Inglaterra: condenan a hombre que esclavizó a un indigente y lo obligó a vivir sin agua ni baño
Vice Ward, el fiscal que investigó el caso, acusó a McCann de “explotación entre el 1 y el 30 de noviembre de 2017, a cambio de obtener mano de obra barata”.
James McCann, un vecino de Blyth, Inglaterra, fue juzgado recientemente por “esclavitud moderna” contra un hombre húngaro, a quien mantuvo en condiciones deplorables de servidumbre en su casa. El extranjero de avanzada edad habría muerto hace poco por causas desconocidas.
El 30 de noviembre de 2017, la Policía rescató a Andras Varga en un estado lamentable, “desaliñado”, con “varias capas de ropa” para protegerse del frío y con un aspecto que “parecía borracho”, según el informe que brindaron las autoridades y que sirvió como prueba durante el juicio que se celebró hace semanas.
Varga había llegado a Reino Unido en 2007, proveniente de Hungría, en busca de nuevas oportunidades. Sin embargo, su situación económica lo obligó a vivir en la calle, donde conoció a un hombre llamado Mike, quien lo habría ayudado con trabajos esporádicos por los que le pagaba entre 30 y 40 libras esterlinas por día.
Con el correr del tiempo, McCann, quien dijo ser amigo de Mike, prometió ayudarlo y darle un techo donde vivir mientras se establecía. Al llegar a la ciudad de Blyth, Varga fue instalado en una tienda de campaña junto a la caravana de MacCann en la playa.
Después de un tiempo, el hombre fue obligado a vivir en un cobertizo de chapa que había improvisado la familia para él en el patio trasero de la casa principal, pese a las bajas temperaturas que golpeaban en esa zona.
El cobertizo de metal donde Andras Varga se vio obligado a vivir mientras trabajaba para McCann. Foto: Dayli Mail
Según Daily Mail, en el informe del tribunal se indica que el cobertizo no contaba con un baño donde asearse y que tenía prohibido ingresar a la casa principal para hacer sus necesidades o refugiarse de las bajas temperaturas. Varga tenía que ir hasta el mar o un supermercado de la zona para poder lavarse.
Finalmente, Varga fue descubierto por un policía de la zona, quien se percató de la vivienda precaria que tenía la familia en la parte trasera y decidió preguntar al respecto. En el lugar se encontró con una persona cuyo aspecto era preocupante, por lo que dio la alerta.
Los otros oficiales confirmaron que el hombre no tenía inodoro, agua potable, calefacción ni ningún servicio indispensable, excepto un cable de energía eléctrica para alumbrarse en la noche.
Varga contó a la Policía que MacCann le pagaba entre 10 y 20 libras esterlinas por día para hacer todas las tareas de la casa.
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Justicia
Vice Ward, el fiscal que investigó el caso, acusó a McCann de “explotación entre el 1 y el 30 de noviembre de 2017, a cambio de obtener mano de obra barata”. El letrado explicó que Varga lo hacía por temor a vivir nuevamente en la calle. “Pudo haber contraído hipotermia y no haber sobrevivido si no lo hubieran encontrado”, sostuvo.
Ante la acusación, McCann se defendió diciendo que “había tratado bien al empleado y que lo había alimentado en todo momento”.
Finalmente, el Tribunal de la Corona de Newcastle, lo juzgó por “esclavitud moderna” y deberá pasar dos años y nueve meses en prisión. De acuerdo con las autoridades, Varga hablaba muy poco inglés, lo que pudo haber sido un agravante de la situación de explotación.
Tras el juicio se supo que Varga regresó a su país, donde murió de una enfermedad desconocida, pero que no habría estado ligada a la tortura que vivió en Inglaterra, informa La Nación.