Este país atacó a Estados Unidos, dejó 34 fallecidos y 170 heridos, pero no recibió represalias: hoy tiene el apoyo de Donald Trump y Europa
El 8 de junio de 1967, un buque estadounidense fue atacado por un aliado en medio de la Guerra de los Seis Días. Murieron 34 norteamericanos, pero el gobierno evitó sanciones. Hoy, ese país es un socio clave de EE. UU. y Europa.
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En plena Guerra de los Seis Días entre Israel y sus vecinos árabes Egipto, Jordania y Siria, un episodio trágico marcó la historia militar de Estados Unidos. El buque USS Liberty, un buque espía de inteligencia de la Armada estadounidense, fue atacado en aguas internacionales del Mediterráneo oriental. A pesar de no participar en la guerra, el navío recibió múltiples bombardeos aéreos y torpedeos, dejando 34 soldados muertos y más de 170 heridos.
A casi seis décadas del suceso, el caso sigue generando controversia. Los veteranos sobrevivientes exigen transparencia y apuntan a un posible encubrimiento por parte del gobierno estadounidense. Aunque el país que atacó el barco norteamericano pidió disculpas y pagó una indemnización de 12 millones de dólares, según la empresa estadounidense EBSCO, nunca enfrentó represalias. Al contrario, hoy mantiene un fuerte respaldo de Washington, especialmente bajo la administración de Donald Trump, y un amplio apoyo diplomático de Europa, en la guerra que enfrenta contra Irán y su invasión a la Franja de Gaza.
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¿Qué país atacó a Estados Unidos sin recibir represalias y hoy es apoyado por Donald Trump?
El país responsable del ataque fue Israel. El 8 de junio de 1967, el USS Liberty se encontraba en cercanías de la península del Sinaí, entre Egipto e Israel, cuando aviones de combate Mirage y Super Mystère israelíes iniciaron un ataque sorpresivo contra la embarcación, seguido por lanchas torpederas que lanzaron proyectiles directos al casco del buque.
El resultado fue devastador: de 293 estadounidenses a bordo, 34 miembros de la Armada de Estados Unidos perdieron la vida (31 marineros, dos infantes de marina y un civil de la Agencia de Seguridad Nacional) y al menos 170 resultaron heridos. El ataque se prolongó durante más de una hora. Según denunciaron en 2005 los sobrevivientes del buque, a través de un informe al Departamento de Defensa de los Estados Unidos, parte de sus radios estaban interferidas, impidiendo que pidieran ayuda a sus superiores. Asimismo, señalaron que los aviones israelíes ametrallaron sus balsas salvavidas al ver que abandonaban el barco, considerado esto como un crimen de guerra.
Israel, por su parte, luego del ataque argumentó que confundió el USS Liberty con un buque egipcio. Sin embargo, posteriormente los supervivientes afirmaron que el navío estadounidense portaba grandes banderas y marcas de identificación naval visibles.
A pesar de las pruebas disponibles y de los reclamos de los soldados, el incidente se cerró rápidamente con una indemnización por parte de Israel y sin consecuencias diplomáticas ni militares. En lugar de tensionarse, la relación bilateral se estrechó. Tras el último ataque de Israel a Irán sin previa declaración de guerra, Donald Trump ha reafirmado el apoyo total de su gobierno a Benjamín Netanyahu, reconociendo a Jerusalén como su capital y firmando acuerdos estratégicos. Europa, por su parte, también mantiene lazos estrechos con Tel Aviv en su guerra en Medio Oriente.
¿Por qué Israel atacó el USS Liberty?
Las versiones oficiales sostienen que se trató de un trágico error de identificación. Sin embargo, existen teorías que ponen en duda esa explicación. Documentos desclasificados por la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) y declaraciones posteriores de altos mandos estadounidenses revelan que el USS Liberty no se encontraba en una zona de combate ni representaba amenaza alguna.
Según la versión oficial del país judío, Israel cometió un error y confundió la embarcación estadounidense con uno egipcio. Sin embargo, algunos autores han teorizado que el Israel buscaba evitar que el USS Liberty detectara comunicaciones o maniobras sensibles durante sus ataques a Egipto. En ese sentido, eliminar la nave estadounidense evitaría filtraciones a Europa o a la prensa internacional. Esta hipótesis cobra fuerza considerando que el buque operaba con equipo de inteligencia SIGINT de última generación y estaba monitoreando los movimientos de Israel y Egipto.
Otros plantean que el ataque buscaba provocar un conflicto mayor entre Estados Unidos y Egipto, lo que podría haber llevado a una intervención militar directa contra los países árabes. Sin embargo, esto nunca ha sido confirmado.
Sobrevivientes denuncian encubrimiento del gobierno de EE. UU
Los miembros de la Asociación de Veteranos del USS Liberty han acusado durante años al gobierno estadounidense de silenciar el caso. Según ellos, la investigación oficial de la Marina fue superficial y presionada políticamente. Documentos internos señalan que altos funcionarios pidieron archivar el caso rápidamente para evitar una crisis con Israel.
Ward Boston, abogado principal en la Corte Naval que investigó el incidente, reveló en 2002 que el informe fue manipulado por el Pentágono para absolver a Israel. Afirmó que el ataque fue deliberado y que la administración de Lyndon B. Johnson se negó a responder militarmente. Los testimonios de los sobrevivientes respaldan esta versión.
Años más tarde, organizaciones como la Asociación de Veteranos del USS Liberty siguen pidiendo al Congreso de Estados Unidos una nueva investigación. Además, apelan al reconocimiento oficial del hecho como un ataque deliberado por parte de Israel. Aunque el caso sigue sin resolverse, el vínculo entre ambos países permanece firme.
