Juan Guaidó: “No podemos tener un dilema entre morir de hambre o morir por COVID-19”
"Me pueden detener en cualquier momento", admitió el presidente encargado de Venezuela en su primera entrevista con La República, tras las recientes declaraciones de Nicolás Maduro de que no dudaría en autorizar su arresto.
Por José Alván y Adolfo Cuicas
Venezuela atraviesa una dura crisis política que se intensificó en las últimas semanas desde que el chavismo anunció elecciones legislativas, consideradas ilegítimas por la oposición y la comunidad internacional.
En entrevista con La República el presidente encargado Juan Guaidó, principal opositor al régimen de Nicolás Maduro, planteó su estrategia y respondió a las recientes declaraciones del líder chavista.
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¿Participarán en las próximas elecciones legislativas?
Lo que hay en Venezuela es una farsa tramada por la dictadura que mantiene fuera a la competencia política. Si yo me quisiera inscribir como candidato no podría, como otros 36 parlamentarios que hoy están en el exilio o presos. No vamos a participar en ese fraude, pero vamos a luchar por abrir las condiciones mínimas que permitan la transición.
¿Cómo quedaría el estatus de la presidencia encargada?
Acá hay dos elementos constitucionales. Primero, como presidente encargado según el artículo 233 de nuestra Constitución mi función es lograr una elección presidencial libre, para luego entregar el cargo a quien fuere presidente electo; esa es nuestra función constitucional. Luego, al no haber elección legítima electa, la pregunta es qué pasa con el mandato del Parlamento, qué pasa con el único Poder hoy reconocido por el mundo. Hay jurisprudencia en Venezuela, anteriormente por no haber podido realizar elecciones, donde se continúa el mandato; esa es una de las interpretaciones a la Constitución. Nuestra Constitución hoy tiene ese vacío, no dice exactamente qué hacer, pero según jurisprudencia e interpretaciones, esa es una de las opciones que tenemos hoy en Venezuela. Eso es dentro de seis meses, nuestro reto es lograr una transición antes, nuestro reto es poder generar las condiciones, que las hemos ido construyendo.
¿Al concretarse el control del chavismo sobre el Legislativo, apuntan a la mayor presión de la comunidad internacional, incluso militarmente?
Eso no sería suficiente. Tenemos que combinar tanto la presión internacional como la presión interna; somos mayoría en Venezuela los que queremos cambio. Podemos hablar todavía y a mí no me ha secuestrado la dictadura porque tenemos una gran mayoría de respaldo. Tenemos que combinar todos los factores para lograr la transición. La presión internacional es fundamental, la presión de la comunidad internacional es central; agradezco a Perú, agradezco a Lima, agradezco hoy al Gobierno de Perú por el respaldo determinado que han tenido desde siempre, desde el principio al proceso que hemos construido en Venezuela.
Juan Guaidó resaltó que hay ejemplos en otros países de protestas, a pesar del coronavirus. Foto: EFE
¿Cree que no ha sido suficientemente fuerte la presión internacional?
Digamos que no hemos logrado la transición, entonces hay que evaluar también a futuro. Al momento no ha sido suficiente.
Maduro dijo que no le “temblaría el pulso” si lo detienen. ¿No le da temor?
Hay que creerle. Hay más de 400 presos políticos y 76 asesinados por tortura en calabozos de la dictadura, reconocido así además no solo por Human Rights Watch, sino en el informe de Naciones Unidas de la alta comisionada Michelle Bachelet. Es decir, sí es una dictadura brutal, pero también es una dictadura estúpida. ¿A quién se le ocurre, por ejemplo, haber destruido la industria petrolera que era su caja chica y servía al país? Creen que pueden detener el futuro. A mí me pueden detener en cualquier momento, me pueden secuestrar; ya lo han hecho además, lo hicieron hace un año durante algunas horas. Eso no ha terminado de materializarse por el respaldo internacional, por el respaldo popular. Ese es uno de los riesgos que tenemos, no lo asumo de ninguna manera como temor, sino como un riesgo que entendemos, que sopesamos, sobre todo en el marco de mi responsabilidad como el presidente encargado de Venezuela, un país en dictadura, un país en emergencia sanitaria compleja, que se parece hoy más a una guerra o posguerra que a una dictadura.
¿Y cómo enfrentar a esa dictadura en plena pandemia?
Acá hay que dar ambas batallas. Ya estamos trabajando intensamente en la convocatoria de algunas consultas y enmiendas probablemente, respetando el distanciamiento social, los mecanismos de bioseguridad, pero no podemos tener un dilema entre morir de hambre o morir por COVID-19. Tenemos que enfrentar en simultáneo ambos males; ambos virus por cierto, el virus de la dictadura, del fascismo es tan letal como el COVID. En los próximos días vamos a tener convocatoria. Y atención: en Estados Unidos se protestó con COVID, se está protestando también en Bielorrusia y en Beirut. De nuevo, el gran reto adicional es que no tenemos un sistema de salud robusto que pueda soportar a los contagiados en Venezuela.
¿Cuáles son las verdaderas cifras de coronavirus o un aproximado más real en Venezuela?
Es muy difícil tener cifras exactas por dos cosas: la capacidad de pruebas hoy en Venezuela, apenas dos laboratorios a nivel nacional, en muchos de los estados llegan los resultados de las pruebas cuando ya el paciente murió y dan positivo producto del COVID. Y lo segundo es por la persecución y el mecanismo que utiliza la dictadura para atender la pandemia, lo tienen como un tema policial y no como un tema científico, médico y profundamente social, sobretodo por la cuarentena, por lo que deberíamos estar atendiendo, la necesidad de los trabajadores no dependientes que no tienen un sueldo, sino que tienen que ganarse la vida en el día a día. Eso no lo está haciendo la dictadura. La cifra de muertos puede ser hasta el doble de lo que dice la dictadura (337 según el reporte de este lunes 24 de agosto), la cifra exacta no la tengo porque acabamos de emitir el boletín y los números mientras estamos conversando.
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Puede ser hasta el doble de lo que realmente dice la dictadura únicamente a nivel de muertos. Hay muchos no contabilizados, en Venezuela hay miedo, hay pánico de decir que tienes síntomas, porque te hacinan en hoteles que han tomado para eso o peor aún te llevan a un hospital que no tiene cómo tratarte en este momento. Hay testimonios de pacientes escapándose de los hospitales como si fuera una película de terror. Hoy, y debo decirlo con responsabilidad, la emergencia humanitaria compleja por la cual atravesamos producto de las malas políticas de la dictadura, pudiéramos estar al borde de una catástrofe humanitaria si no atendemos esto de manera urgente.
¿Tienen pensado dar alguna ayuda a los migrantes que se devuelven por la pandemia, así como hicieron con los médicos?
Estamos evaluando cómo ampliar el sistema, cómo poder facilitarlo de manera transparente, de manera efectiva. Esto fue un gran reto, tuvimos que primero censar a todos los que quisieran recibir el beneficio, la dictadura incluso trató de perseguirlos, a ese nivel de maldad llegó la dictadura.
A nivel internacional debemos agradecer a los países vecinos, a los países hermanos por las distintas acciones que han tomado, en el caso de Perú, Ecuador, Colombia. Proteger a sectores vulnerables es importante.
¿Teme que Venezuela ya no sea prioridad en la política exterior de los Estados Unidos si ganan los demócratas?
Eso va a depender principalmente de los venezolanos, de la capacidad de movilización interna, de poder ejercer la mayoría, de visibilizar nuestra causa, nuestras banderas de lucha; la posibilidad que tenemos de una transición, esa es la principal variable. La lucha que llevamos los venezolanos, insisto, la hemos construido durante años. El respaldo de América Latina es sólido, América Latina sabe las implicaciones de un dictador como Maduro que siga ejerciendo de manera irregular, que siga usurpando funciones que le corresponde elegir al pueblo venezolano. Eso es lo primero, lo segundo es que Maduro tiene problemas más severos que solamente la Casa Blanca, Maduro tiene una recompensa de 15 millones de dólares por estar vinculado con el narcotráfico y el terrorismo. Sin embargo, nuestro respaldo en el caso de los Estados Unidos es bipartidista.
¿Estaría dispuesto a hablar con Joe Biden si triunfa en los comicios de noviembre sobre la causa venezolana?
La causa venezolana tiene respaldo bipartidista. Estados Unidos decidirá de manera soberana, autónoma el próximo noviembre y de nuevo, lo importante es ese reconocimiento que hay a la lucha del venezolano en todos los Estados Unidos.
¿Cree que el apoyo de Donald Trump fue suficiente en estos dos años?
Hemos utilizado las herramientas que tenemos al momento, dadas las circunstancias y la situación. Estamos procurando todos la mejor transición posible. Hemos innovado democráticamente la lucha contra la dictadura y eso tiene mucho que ver con lo que se hizo en conjunto con los aliados de Estados Unidos, el Grupo de Lima y otros presidentes de América Latina, incluyendo al presidente Martín Vizcarra.