Vladimir Putin llama a presionar a las compañías extranjeras que aún mantienen operaciones activas en Rusia
Durante un foro en el Kremlin, el presidente ruso instó a "estrangular" a estas compañías y criticó sus actividades en territorio ruso, aunque destacó que ninguna ha sido expulsada del país.
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Durante un foro empresarial celebrado en el Kremlin, Vladimir Putin lanzó un contundente mensaje contra las empresas occidentales que siguen presentes en territorio ruso. El presidente aseguró que Rusia debe actuar sin reservas y con reciprocidad ante lo que consideró una ofensiva económica en su contra, instando directamente a “estrangular” a compañías como Zoom o Microsoft.
Putin respondió a la intervención de un participante del foro que propuso restringir las actividades de empresas extranjeras que no han abandonado completamente el país. El mandatario fue enfático: “Necesitamos estrangularlas. Estoy totalmente de acuerdo. Lo digo sin complejos porque están intentando estrangularnos."
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Putin acusa a Occidente de querer sofocar a Rusia
En su intervención, Putin subrayó que Moscú no ha expulsado a ninguna compañía extranjera y que muchas de ellas operaron durante años en condiciones favorables dentro de Rusia.
La declaración del jefe del Kremlin llega en un contexto de creciente aislamiento económico tras las sanciones impuestas por Estados Unidos, la Unión Europea y otros aliados desde el inicio de la guerra Rusia Ucrania en febrero de 2022. Las medidas han afectado sectores clave de la economía rusa, como la exportación de petróleo, tecnología y componentes industriales.
Putin también hizo un llamado a reducir el uso de software y servicios extranjeros en el país, promoviendo el uso de alternativas locales como Yandex y VK. Calificó el uso continuado de programas occidentales como un “mal hábito” que debe abandonarse: “No estoy bromeando. Es en serio”, advirtió.
Fragilidad interna condiciona la postura del Kremlin
Pese a su retórica desafiante, la presión interna comienza a ser un factor clave para Moscú. De acuerdo con un análisis del Instituto Real de Servicios Unidos (RUSI), Rusia enfrenta dificultades crecientes para mantener su esfuerzo bélico. Las reservas de armamento de la era soviética se están agotando, y la producción militar nacional enfrenta limitaciones tanto materiales como logísticas.
El analista Jack Watling señaló que Rusia podría sostener su actual estrategia durante un máximo de dos campañas militares adicionales. Sin embargo, para prolongar operaciones ofensivas más allá de 2026, el Kremlin necesitaría una movilización forzosa, lo que implicaría enormes desafíos políticos y económicos.
Según CNBC, Moscú estaría planeando una nueva ofensiva durante el verano para fortalecer su posición en el sur y este de Ucrania. El objetivo sería consolidar las ganancias territoriales y aumentar su margen de maniobra en futuras negociaciones.
Frente a esta situación, el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, ha reiterado que solo un aumento de las sanciones internacionales podría forzar a Rusia a considerar un alto al fuego. “La causa de que la guerra se alargue está en Moscú”, afirmó tras una noche de intensos ataques aéreos.
China, actor clave en el suministro militar a Rusia
Mientras las sanciones occidentales buscan debilitar la capacidad de guerra de Rusia, Ucrania acusa a China de apoyar secretamente a Moscú. El jefe del Servicio de Inteligencia Exterior ucraniano, Oleg Ivashchenko, declaró que su país tiene pruebas concretas del suministro de componentes esenciales para uso militar desde el régimen chino.
Ivashchenko indicó que 20 plantas militares rusas están utilizando estos insumos para la producción de armamento empleado en el conflicto. Beijing ha mantenido una postura pública de neutralidad, pero estas revelaciones contradicen su narrativa diplomática.
Este respaldo encubierto ha permitido a Rusia sortear algunas de las restricciones impuestas por Occidente, reforzando su capacidad bélica en momentos de tensión máxima tanto en el frente militar como en el plano económico.
























