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Vacuna contra la COVID-19: ¿qué países de América Latina están aplicando la cuarta dosis?

Con el fin de evitar contagios masivos por la variante ómicron, varias naciones de la región optaron por la cuarta dosis, medida que ya fue aprobada en Perú para personas con cáncer y con trasplantes.

El empleo de una cuarta dosis de las vacunas contra la COVID-19 comenzó con Chile. Foto: AFP
El empleo de una cuarta dosis de las vacunas contra la COVID-19 comenzó con Chile. Foto: AFP

La aplicación de la cuarta dosis es una realidad en los despachos de los ministerios de Salud de varios países de Latinoamérica. La disposición busca impedir que la variante del ómicron del coronavirus se siga propagando en la región con contagios masivos.

El empleo de una cuarta dosis de las vacunas contra la COVID-19 comenzó con Chile, que se convirtió en el primer país latinoamericano y el segundo del mundo —después de Israel— que aplica la segunda dosis de refuerzo en el proceso de vacunación contra el virus.

Por otra parte, el Ministerio de Salud de Perú actualizó el protocolo de inmunización contra el coronavirus para pacientes con cáncer y trasplantes de médula ósea y estableció que ya pueden ser inoculados con la cuarta dosis, una vez hayan pasado cinco meses desde su tercera inyección.

De acuerdo al protocolo, la segunda dosis de refuerzo ya puede ser inoculada a personas con reciente diagnóstico de cáncer, en proceso de planificación de inicio de tratamiento oncológico o en tratamiento activo, que incluye terapia hormonal, o hasta seis meses luego de haber finalizado el tratamiento.

También la pueden recibir los pacientes trasplantados hasta los dos años posteriores de trasplantes de progenitores hemopoyéticos (TPH), conocidos genéricamente como trasplantes de médula ósea, o hasta finalizar la terapia de inmunosupresión.

En todos estos casos, se aplicará la vacuna contra la COVID-19 desarrollada por el laboratorio estadounidense Pfizer, la recomendada para pacientes oncológicos, siempre después de haber superado los cinco meses desde la tercera dosis.

Chile

Chile empezó en enero a vacunar de manera masiva con la cuarta dosis a los mayores de 55 años, en momentos en que la variante ómicron estuvo disparando las infecciones diarias hasta cifras nunca vistas en la emergencia sanitaria.

“Ómicron tiene una capacidad de contagio que ha sorprendido al mundo entero y que ha hecho colapsar los sistemas de salud de los países más desarrollados del mundo”, declaró el presidente chileno Sebastián Piñera, quien recibió la cuarta dosis en la región de Los Ríos.

Chile ha llevado a cabo una de las campañas de inoculación más exitosas a nivel global y es uno de los primeros países en apostar por la cuarta dosis, que Israel comenzó a aplicar de manera masiva el pasado 2 de enero.

Uruguay

La Comisión Asesora de Vacunas realizó una nueva recomendación al Ministerio de Salud Pública de Uruguay para que se refuercen las dosis de vacuna en sectores de la población. Se aplicarán cuartas dosis de vacunas Pfizer, laboratorio con el que el país hizo un acuerdo y se prevé la llegada de más de tres millones de dosis en 2022.

Los pacientes a los que se recomienda dar una dosis más son los inmunodeprimidos, los mayores de 70 años, los mayores de 50 con comorbilidades, personas con síndrome de Down o mayores de 50 años que residan en inmuebles de larga estadía o similar.

De acuerdo al ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, el refuerzo ya fue aprobado por el Ministerio, aunque aún no hay fecha de apertura para la agenda. “Primero planificación y logística, luego se procede”, contó al medio local La Diaria. Además, subrayó que son 1 120 000 las personas que en Uruguay integran estos grupos de riesgo.

República Dominicana

La República Dominicana aplicará una cuarta dosis de la vacuna contra el coronavirus, según informó en diciembre pasado el ministro de Salud Pública, Daniel Rivera, sin detallar la fecha en la que comenzará a administrarse.

La cuarta dosis se empezará a aplicar en mayores de 60 años y en el personal de salud con más de seis meses de haberse puesto el tercer suero, señaló Rivera, quien explicó que en esta ocasión se combinarán distintas vacunas, como la Sinovac y la Pfizer.

El funcionario será el primero que recibirá esta dosis de refuerzo, como forma de dar el ejemplo, según adelantó en una entrevista en el programa de radio El Sol de la Mañana.

La República Dominicana, con 11 000 000 de habitantes, ha inmunizado con dos dosis a 5,6 millones de personas, mientras que 1,4 millones se han puesto una tercera dosis, de acuerdo con los reportes oficiales.

Brasil

Las personas inmunodeprimidas podrán recibir una cuarta dosis de la vacuna en Brasil, cuatro meses después de la aplicación de la tercera, anunció en diciembre del año pasado el Ministerio de Salud.

La cartera recomendó en una nota “una dosis de refuerzo para todos los individuos inmunodeprimidos mayores de 18 años que ya hayan recibido tres dosis con anterioridad (...) a partir de los cuatro meses” de la última.

La medida concierne particularmente a personas con inmunodeficiencias graves, como portadores del VIH o pacientes con cáncer sometidos a quimioterapia.

Puerto Rico

Según la doctora Carmen Zorrilla infectóloga y catedrática del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico, en la isla se está aplicando la cuarta dosis de la vacuna a pacientes con inmunosupresión.

En diálogo con la Revista de Medicina y Salud Pública, la especialista expresó: “Se está aplicando esta dosis a pacientes con trasplantes, a personas que están utilizando medicamentos que son inmunosupresores”.

Asimismo, explicó que eventualmente se van a implementar dosis adicionales en lo que se desarrollen productos de vacunas, o de tratamiento que duren más tiempo.

En tanto, el doctor Víctor Ramos, presidente del Colegio de Médicos de Puerto Rico también están recibiendo la cuarta dosis los profesionales sanitarios que estén inmunocomprometidos (que las defensas inmunitarias naturales de una persona contra las infecciones están debilitadas).

Situación de la cuarta dosis en Perú

El Gobierno peruano evalúa la posibilidad de inyectar esta segunda dosis de refuerzo a la población general, como ya están haciendo otros países como Israel y Chile.

Según comunicó el domingo el director general de Intervención Estratégica en Salud Pública del Ministerio de Salud, Alexis Holguín, el Ejecutivo lo “está estudiando”, a la espera de obtener más información y evidencia científica.

“Necesitamos mayor evidencia científica para saber en qué momento colocarla y en quiénes colocarla. Porque no es lo mismo colocarla después de tres meses o seis meses o de repente un poco más. El segundo punto importante es en quiénes, a todos o alguna población especial. Esto es lo que se está trabajando y buscando mayor información”, contó Holguín a la emisora RPP.

Hasta el momento, la campaña de inoculación a nivel nacional ha permitido aplicar más de 60,8 millones de dosis y alcanzar al 72,6% de la población objetivo con las dos dosis requeridas, lo que supone más de 23,8 millones de personas, de las cuales 9,7 millones ya cuentan con la tercera dosis de refuerzo, el 29,7% de la población objetivo.

¿Qué impacto tiene la cuarta dosis?

La cuarta dosis no parece ofrecer una protección significativa contra el contagio con ómicron, según un estudio preliminar realizado en Israel, la primera nación que autoriza un segundo refuerzo para su población general. Los investigadores anunciaron los resultados el 17 de enero, unas tres semanas después de que las cuartas dosis estuvieran ampliamente disponibles en todo el país, informó DW Español.

Estos resultados parecen confirmar las dudas expresadas anteriormente por el principal regulador de medicamentos de la Unión Europea (UE). Marco Cavaleri, jefe de estrategia de vacunas de la Agencia Europea de Medicamentos, indicó en una reunión informativa que no hay datos que respalden la eficacia de un cuarto refuerzo.

A fines de diciembre de 2021, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, sostuvo que las políticas de refuerzo generalizadas tienen más probabilidades de prolongar la pandemia que de acabar con ella.

Además de citar la falta de datos sobre la eficacia de las múltiples dosis de refuerzo, Cavaleri manifestó que el refuerzo frecuente podría tener un impacto negativo en la respuesta inmunitaria al coronavirus, provocando “fatiga en la población” que ha recibido múltiples inyecciones.

Con información de EFE y AFP.