Compras de pánico y desesperación en supermercados rusos tras impacto de sanciones de Occidente
“La gente se pelea por el azúcar”, contó una mujer que filmó un video en un supermercado de Moscú. Se espera que la inflación en Rusia llegue al 50% para fin de año, según los expertos.
La vida para los ciudadanos rusos se ha vuelto más costosa ante la oscilación del sistema financiero de Rusia después de las sanciones impuestas por Occidente. El rublo, moneda oficial de Moscú, se desplomó a niveles récord en relación al dólar y se comienza a notar el encarecimiento de algunos productos básicos.
“La gente se pelea por el azúcar”, relató una mujer que grabó un video en un supermercado de la capital rusa. Mientras que uno de los trabajadores del establecimiento comercial pidió que la gente mantuviera la calma y deje de pelear.
En otra grabación publicada en la plataforma de mensajería Telegram se puede escuchar griterío a la vez que el azúcar recién llegada ni siquiera es destinada a los estantes antes de que las personas la agarren.
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La inflación ha llegado a más de 14% en Rusia, y el economista Anders Aslund espera que alcance el 50% para fin de 2022.
“Al impactar las sanciones, todo el mundo quería dinero en rublos de sus cuentas bancarias lo más rápido posible y obtener moneda fuerte o comprar los productos antes de que aumentaran los precios”, explicó el especialista.
De acuerdo a las estadísticas gubernamentales en Rusia, ciertos productos han tenido grandes aumentos, comparados con el año pasado. El azúcar está un 37% más cara, los precios de los plátanos y tomates aumentaron un 50%, lo mismo sucedió con varios productos del hogar, aunque el alza sea, por ahora, baja.
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Algunos supermercados han aplicado el límite sobre la cantidad que los clientes pueden comprar de algunos productos como trigo, arroz, pañales y pollo.
También existe un riesgo muy real que algunos productos puedan ser más difíciles de obtener. Muchos minoristas han cerrado sus puertas a medida que las empresas occidentales salen de un país que libra una guerra ilegal desde el 24 de febrero pasado.
Las compañías navieras más grandes a nivel global ya no transportarán carga no esencial y las naciones occidentales también han prohibido la venta de ciertas piezas a Rusia.
“Probablemente alrededor de la mitad del comercio exterior de Rusia ha cesado y esto significa que las empresas no pueden obtener repuestos y la economía rusa está básicamente integrada con la economía mundial”, señaló el economista sueco.
“Mi suposición es que toda la industria automotriz se detendrá muy pronto porque esa es un área donde muchas de esas piezas son importadas”, agregó.