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Mujer muere atragantada con su comida mientras esperaba pena de muerte

Autoridades japonesas confirmaron el deceso de la criminal, quien en 2009 mató a 2 hombres que les debía dinero.

La mujer japonesa fue trasladada a un hospital, pero falleció a las horas. Foto: EyeEm
La mujer japonesa fue trasladada a un hospital, pero falleció a las horas. Foto: EyeEm

Miyuki Ueta, una mujer japonesa de 49 años, murió el último sábado por asfixia debido a que se atragantó con su almuerzo en su celda en el centro de detención de Hiroshima, informaron medios locales a través del Ministerio de Justicia de Japón.

De acuerdo a Japan Times, el incidente ocurrió alrededor de las 4.20 p. m. (hora local). La mujer habría perdido el conocimiento, por lo que el personal del centro penitenciario intentó retirarle la comida de la boca y procedió con maniobras de auxilio, pero no tuvieron éxito. Aproximadamente, dos horas más tarde se confirmó su fallecimiento

Miyuki Ueta murió atragantada en su celda en del centro de detención de Hiroshima. Foto: TOKYO REPORTER

Miyuki Ueta murió atragantada en su celda en del centro de detención de Hiroshima. Foto: TOKYO REPORTER

Autoridades japonesas señalaron que la causa de la muerte de la mujer, quien venía tomando medicina por distintas enfermedades, fue la asfixia. Unos cuatro días antes había tenido que ser trasladada a un centro médico porque sufrió de un desmayo durante su comida.

Asesinatos de Miyuki Ueta

Miyuki Ueta fue una exempleada de un bar, donde drogó y ahogó a un camionero llamado Kazumi Yabe, de 47 años, en abril de 2009. Medio año después hizo lo mismo con el dueño de una tienda de productos electrónicos, Hideki Maruyama, de 57 años.

La mujer mató en dos personas en 2009, por lo que se le condenó a pena de muerte. Foto: Nypost

La mujer mató en dos personas en 2009, por lo que se le condenó a pena de muerte. Foto: Nypost

Además de drogar con pastillas a sus víctimas, les robaba antes de deshacerse de sus cuerpos. Investigaciones sobre el caso revelaron que la mujer les debía dinero a ambos hombres, por lo que los tribunales la acusaron de homicidio múltiple para evitar saldar sus deudas.

A pesar de que Ueta siempre se consideró inocente, en julio de 2017 la Corte Suprema de Japón la sentenció a muerte a la mujer, ya que cometió “crímenes crueles y premeditados basados en intenciones firmes de matar”, detallando que tiene una “responsabilidad penal grave”.