Nueva medida de Trump en EEUU: agencia de la ONU colaborará con el gobierno para implementar el programa de 'autodeportación' de inmigrantes
La administración Trump inició un programa de autodeportación que ofrece incentivos económicos a inmigrantes indocumentados para que dejen Estados Unidos, con la OIM, agencia de la ONU, como responsable de su implementación.
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El presidente Donald Trump ha vuelto a centrar la atención en su política migratoria tras anunciar un nuevo programa de autodeportación que busca reducir el número de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos. La medida contempla un incentivo de mil dólares para quienes decidan irse voluntariamente y no tengan antecedentes penales. Como novedad, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), un organismo dependiente de la ONU, se encargará de ejecutar el plan, asegurando que el proceso se lleve a cabo de forma segura y digna, según información de The Washington Post.
La participación de la OIM en esta iniciativa ha generado controversia, ya que históricamente la organización ha defendido los derechos y la seguridad de las personas inmigrantes en todo el mundo. Según indicó en un comunicado, la OIM solo apoyará "retornos voluntarios asistidos" y no deportaciones forzadas. Sin embargo, organizaciones de derechos humanos y abogados de inmigración alertan que el programa impulsado por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y la app CBP Home podría presionar a las personas a abandonar el país bajo amenazas de sanciones y sin asesoría legal adecuada.
Incentivos económicos para inmigrantes y nuevas estrategias de salida voluntaria de Estados Unidos
El programa de autodeportación ofrece una compensación de 1.000 dólares a inmigrantes sin antecedentes que opten por regresar a su país por cuenta propia. Según datos extraoficiales, cerca de mil personas ya han solicitado información sobre el proceso, que se gestiona inicialmente a través de CBP Home, una aplicación desarrollada por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza. El DHS confirmó que la medida busca facilitar una salida ordenada y disminuir la presión sobre los tribunales de inmigración.
La administración Trump ha calificado la iniciativa como una "oportunidad histórica" para que los inmigrantes indocumentados salgan con dignidad y con la posibilidad de regresar en el futuro de manera legal. Sin embargo, especialistas legales advierten que las promesas de retorno pueden ser engañosas. Según la ley federal, quienes hayan vivido sin estatus migratorio durante más de un año no pueden regresar legalmente a Estados Unidos durante una década, incluso si abandonan el país voluntariamente.
Preocupaciones de los inmigrantes en Estados Unidos
Además del incentivo económico, los inmigrantes enfrentan advertencias explícitas en los materiales promocionales del programa: quienes no acepten la oferta podrían ser deportados de forma inmediata y multados con 998 dólares diarios por cada día de estadía tras una orden de salida. Esta combinación de amenazas ha generado un clima de temor, especialmente entre quienes tienen solicitudes de asilo pendientes o están en proceso de regularización.
Abogados de inmigración han expresado su preocupación por la falta de garantías procesales en el marco del programa. Si una persona decide salir mientras su caso aún está activo en los tribunales, podría recibir una orden de expulsión en ausencia, lo cual complicaría su situación legal y bloquearía futuras oportunidades migratorias. Además, no está claro si el DHS informará a los jueces de inmigración sobre las salidas voluntarias, una omisión que podría tener consecuencias legales severas.
El rol de la OIM en la 'autodeportación' de inmigrantes de Estados Unidos
La implicación de la OIM en el programa representa una novedad. Aunque la agencia ha ayudado a repatriar a más de 1,5 millones de personas en las últimas décadas, nunca antes había participado en una iniciativa de este tipo en Estados Unidos. Durante gobiernos anteriores, la OIM criticó duramente programas como “Quédate en México”, calificándolos de inhumanos. Ahora, bajo un nuevo enfoque, deberá operar como "socio implementador" del DHS.
La organización ha indicado que su misión es asegurar que las personas que decidan regresar lo hagan con acceso a información clara, orientación y asistencia logística, como boletos de viaje y ayuda con documentación. Sin embargo, no está confirmado si esos mismos servicios estarán disponibles para los inmigrantes en Estados Unidos. La falta de detalles concretos y la presión comunicacional del gobierno han generado inquietud sobre si se respetará el principio de voluntariedad.