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Frontera Perú-Brasil en emergencia por éxodo haitiano, COVID-19 y dengue

Acre, estado brasileño limítrofe con Perú, fue declarado en emergencia tras brote de dengue, inundaciones y crisis humanitaria de migrantes haitianos, algunos contagiados de COVID-19.

Si el estado de Acre sirvió hace una década como puerta de entrada a Brasil para los haitianos desplazados por el gran terremoto —que mató a unas 220.000 personas y produjo una diáspora sin precedentes—, ahora enfrenta el mismo dilema, pero en ruta opuesta: cientos de migrantes acuden en masa en un intento de ingresar a Perú.

De acuerdo a O Globo, el Departamento de Justicia y Seguridad de Acre estima que al menos 600 personas se encuentran en el municipio Assis Brasil, perteneciente a este estado, porque el país vecino no les permite cruzar la frontera, cerrada en marzo del año pasado como medida para contener la pandemia.

Desde el miércoles 17 de febrero, Assis Brasil decretó calamidad pública, a la espera de recibir ayuda para hacer frente a la situación, una medida que también tomó el gobernador de Acre, Gladson Cameli. Este diario intentó comunicarse con Cameli, pero no tuvo respuesta.

Tres días después de que los uniformados peruanos impidieran a haitianos cruzar el Puente de la Integración de Acre, la frontera está sumida en una vorágine que mantienen en la encrucijada al ámbito peruano y la administración del gobernante Jair Bolsonaro.

Los migrantes, entre ellos mujeres y niños, aseguran que solo necesitan permiso de tránsito en Perú, pues su destino es Ecuador, Estados Unidos o sus respectivos países.

Acre no solo lidia con la crisis humanitaria de los haitianos, sino también con un brote de dengue, el desborde de la COVID-19 —La República conoció que algunos migrantes dieron positivo a la enfermedad— y las inundaciones producto del temporal lluvioso.

Imágenes aéreas de los últimos días muestran decenas de bloques anegados en Cruzeiro do Sul y Tarauacá. En Rio Branco, el río Acre, que atraviesa la ciudad, sigue aumentando. Según Folha de S.Paulo, el afluente ya superó la cuota de desbordamiento en 1,7 metros, y desplazó al menos a 41 personas.

“Tenemos cuatro situaciones muy diferentes, que al final solo traen un daño, el agravamiento de la situación del coronavirus”, dijo al diario brasileño el fiscal general del Estado de Acre, João Paulo Setti Aguiar.

El desafío ahora, según Aguiar, es crear una estrategia de acogida con distanciamiento social para los migrantes y los desplazados por la lluvia, “una necesidad sin precedentes”.

En los hospitales, cuyas camas UCI están copadas, los equipos médicos enfrentan el desafío de tratar a los pacientes que contrajeron dengue y COVID-19 simultáneamente. Con una población estimada de casi 900.000 personas, Acre registró 932 muertes por el virus y 53.590 personas infectadas hasta la jornada del martes. Este año, las muertes por el nuevo coronavirus suman 121 personas.

En cuanto al dengue en el estado, en 2021, hay 8.626 casos sospechosos y 1.552 confirmados. El problema se concentra en Rio Branco, con un incremento del 573,9% en relación al mismo período del año pasado, de acuerdo a Folha de S.Paulo.

Solución a crisis migratoria

El alcalde de Assis Brasil, Jerry Correia, ha mencionado a la revista Veja que la Cancillería peruana y el Gobierno de Bolsonaro ya discuten soluciones a la crisis migratoria. En un comunicado, la embajada peruana en Brasil detalló que se puso en contacto con las autoridades brasileñas para llegar a un acuerdo con los migrantes, de manera que desalojen el puente y regresen a los albergues en Assis Brasil.

Incluso el ministro brasileño de Relaciones Exteriores, Ernesto Araújo, ha participado en una reunión informal, por videoconferencia, con las autoridades de la zona. A su turno, el gobernador regional de Madre de Dios, Luis Hidalgo, mencionó a La República que este viernes 19 por la tarde se reuniría con su homólogo Gladson Cameli.

Entre sus propuestas está trasladar a los migrantes haitianos en un vuelo humanitario que partiría desde Cobija (ciudad boliviana fronteriza con Brasil) hacia Haití, con escala en Colombia. “(Lo otro es) que ingresen progresivamente 50 personas por día a Puerto Maldonado y avancen en ómnibus hacia la frontera de Ecuador y Chile, como indican. Pero lo que no sabemos es si los van a recibir en la zona fronteriza”, declaró a este diario.