia
Estas elecciones se presentan como un cambio de ideología para Bolivia y dejaría al Movimiento al Socialismo (MAS) sin ninguna posibilidad de regresar al poder. Fundado en 1997, el MAS es, hasta el momento, conocido como el movimiento político de izquierda más influyente en Bolivia, surgido como una coalición de movimientos indígenas, campesinos, sindicales y otros sectores sociales, liderada principalmente por Evo Morales y Felipe Quispe. El movimiento alcanzó el gobierno por primera vez en 2005, representado por Morales.
Durante esta jornada electoral, el MAS, ahora partido oficialista, se ve representado por Eduardo del Castillo, quien apenas alcanza el 1,5%, según sondeos de Ipsos, Ciesmori y Captura Consulting. No obstante, dentro de la boleta y los partidos políticos se puede encontrar a más de una figura que formó parte de la historia reciente del partido de izquierda: Andrónico Rodríguez, vinculado con el expresidente Evo Morales; Del Castillo, el candidato del MAS; y Eva Copa, exsenadora del MAS, quien se retiró días antes de la contienda electoral.
El MAS fraccionado por el conflicto interno entre Evo y Arce
El MAS enfrenta una serie de factores en contra que dificultan su consolidación en las elecciones de 2025, siendo uno de sus principales obstáculos la división interna dentro del partido. La fractura entre los sectores leales al presidente Luis Arce y aquellos alineados con el expresidente Evo Morales genera tensiones que debilitan la cohesión del MAS. "Hay facciones muy fuertes en este momento que han prácticamente deshecho al partido", precisa la periodista Fabiola Chambi desde Bolivia.
"La facción oficialista, o lo que queda de ella, está con el presidente Luis Arce, y el candidato que oficialmente entra a la elección con la sigla del MAS es el exministro de Gobierno, Eduardo del Castillo", explica Chambi, quien además indica que Evo Morales representa otra parte del movimiento, aunque no logró completar su inscripción. Una tercera fracción del MAS estaría formada por los androniquistas, un desprendimiento tardío predecible, pero que se presenta "como una candidatura improvisada", según palabras de la periodista.
Un Gobierno del MAS que ha hundido a Bolivia
Otro factor significativo es la decisión de Arce de no postularse para la reelección en 2025. Aunque esta medida fue tomada con el objetivo de evitar una mayor paralización, ha dejado un vacío de liderazgo dentro del MAS. La ausencia de una figura consolidada que pueda aglutinar los esfuerzos del partido ha sido interpretada como una señal de debilidad, lo que dificulta la movilización de su base electoral. Este vacío también incrementó la fragmentación del voto progresista, con la aparición de nuevas figuras como Andrónico Rodríguez.
La crisis económica que atraviesa Bolivia es otro factor que juega en contra del MAS. La gestión de la economía fue uno de los puntos más cuestionados del gobierno de Arce, con una inflación creciente, escasez de combustibles y una deuda externa en aumento. Estos problemas generan descontento entre sectores importantes de la población, que ya no perciben al MAS como la solución. La falta de respuesta efectiva frente a la crisis permitió el crecimiento de la oposición, que promete un cambio en la dirección económica.
Chambi describe la gestión de Luis Arce como "una de las peores en la historia de la democracia moderna", hundiendo al país con factores preocupantes como la inflación, las reservas internacionales y la escasez de combustible. "La situación que estamos viviendo es consecuencia de una pésima administración ejercida por el presidente Luis Arce, quien culpa a todo el mundo y no logra hacerse responsable del desastre en el que estamos", explica la periodista boliviana.
El repunte de una derecha olvidada en Bolivia
Ricardo Fernández explica que el favoritismo en las encuestas hacia Samuel Doria Medina y Jorge Quiroga, ambos candidatos de derecha, responde a una combinación de factores políticos y económicos. "El modelo dependía matemáticamente del excedente de hidrocarburos; sin excedentes, no hay modelo. La caída de la producción de hidrocarburos y el agotamiento de las reservas internacionales se traducen en escasez de dólares, presión inflacionaria y desabastecimiento, con la reducción de los ingresos fiscales para el Estado", señala.
No obstante, Fabiola Chambi observa que, aunque favoritos, el escenario de la derecha es poco prometedor debido a que "no presentan un cambio, no hay líderes nuevos", ya que tanto Doria Medina como Quiroga son figuras ya conocidas por el electorado boliviano, pero que lograron este punto bajo la principal propuesta de "salir de la crisis económica". "Te plantean donde duele, donde necesita escuchar el boliviano. Han tocado lo que necesita el boliviano, que es la crisis económica", detalla Chambi.
Así mismo, Fernández resalta que, pese a este favoritismo, "es metodológicamente plausible que la brecha de 12,8 puntos que hoy separa a Andrónico Rodríguez del segundo lugar sea un artefacto de los mismos sesgos que aún no han sido resueltos por completo, aunque no lo sabemos con certeza. Lo sabremos en las elecciones". Esto se daría a pesar de que los informes técnicos de 2025 de firmas como Ipsos-Ciesmori (2025) y SPIE Consulting (2025) muestran una corrección metodológica al adoptar entrevistas presenciales, indica el especialista.













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