¿Quién es Emma Reyes, artista colombiana a la que Google homenajea hoy?
Emma Reyes fue una de las artistas más importantes de Latinoamérica durante el siglo XX. La infancia de esta colombiana fue particularmente triste. Conoce todos los detalles de su historia en la siguiente nota.
Este 9 de julio, Google le rinde homenaje a Emma Reyes, una de las pintoras y escritoras más importantes de la América Latina del siglo XX, por medio de un Doodle lleno de vida e inocencia como sus obras. La artista colombiana enterneció a un país entero con "Memoria por correspondencia", una serie de cartas en las que narra, de manera muy natural y sin reproches, cómo su infancia estuvo rodeada de abandono, soledad y altas cuotas de imaginación. Por otro lado, sus pinturas son un reflejo de la riqueza cultural de Colombia y la vida cotidiana de sus habitantes. Estas la convirtieron en una destacada personalidad dentro del ámbito artístico.
¿Quién es Emma Reyes, la niña del convento?
Emma nació en Bogotá el 9 de julio de 1919. No se tiene información de sus padres, salvo que la abandonaron por motivos que se desconocen. Los cinco primeros años de su vida, ella y su hermana mayor, Helena, estuvieron bajo el cuidado de la señorita María hasta que esta decidió dejarlas en un convento.
El convento de María Auxiliadora, en Bogotá, se convirtió en su hogar y refugio hasta los 19 años. Su infancia transcurrió junto a otras niñas, igual de pobres y solas que ella. Allí, ejercían el oficio de costureras, pues para que la institución pudiera solventar a tantas huérfanas fungía de taller de costura. Aunque se brindaban clases de lectura y escritura los domingos, a la autora colombiana, paradójicamente, nunca le pareció importante aprender. Se mantuvo analfabeta hasta los 19 años, edad en la que logró escapar del monasterio.
"Esa infancia se pasó en un convento sin salir nunca. En un mundo absolutamente de sueño, de abstracción, porque todo lo que pasaba fuera del convento lo denominábamos 'el mundo', como si estuviéramos en otro planeta. Naturalmente, eso desarrolló en nosotras una enorme imaginación. Nuestra imaginación se enloqueció, imaginándonos inclusive que los árboles eran de otro color y la gente de otra forma, y fue tal la angustia de lo que estaba afuera que yo decidí escaparme un día", contó Reyes en una entrevista con Gloria Valencia de Castaño en 1976, durante el programa de televisión "Gloria 9:30".
Emma Reyes, una artista en la adversidad
Huyendo de Colombia, en busca de trabajo y un nuevo inicio, llegó a Argentina. El destino quiso que se encontrara con Guillermo Botero Gutiérrez, un escultor caldense, quien le ofreció buscarle un empleo y le otorgó posada en el "rancho de Gonzalito", el taller de Armando Gonzáles, un artista que se encontraba en Chile en aquel momento.
El amor entre Botero y Emma llegó tan rápidamente como se fue. Se conocieron, se enamoraron, se casaron y se divorciaron. Todo en tiempo récord. Lo cierto es que Guillermo la amó muy poco y la soltó pronto. "No sé por qué me dio por casarme. Me casé por lo civil en un pueblecito de vacas de leche y quesos", señala el escultor en sus memorias.
Su legado se compone de más de 150 obras, entre pinturas, ilustraciones y dibujos. Foto: Libros del Zorro Rojo
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Ya divorciada, la colombiana ganó una beca de arte en París, y, sin pensarlo dos veces, se secó las lágrimas ocasionadas por el desamor y se embarcó rumbo a la ciudad de las luces. Allí, enfermaría y tendría que ser atendida por el médico Jean Perramart, su futuro esposo y gran amor. Emma pasó tres años en aquella ciudad como becaria antes de ir a Washington, donde fue contratada por la Unesco para crear cartillas de alfabetización destinadas a América Latina.
"El tema de ella fue la gente común y corriente. Si bien hizo muchos bodegones, algunos paisajes, el tema fundamental es la gente de la calle. Hizo un dibujo figurativo con algo de abstracción. Sus pinturas son como dibujos coloreados. Es la estructura fundamental que, ella misma decía, derivó de su experiencia con las monjas haciendo bordados", manifestó el crítico de arte, Álvaro Medina, sobre las obras de Reyes.
Su obra es catalogada como naif por su espontaneidad e inocencia. Foto: El Café Latino
Después de residir una temporada en Italia, en donde vendía sus cuadros y trabajaba como chofer, decidió mudarse a Francia, lugar en el que viviría hasta su muerte. En ese país, se dedicó al arte y a ser "madrina" de los artistas colombianos que llegaban a un desconocido país europeo a probar suerte.
"Memoria por correspondencia"
Emma Reyes tenía como confidente al historiador Germán Arciniegas, a quien le envió veintitrés cartas en la que expresaba lo infeliz y cruda de su infancia. En 1969, después de leer la primera misiva, su amigo, profundamente conmovido, decidió mostrarle el escrito a Gabriel García Márquez, quien animó a Reyes a continuar escribiendo.
Germán Arciniegas fue íntimo amigo y confidente de Emma Reyes. Foto: HoyEsArte
La correspondencia se mantendría hasta 1997. Durante este tiempo, Arciniegas obtuvo el permiso de la autora para publicar su obra tras su muerte. Así, "Memorias por Correspondencia", obra que retrata los pesares de su niñez, es publicada por primera vez en Colombia en 2012.