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Volcán submarino de Tonga: una explosión que desconcierta a los científicos

Enigma. La reciente erupción del volcán de Tonga ha sido la más poderosa de los últimos 30 años, y aun así el alcance de sus efectos tiene intrigados a los científicos. Muchos de ellos han comenzado exhaustivas investigaciones para entender lo ocurrido.

Una captura del satélite Himawari-8 de Japón y publicada por el Instituto Nacional de Información y Comunicaciones muestra la erupción volcánica que provocó un tsunami en Tonga. Foto: Instituto Nacional de Información (Japón) / AFP
Una captura del satélite Himawari-8 de Japón y publicada por el Instituto Nacional de Información y Comunicaciones muestra la erupción volcánica que provocó un tsunami en Tonga. Foto: Instituto Nacional de Información (Japón) / AFP

Ha pasado más de una semana desde la violenta erupción del volcán submarino de Tonga y el consecuente tsunami, pero los daños que han causado estas olas aún siguen calculándose. Y no solo hablamos de las viviendas destruidas en el archipiélago oceánico, sino también del masivo derrame de petróleo en el litoral peruano, ubicado a 10.500 kilómetros de distancia.

Si bien se ha confirmado que lo sucedido con el Hunga Tonga-Hunga-Haʻapai (nombre oficial del volcán) es la mayor erupción volcánica de las últimas tres décadas, sus efectos en el mar y en la atmósfera han dejado boquiabiertos a los científicos.

La onda expansiva submarina creada por la explosión y el derrumbe del cráter del volcán fueron suficientes para explicar el tsunami en las islas de Tonga, pero luego dicha energía debía disminuir con la distancia, explicó al New York Times Gerard Fryer, investigador asociado en la Universidad de Hawái, en Manoa.

En vez de eso, las olas anómalas llegaron a las costas de América e incluso se registraron variaciones del nivel del mar en el Atlántico y en el Mar Mediterráneo.

¿Qué ha sucedido?

Aunque la gran nube de escombros y gases volcánicos registrada desde el espacio fue algo colosal, resultó ser solo un ápice de la verdadera magnitud de la explosión: enormes cantidades de aire fueron empujadas hasta casi cien kilómetros de altura, mucho más allá de la estratósfera. Esto produjo una onda de choque que viajó por todo el mundo a una velocidad que bordeaba los 1.000 kilómetros por hora, precisó Corwin Wright, físico atmosférico de la Universidad de Bath, Inglaterra.

Marco Rivera, investigador del Instituto Geofísico del Perú (IGP), considera que este fenómeno contribuyó al titánico viaje de las olas elevadas. ”Esa onda de choque ha generado que se formen olas que viajan en diferentes direcciones a gran distancia, que en el caso de Oceanía generó tsunamis de hasta cuatro metros, y en zonas lejanas como las costas de América, oleajes anómalos de 40 cm sobre la media como máximo”, indicó.

El experto peruano destaca que hay otros volcanes en el entorno de Tonga que podrían generar erupciones de similar o mayor magnitud a la ocurrida el pasado 15 de enero.

El dato

La erupción del volcán de Tonga alcanzó la magnitud 5 en una escala del 1 al 8. En 1815, la erupción del Tambora (Indonesia) alcanzó la magnitud 7.

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