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Las cinco personas más ricas del mundo duplicaron su fortuna tras la pandemia

Desigualdad. Un informe de Oxfam revela que en los últimos cuatro años, en medio de la crisis del COVID-19, la guerra y la inflación, la fortuna conjunta de Elon Musk, Jeff Bezos y otros multimillonarios creció un 114%, mientras que el 60% más pobre de la población mundial se empobreció aún más.

Desde el 2020, las personas más ricas aumentaron su fortuna. Foto: difusión
Desde el 2020, las personas más ricas aumentaron su fortuna. Foto: difusión

Fueron malos años para el mundo. Por la pandemia, que paralizó la economía y dejó más de 20 millones de muertos. Por la guerra entre Rusia y Ucrania, que disparó los precios de los alimentos y la energía. Y por el aumento del coste de vida, que golpeó, sobre todo, a los países más pobres, entre ellos varios latinoamericanos.

Los últimos cuatro años, de marzo de 2020 en adelante, fueron malos para casi todos. Excepto para ellos: los dueños de las grandes multinacionales. Los más ricos del mundo.

El informe Desigualdad S. A., que Oxfam Internacional presentó hace unos días, durante el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, reveló un dato alarmante: de marzo del 2020 a noviembre del 2023, la fortuna conjunta de los cinco hombres más adinerados del planeta pasó de US$405.000 millones a US$869.000 millones, es decir, tuvo un aumento de 114%.

Mientras la mayor parte de las personas sufría para costear sus necesidades básicas, Elon Musk, el hombre que encabeza la lista de los más ricos del mundo, veía su fortuna crecer un 737%. Bernard Arnault, dueño de LVMH, el imperio más grande de marcas de lujo, y segundo en el ranking, aumentaba la suya en un 111%. Y lo propio ocurría con las fortunas de los tres magnates que completan la lista: Jeff Bezos, el dueño de Amazon; Larry Ellison, propietario de la tecnológica Oracle; y Warren Buffet, cabeza de la firma de inversión Berkshire Hattaway.

En general, todos los dueños de fortunas que superan los mil millones de dólares –unas dos mil personas en el mundo, según la lista de Forbes– vieron crecer su riqueza conjunta en US$3.300 millones, un aumento de un 34%, de acuerdo con el análisis realizo por Oxfam.

Mientras que, en este mismo período, el 60% más pobre de la población mundial no se enriqueció, sino que se empobreció aún más.

En su informe, Oxfam observó que harían falta 230 años para erradicar la pobreza. Sin embargo, al ritmo que crece la fortuna de los cinco hombres más ricos del mundo, harán falta solo diez años para que veamos aparecer al primer billonario: una persona que tendrá una fortuna de 1 millón de millones de dólares.

Ganancias récord

–El informe revela que se sigue produciendo una superconcentración de la riqueza en manos de muy pocos, mientras que la mayor parte de la población se sigue empobreciendo –dice Susana Ruiz, coordinadora de Justicia Fiscal de Oxfam Internacional–. Este dato nos tiene que alertar sobre una tendencia que está ocurriendo a futuro y sobre la preocupación de tener sociedades cada vez más polarizadas.

De acuerdo con el reporte, solo entre 2021 y 2022 las compañías más grandes del mundo disfrutaron de un crecimiento del 89%. Eso no es todo. Los datos de Oxfam mostraban que el 2023 estaba a punto de romper los récords como el año más rentable de la historia. En la lista de las 148 empresas con mayores ganancias el año pasado, figuraban 14 de petróleo y gas –en plena emergencia climática–, 22 del sector financiero y 11 farmacéuticas. Estas últimas ganaron más de US$41.000 millones de beneficios extraordinarios solo en el 2022.

–Estas cifras revelan que no es que los altos precios se hayan debido solamente a una crisis de acceso de materias primas –dice Susana Ruiz–, sino que, intencionadamente, los empresarios se han subido extraordinariamente sus márgenes de ganancia. Y los beneficios no se han distribuido equitativamente. De cada 100 dólares de ganancia, 82 han ido a parar a los bolsillos de los grandes accionistas.

La vocera de Oxfam observa que muchas empresas, como, por ejemplo, Amazon, el gigante del comercio electrónico, crecen a expensas de los bajos sueldos y las malas condiciones laborales que reciben sus trabajadores, además de cuestionables beneficios fiscales.

–Amazon es una empresa que genera una riqueza muy grande para que, luego, su dueño [Jeff Bezos] use ese dinero para comprarse el yate más lujoso o para dar un paseo de 15 minutos por el espacio –dice Ruiz.

Una de las advertencias más severas que hace el informe de Oxfam es sobre el enorme poder que han adquirido los monopolios, que les permite controlar los mercados, establecer los términos de intercambio y obtener beneficios sin temor a perder negocio.

“No se trata de un fenómeno abstracto, sino de una realidad que nos afecta a todos y todas de muchas maneras: influye en nuestros salarios y determina los alimentos y las medicinas que podemos permitirnos pagar”, señala.

¿Qué hacer? El documento Desigualdad S. A. les propone a los Gobiernos varias medidas, enfocadas, sobre todo, en 1) fortalecer al Estado –“el mejor baluarte para contrarrestar el poder empresarial y para corregir las deficiencias del mercado”–, 2) regular el sector privado, acabar con los monopolios y aumentar impuestos a los más ricos y a sus empresas y, finalmente, 3) reinventar el modelo empresarial.

“Adoptar modelos de propiedad y de gobernanza democráticos [...] no solo podría ayudar a abordar las desigualdades en términos de distribución de la riqueza, sino que también serviría para favorecer las decisiones empresariales en base a las cuestiones que resulten importantes para la sociedad”, plantean en el documento.

Hay que cambiar drásticamente el modelo –dice Susana Ruiz–. El modelo empresarial no tiene que responder necesariamente a la codicia, a la presión que ponen los grandes accionistas. Podemos pensar en modelos empresariales en los que haya una distribución mucho más equitativa de las ganancias que se van generando. Y en los que el poder no solo esté en una élite pequeñita, sino que haya una participación de los trabajadores en las decisiones que marcarán el futuro de la empresa.

Debemos regular los monopolios y gravar las fortunas

Pedro Francke, exministro de Economía

Lo que mueve a estos multimillonarios es la esencia misma del capitalismo, que es la acumulación de la riqueza. La otra razón es el poder que les da esta riqueza. Poder para comprar aviones privados, yates, pero también para comprar personas, comprar políticos, jueces, periodistas... Cuando alguien tiene una fortuna de mil millones de dólares, las posibilidades de comprar este tipo de cosas son muy grandes.

Es como un círculo vicioso, los multimillonarios tienen mucho dinero y mucho poder y con ese poder mueven las reglas de la política a su favor. Promueven las campañas de candidatos a congresistas y presidentes para luego, una vez que estén en el poder, cobrarles esos favores. El ejemplo más claro que hemos tenido son los 3,6 millones de dólares que le dio Dionisio Romero en maletines a Keiko Fujimori.

Para enfrentar el problema de esta gran desigualdad necesitamos, desde lo económico, por un lado, medidas tributarias, por ejemplo, fijando impuestos a las grandes fortunas y, por otro lado, regular el poder de los monopolios, en todos los ámbitos, desde las medicinas y las vacunas hasta las nuevas tecnologías de la información.