Colombia: 10 disidentes de las FARC mueren tras ataque militar
La operación tuvo lugar en una zona rural del municipio de Morichal, donde se refugian guerrilleros que no dejaron las armas tras el acuerdo de paz del 2016.
Un total de 10 rebeldes que no se acogieron al acuerdo de paz con la exguerrilla de las FARC y que conformaban una de las mayores fracciones disidentes del país murieron en una operación militar en el sureste de Colombia.
En un bombardeo realizado en la madrugada del lunes, militares lograron golpear a un grupo comandado por alias ‘Mono Ferney’, mano derecha de Iván Mordisco, a quien las autoridades identifican como uno de los mayores jefes disidentes.
“Se ha dado un golpe contundente contra un cabecilla, el segundo de esas disidencias de las FARC del criminal alias ‘Iván Mordisco’”, dijo el ministro de Defensa, Diego Molano, en una rueda de prensa rodeado por la cúpula militar.
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La operación —en la que participaron el Ejército, la Fuerza Aérea, la armada y la Policía— se realizó en una zona rural del municipio de Morichal, en el departamento de Guainía. Allí se refugian guerrilleros que no dejaron las armas después del acuerdo de paz del 2016. Ellos operan entre la selva amazónica, en límites con Venezuela y Brasil.
"En este momento, tenemos parcialmente la muerte en desarrollo de operaciones militares de 10 bandidos de esta organización y hay una incautación importante material de guerra y intendencia", señaló Luis Fernando Navarro, comandante del ejército colombiano. Foto: AFP
En esa conflictiva región, los disidentes buscan “ampliar las operaciones criminales” y “coordinar las actividades de narcotráfico para sacar” cocaína a través de pistas clandestinas en esos países vecinos, agregó Molano.
Aunque ‘Mono Ferney’ estaba en el lugar, aún se realizan estudios forenses para determinar si forma parte de los muertos.
Reestructurar las FARC
Las autoridades señalaron a ‘Iván Mordisco’ de estar aliado con Gentil Duarte, el principal comandante disidente, para llevar a cabo un plan llamado Refundación FARC-EP, que busca la reestructuración de los antiguos frentes de la guerrilla.
Ese excombatiente fue uno de los primeros que se marginó del acuerdo y formó en armas a los rebeldes.
Sin un mando unificado, las diferentes disidencias suman unos 2.500 miembros y operan en la ilegalidad con el financiamiento del narcotráfico, la minería ilegal y la extorsión.
Molano estimó que ambos cabecillas buscan ampliar sus filas a 8.000 integrantes y están reclutando forzosamente a indígenas que viven en Guainía y otros departamentos aledaños.
Según el ejército, los guerrilleros abatidos pertenecían a una fracción dirigida por alias Mono Ferney, hombre de confianza de uno de los mayores cabecillas de las disidencias de las FARC. Foto: AFP
Aunque el grueso de las FARC se desmovilizó —unos 7.000 hombres y mujeres—, los disidentes mantienen activa la violencia en varias regiones.
El Gobierno colombiano ha acusado reiteradamente a estos grupos de ser los responsables de constantes ataques contra la fuerza pública, además del asesinato de líderes comunitarios y exguerrilleros de las FARC que sí dejaron las armas.
“A través de sus negocios de narcotráfico y de sus crímenes buscan afectar la integridad de nuestros soldados y policías”, añadió Molano.
Según Bogotá, sus comandantes reciben protección y refugio del Gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela y desde allí planean atentados. Caracas niega las acusaciones.