Estudiantes africanos e indios denuncian discriminación en las fronteras de Ucrania
Lamentable. Varios testimonios dan cuenta de las justificaciones institucionales anacrónicas que impiden que estudiantes extranjeros afrodescendientes huyan del conflicto en Ucrania.
Ni en tiempos de guerra el apoyo al otro se vuelve norma implícita. En Ucrania, país azotado por las tropas de Rusia, los civiles residentes han tenido que dejar sus vidas —antes cotidianas—, vínculos y lugares preciados para migrar hacia algún otro país. La ONU informó que, de momento, unos 368.000 refugiados han abandonado el país de Europa del este al quinto día de la arremetida militar.
Parte de la población son estudiantes de intercambio que cursaban Medicina o alguna especialidad de Ingeniería. Muchos de ellos tienen origen africano e indio y no han sido tratados con la misma prioridad que los oriundos de Ucrania.
Testimonios que recogió el medio británico BBC indican que se les negó la entrada a los trenes y se los retuvo en las fronteras del país y que, como se dijo, se permite que los nacionales pasen primero. Las autoridades locales, por su parte, han negado que haya discriminación; pero eso no coincide con las historias reportadas.
Dificultades para volver a su país natal
El medio referido entrevistó primero a Asya, una estudiante de Medicina Natural de Somalia, país de África oriental. Hasta antes de la arremetida castrense de las tropas rusas, estudiaba en Kiev, capital de Ucrania. Huyó con sus amigos pocos días después de la escalada a la capitalina y pasó tres días sin comer ni dormir hasta llegar al cruce fronterizo de Medyka (Polonia).
Allí, según cuenta para la BBC, no se le permitió el paso a ningún africano. Fue entonces que Asya vio pasar autobuses con mujeres y niños ucranianos. “Finalmente, logramos cruzar y nos dijeron que el alojamiento en el hotel era solo para ucranianos”, agregó.
Aunque la situación de retraso para la evacuación también ha sido reportada por los civiles locales de las zonas fronterizas, según las denuncias recogidas por el medio británico, la situación es particularmente grave para las personas negras.
La segunda consultada fue Jessica, una estudiante nigeriana. Ella asegura que tuvo que andar durante horas hasta la frontera con Polonia —cerca de donde estuvo a la espera Asya. Cuando llegó tuvo la intención de tomar un autobús, pero se percató del aviso de los guardias ucranianos, que le dijeron que la prioridad eran los civiles oriundos de Ucrania.
“Le(s) estaba suplicando. El funcionario me miró a los ojos y me dijo: ‘Solo ucranianos. Eso es todo’. Me dijeron que siendo negra debía caminar”, contó a la BBC. El medio quiso consultar a la fuerza fronteriza ucraniana, pero no recibió respuesta.
La tercera historia es de otra estudiante de Medicina. Ruqqaya, de Nigeria, quien cursaba en la universidad de Járkiv, en el este de Ucrania, cuando la ciudad fue atacada. Caminó durante 11 horas antes de llegar al mismo cruce al que arribó el primer personaje, Asya. En su paso, se percató de que “había gente negra durmiendo en la calle“, como cuenta para el medio británico. Allí, de nuevo lo mismo: la prolongada espera debido a la prioridad para los ucranianos.
Tras una larga espera, le cedieron el paso una madrugada y recién pudo tomar el autobús para dirigirse a Varosia para luego volar a su país natal.
Funcionarios de Nigeria y Sudáfrica reportan maltratos a los suyos
Ambos países enviaron autoridades a las zonas fronterizas para ayudar a los oriundos africanos a cruzar los límites territoriales. Clayson Monyela, un alto funcionario de la oficina de relaciones internacionales de Sudáfrica, escribió en Twitter que “los estudiantes sudafricanos y otros africanos fueron maltratados en la frontera entre Ucrania y Polonia”.
De eso da cuenta para la BBC Isaac, un chico nigeriano que llegó a la frontera con Polonia de Medyka durante la madrugada del pasado sábado. Tras descansar y esperar hasta la tarde del domingo, el personal fronterizo le dijo que no estaban “atendiendo a los africanos”.
“Nos han perseguido, nos han golpeado con policías armados con palos cuando intentábamos presionar y empujar hacia adelante. También hubo un enfrentamiento entre los soldados y los muchachos que están aquí esperando”, contó.
Complejidades para abordar un tren
El nigeriano Osemen intentó subirse a un tren en Leópolis, Ucrania, para que lo lleve a la frontera con Polonia. Le contó a la BBC que las autoridades le dijeron que solo se les permitiría abordar a los ucranianos.
Otra joven nigeriana quiso ser pasajera de un tranvía desde la ciudad de Dnipró, al este de Ucrania, pero tuvo que tramitar un pasaporte privado con un grupo de extranjeros.
Se reportó que hay, al menos, 15.000 estudiantes indios varados en Ucrania. En la zona de Járkiv, que se encuentra bajo fuertes bombardeos, se encuentran el 26,6% de ellos.