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Ola de violencia en Ecuador: 10 personas fueron asesinadas durante ataque armado en Guayaquil

El aumento de la violencia ha desatado una profunda preocupación en Ecuador. Según analistas, estos hechos parecen haber rebasado el control de las fuerzas del orden.

Se trata del segundo hecho violento de este mes en Guayaquil. Foto: ABC
Se trata del segundo hecho violento de este mes en Guayaquil. Foto: ABC

Diez personas fueron asesinadas y otras dos resultaron heridas en un ataque armado ocurrido en la noche del sábado en la ciudad costera de Guayaquil, informó este domingo la Fiscalía General del Estado.

En su cuenta de Twitter, el Ministerio Público informó que abrió, de oficio, una investigación previa "por el asesinato de 10 personas, tras un ataque armado, suscitado la noche de este sábado en las calles Gómez Rendón y la 14, al suroeste de Guayaquil".

Anotó que, con apoyo de la Policía, levantó varios indicios en el lugar, entre ellos un arma de fuego (tipo fusil) y otras de 9 milímetros, entre otras evidencias.

"Se realizan operativos de ubicación de los presuntos causantes del ataque, sin que existan personas detenidas", apuntó la Fiscalía, mientras que la Policía ha ofrecido proporcionar más detalles sobre el hecho en las próximas horas.

Se trata del segundo caso violento en la costa ecuatoriana este mes, luego del ocurrido el pasado 11 de abril, cuando un grupo armado abrió fuego contra pescadores que cumplían sus labores habituales en un puerto de Esmeraldas y dejó nueve fallecidos.

Oleada de violencia

El Gobierno del conservador presidente Guillermo Lasso ha comenzado a considerar como terrorismo las últimas acciones perpetradas por el crimen organizado, como la matanza en Esmeraldas.

De acuerdo con las autoridades, este ataque se produjo supuestamente por un enfrentamiento entre bandas criminales por el control del lugar, y en represalia a la decisión de los pescadores de aceptar la extorsión de la banda rival para brindarles seguridad a cambio de dinero.

Asimismo, el jueves pasado se produjo una emboscada a un transporte de militares por parte de hombres armados, en la que murieron dos personas, entre ellas un oficial de la Armada ecuatoriana, supuestamente a raíz de los operativos antidrogas realizados en el terminal portuario de Posorja.

Estas acciones se concentran particularmente en las zonas costeras del país, donde Ecuador ha ganado peso en las rutas internacionales del narcotráfico para llevar grandes cantidades de cocaína hacia Norteamérica y Europa desde sus puertos, especialmente el de Guayaquil.

La oleada de violencia ha desatado una profunda preocupación de la población que desde hace dos años ha visto proliferar noticias de asesinatos que a diario resuenan en los medios de comunicación y que, según analistas, parecen haber rebasado el control de las fuerzas del orden.

Terrorismo, amenaza para el país

El pasado viernes, el ministro ecuatoriano de Defensa, Luis Lara, aseguró que las Fuerzas Armadas han reforzado sus operaciones después de que el Consejo de Seguridad Pública y del Estado (Cosepe) declarara al terrorismo como amenaza para el país y recomendara el uso de armamento letal contra el crimen organizado.

Lara detalló que se han intensificado las operaciones militares "en las zonas más conflictivas del territorio nacional para combatir y erradicar a los grupos criminales y sus aliados que cometen atentados terroristas y masacres, cumpliendo los protocolos y normas del derecho internacional y las disposiciones legales vigentes".

"Pueden estar seguros de que en las acciones contra los actos terroristas no vacilaremos en poner en práctica toda la capacidad, experiencia y profesionalismo de nuestros soldados. Es hora de decir basta a los criminales y sus aliados", manifestó Lara.

Lara consideró que el objetivo de estos grupos criminales "no solo es mantener sus turbios negocios, sino socavar los fundamentos de la democracia y el Estado de derecho, con la complicidad de intereses políticos y económicos".

Asimismo, el ministro recalcó que las acciones del crimen organizado, consideradas como terrorismo por el Gobierno ecuatoriano, "incluyen no solo a quienes las promueven, sino también a quienes las ejecutan y a sus cómplices, que se encargan de protegerlos y de lavar sus dineros o dar asistencia logística".