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Francisco Varela Pérez, el violador y asesino de menores que aterrorizó a Chile

El vagabundo era un adicto al vino. ‘El viejo del saco’ fue condenado a pena de muerte y su apodo es muy usado por las madres para atemorizar a los hijos desobedientes.

Fue considerado uno de los más despiadados criminales de la historia policial chilena, eternizando la leyenda del “viejo del saco”. Foto: Archivo del Poder Judicial de Chile
Fue considerado uno de los más despiadados criminales de la historia policial chilena, eternizando la leyenda del “viejo del saco”. Foto: Archivo del Poder Judicial de Chile

Francisco Varela era un vagabundo de 52 años que marcó una de las historias criminalistas más populares de la década de los 50 en Chile. El indigente confesó haber violado al menos a 20 niños luego de beber vino. Al mes, abusaba de uno a dos menores. Tras dos años de juicio, fue sentenciado a pena de muerte.

Uno de los detalles que ayudaron a las autoridades a encontrarlo y reconocerlo como el autor de todos esos crímenes fue la carencia de su mano derecha. Pese a la falta de tecnología de la época, los rastros en el cuerpo de las víctimas y la declaración de un joven que se salvó del crimen concluyeron que el asesino era zurdo.

Fue en 1950 cuando inició el urbanismo en Santiago de Chile, muchos emigraron y la pobreza seguía creciendo. Había muchos indigentes, pero no solo en las calles, sino también en otras áreas y bajo las condiciones más deplorables. Eran los cadáveres de niños en los desagües, los pastizales y callejones los que daban ese aire insalubre. Pero ¿quién era el autor de esos crímenes?

¿Quién era Francisco Varela Pérez?

Francisco Varela Pérez también era conocido como “el monstruo”, “vampiro negro” y “el chacal de Carrascal”. Foto: Archivo del Poder Judicial de Chile

Francisco Varela Pérez también era conocido como “el monstruo”, “vampiro negro” y “el chacal de Carrascal”. Foto: Archivo del Poder Judicial de Chile

Francisco Varela Pérez nació en Hierro Viejo, Coquimbo, en Chile, en 1902. Venía de una familia humilde y afectada por la crisis económica del país durante la Primera Guerra Mundial. A su corta edad, tuvo responsabilidades, como salir a ganar dinero o comida para llevar a casa. Sobre su juventud no se sabe mucho, más que el mismo ritmo de vida que llevaba desde pequeño: el ser indigente.

Sobre su aspecto, solo tenía la mano izquierda, motivo por el cual lo denominaron el ‘manco Varela’. Asimismo, paraba con harapos, era canoso y mostraba un rostro cansado debido al excesivo consumo de alcohol a diario.

La última víctima del ‘manco Varela’

Difusión del dibujo de un niño en diarios y en cines, quien más tarde sería identificado como Luis Gastón Vergara Garrido. Foto: Archivo del Poder Judicial de Chile

Difusión del dibujo de un niño en diarios y en cines, quien más tarde sería identificado como Luis Gastón Vergara Garrido. Foto: Archivo del Poder Judicial de Chile

Fue el 16 de abril de 1954 que el asesino Varela concretó su último crimen en Santiago de Chile. La víctima era un niño de 6 años. Para lograr tener mayores detalles, la Policía difundió un dibujo del menor en diarios y hasta en cines. Así es que varios vecinos lo reconocieron y ayudaron con sus declaraciones.

El niño fue identificado como Luis Gastón Vergara Garrido, conocido como ‘Luchito’, quien ese día se había escapado de su hogar tras las fuertes discusiones de sus padres, sin imaginar que nunca más regresaría. Pero ¿quién fue el responsable de ese horrendo asesinato?

“Su ropa contenía uñas, canas y otros rastros de ADN. Concluyeron que era un hombre de unos 50 años, aproximadamente, robusto y que tenía una particularidad: solo usó el brazo izquierdo durante el ataque”, se conoce en una nota publicada en el canal de YouTube del Poder Judicial de Chile.

Frente a las limitaciones tecnológicas, como señaló el abogado e historiador chileno Cristóbal García-Huidobro, la Policía de Investigaciones comenzó a arrestar a varios indigentes del barrio Carrascal, en Quinta Normal. Aproximadamente, 40 de ellos fueron detenidos temporalmente hasta obtener sus declaraciones sobre “si eran zurdos, si se cortaban las uñas”, declaró al noticiero estatal del Poder Judicial.

El fin del vagabundo asesino

Mientras la Policía realizaba el interrogatorio, un joven de 17 años se acercó a denunciar un intento de violación por parte de un hombre harapiento y sin mano derecha. Inmediatamente, las autoridades empezaron la búsqueda en la zona de Carrascal hasta encontrar a Francisco Varela.

Francisco Varela fue buscado y encontrado en la zona de Carrascal. Foto: Archivo del Poder Judicial de Chile

Francisco Varela fue buscado y encontrado en la zona de Carrascal. Foto: Archivo del Poder Judicial de Chile

Se le realizaron exámenes de ADN y un largo interrogatorio durante tres días. “Lo vieron tan borracho que le dieron vino para que no entrara en shock. En un comienzo negó los hechos, pero después confesó que había violado al menos a 20 personas”, señalaron las autoridades del Poder Judicial.

Este sujeto trató de justificar sus delitos sexuales diciendo que las mujeres no le harían caso por su aspecto, así que buscaba a niños vulnerables. Asimismo, declaró haber violado de uno a dos niños por mes, y que la cifra era baja por su vejez.

Nunca se pudo determinar el número real de sus víctimas, ya que el sujeto estaba constantemente emigrando a diferentes ciudades del país.

Valera Pérez, también conocido como ‘el monstruo’, ‘vampiro negro’ y ‘el chacal de Carrascal’, fue sentenciado a pena de muerte, luego de dos años de juicio.

Un personaje temido por los niños

Ejemplos de madres que usaron al “Viejo del Saco” como referencia para atemorizar a los hijos que no obedecían. Foto: Biblioteca Nacional de Chile

Ejemplos de madres que usaron al “Viejo del Saco” como referencia para atemorizar a los hijos que no obedecían. Foto: Biblioteca Nacional de Chile

Como mencionan las autoridades del Poder Judicial en su canal de YouTube, con la muerte de Francisco Varela Pérez concluyó “la historia de uno de los más despiadados criminales de la historia policial chilena, eternizando la leyenda del viejo del saco”.

Esta historia fue tan popular que, incluso, algunas madres de familia lo usaban como referencia para atemorizar a los niños que desobedecían. Algunos de estos ejemplos fueron compartidos por Víctor Rojas, en su artículo “El viejo del saco”, el cual se encuentra en la Biblioteca Nacional de Chile. Ahí se pueden ver frases como “Si no te tomas la sopa al tiro voy a ir donde el Viejo del Saco a avisarle”, “Si se portan mal, pum, les echo al Viejo del Saco”, entre otras.