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Chile investiga si desborde de casos de COVID-19 se debe a una nueva variante

Consultado por la prensa si existiría una ‘variante chilena’, el ministro de Salud, Enrique Paris, señaló que su cartera secuencia 500 muestras semanales para cotejar a qué se debe el alza de contagios.

Durante los meses más críticos de la primera ola, entre junio y julio de 2020, los nuevos casos no llegaron a sobrepasar los 7.000. Foto: EFE
Durante los meses más críticos de la primera ola, entre junio y julio de 2020, los nuevos casos no llegaron a sobrepasar los 7.000. Foto: EFE

Mientras que este sábado 3 de abril Chile sobrepasó, por segundo día consecutivo, la barrera de los 8.000 nuevos casos de coronavirus, el ministro de Salud, Enrique Paris, anunció que su equipo investiga si este desborde se debe a una nueva variante surgida en el país sureño.

Durante su conferencia, una periodista consultó si se puede hablar de una “variante chilena”, a lo que Paris replicó que el Instituto de Salud Pública “realiza permanentemente la secuenciación de muestras para pesquisar cualquier cepa o variante que determine aumentos en la cantidad de casos”.

“Nosotros estábamos haciendo 176 secuenciaciones a la semana. Para la próxima, gracias a la colaboración del Ministerio de Ciencias y varios laboratorios universitarios que se han adherido a esta búsqueda, vamos a secuenciar 500 muestras semanales para pesquisar cualquier cepa nueva o extraña que pueda explicar el aumento de casos”, precisó el alto funcionario.

En las últimas 24 horas se registraron 8.028 nuevos casos y 103 muertes, lo que eleva el balance total desde el inicio de la pandemia a más de un millón de infectados y 23.524 decesos, a los que habría que añadir más de 8.000 que aún no están confirmados.

“No hay descontrol, hay un aumento de los casos que incluso lo habíamos previsto”, precisó Paris que citó un informe para hablar del alza de contagios durante el proceso de vacunación, un caso de estudio que, según dijo, ocurrió también en Estados Unidos, Bélgica e Irlanda.

Durante los meses más críticos de la primera ola, entre junio y julio de 2020, los nuevos casos no llegaron a sobrepasar los 7.000.

La tasa de positividad —el número de contagios de coronavirus detectados por cada 100 test PCR— fue en las últimas 24 horas del 11 % a nivel nacional y del 12 % en Santiago, mientras que el número de pacientes en etapa activa de la enfermedad, es decir, que pueden contagiar, se elevó hasta los 44.584.

La virulencia de la pandemia, en la que están jugando un papel fundamental las variantes brasileña y británica, llevó al Gobierno chileno a anunciar el jueves el cierre de fronteras durante un mes.

También se decretó el adelanto del toque de queda a las 21.00 horas, la restricción de actividades económicas que son de primera necesidad y la limitación de los permisos individuales que pueden pedir los ciudadanos para salir a la calle durante la cuarentena.

En la actualidad, más del 83 % de la población está en estricto confinamiento domiciliario, aunque durante los días festivos de Semana Santa la cuarentena afectará al 97 % de los 19 millones de habitantes de Chile.

El agravamiento de la pandemia, que obligó a plantear el aplazamiento a mayo las elecciones del 11 de abril, transcurre en paralelo a un exitoso proceso de vacunación, gracias al cual más de 6,8 millones de personas han recibido al menos una dosis (3,7 millones las dos inyecciones) y ha colocado a Chile entre los tres países del mundo con mayor porcentaje de población inoculada.

“Tenemos la esperanza de que la vacuna comience a dar un resultado, y ya hay algunos indicios”, indicó Paris.

Con información de EFE.