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Siete muertos y 177 infectados por coronavirus por una boda en Estados Unidos [VIDEO]

“No deberían haber organizado ese casamiento”, se quejaron en Estados Unidos. Ninguno de los fallecidos por coronavirus estuvo “físicamente” en la fiesta.

Un sinnúmero de casamientos se han realizado durante la pandemia del coronavirus. Foto: AFP
Un sinnúmero de casamientos se han realizado durante la pandemia del coronavirus. Foto: AFP

Debía quedar para el recuerdo como una celebración entrañable en pleno verano en el pintoresco pueblito de Millinocket, en Maine. Pero la fiesta de casamiento culminó con siete muertos y al menos 177 personas infectadas por coronavirus.

Una de las razones de esta fiesta que terminó en tragedia es que los invitados al matrimonio el 7 de agosto fueron 65, más que el máximo permitido de 50 personas. Primero asistieron a una ceremonia en una iglesia baptista, y luego a una recepción en el albergue Big Moose Inn, ambos cerca de Millinocket, un pueblo de 4.000 habitantes.

Diez días más tarde, 24 personas vinculadas al casamiento dieron positivo al COVID-19, y el Centro para el Control de las Enfermedades de Maine abrió una investigación.

El director del Centro, Nirav Shah, informó el 17 de setiembre en conferencia de prensa que a raíz del casamiento hubo al menos 177 personas infectadas. Siete murieron, aunque “ninguna estuvo físicamente presente en la fiesta”.

Los “detectives” que intentan hallar a todos quienes entraron en contacto con las personas infectadas vincularon el casamiento a varios focos del virus a través del estado de Maine, en la frontera con Canadá.

Un total de 39 casos y seis muertes ocurrieron en un hogar de ancianos a 160 km de Millinocket, más de 80 casos fueron identificados en una prisión a 370 km del lugar del casamiento —uno de los guardias asistió al matrimonio— y hay 10 probables casos en una iglesia baptista de la misma región.

Para Maine, que inicialmente tuvo reglas muy estrictas de confinamiento y distanciamiento social, pero luego las flexibilizó a raíz de su bajísima tasa de infección, lo sucedido fue un recordatorio de que no se puede bajar la guardia frente al virus.

“Cuando nos enteramos lo que sucedió, todo el mundo volvió a entrar en cuarentena (...). Todo cerró en el pueblo”, dijo a la AFP Cody McEwen, presidente del concejo municipal.

Algunos residentes del pueblo están furiosos con los organizadores del casamiento, comenzando por el albergue donde tuvo lugar, y cuya habilitación fue suspendida temporariamente.

“No deberían haber organizado ese casamiento. Deberían haberse limitado a 50 personas”, deploró Nina Obrikis, miembro de la iglesia baptista local. “Ahora no podemos ir a ningún sitio, no podemos hacer nada”.

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