Murió la abuela que luchó 26 años para que el asesino de su familia pague por su crimen
Su hija, yerno, dos nietos y otro niño murieron en la llamada ‘Masacre de Flores’, que desató conmoción en Argentina en 1994.
Norma Calzaretta fue la valiente mujer que a sus 91 años siguió luchando para que el asesino de su familia no quede en libertad. Ahora, su nieto Matías Bagnato, el único sobreviviente del siniestro, llora su partida. La “Masacre de Flores” ocurrido en 1994 conmocionó a toda Argentina.
“Gracias por ser mi sostén, por enseñarme a ser fuerte y a luchar… no puedo ni escribir. Ya te extraño tanto, descansa mi amor. Sé que estás feliz de estar con mami, papi, Fer y Ale. Espérame con ellos. Te amo, abuela”, escribió Bagnato.
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El día en que Norma perdió a toda su familia
Era 17 de febrero de 1994, Fructuoso Álvarez González prendió fuego la casa de la familia Bagnato y mató a los padres, sus dos hijos y un amigo de los pequeños. Los niños tenían 14, 9 y 11 años. Solo Matías, de 16, pudo ser rescatado por vecinos que lo hicieron saltar desde una ventana.
El móvil del crimen fue la venganza de Álvarez González por una deuda que la familia Bagnato no le pagaba debido a que no le debían el monto que él alegaba.
Fructuoso Álvarez González prendió fuego la casa de la familia Bagnato y mató a los padres, sus dos hijos y otro niño.
Unos meses antes del incendio, el asesino citó a Norma Calzaretta, dueña del edificio para discutir el monto de la deuda reclamada. Acompañado por su abogado, Álvarez intentó hacerle firmar a la abuela un monto superior a la real, pero ella se negó y él empezó a jalarle los cabellos y golpearle en la cara.
Tras meses de constantes agresiones, la familia Bagnato decidió denunciar a Álvarez González en la comisaría 45, en Argentina. Fue entonces cuando el hombre empezó con sus amenazas y lo cumplió: “Levanten la denuncia porque los quemó a todos”, contó el nieto de Norma a Infobae.
El asesino quemó vivos a toda una familia, guiado por su sed de venganza.
Han transcurrido 26 años desde que el terrible asesinato enlutó a la familia de Norma Calzaretta, y ahora su nieto la despide con un dolor en su corazón por no poder estar presente en su entierro debido a la cuarentena por el coronavirus.
“Ella siempre me remarcaba que habíamos quedado vivos para hacer justicia”, comentó Matías. Además, destacó la fortaleza de su abuela que siempre la caracterizaron a pesar de haber sufrido una irreparable pérdida.
“Cuando perdí a mis viejos y a mis hermanos nunca tuve miedo de quedarme solo porque siempre la tuve a ella al lado. Era tan fuerte como me mantenía, tenía un temple admirable”, agregó, y aseguró que “todo lo que soy es gracias a ella. Ella me salvó”, finalizó.
Las cinco víctimas del incendio: los padres y hermanos de Matías y un amigo.
El asesino de los Bagnato no se arrepiente de haber quemado vivas a cinco personas, y en cada oportunidad que encontró amenazó al único sobreviviente de su crimen y a su abuela. Reiteradamente pide salidas transitorias y, en cada ocasión, Matías se ve obligado a apelar. “¿Qué más hace falta, que me queme a mí y a mi abuela?”, preguntó en una ocasión.
Matías Bagnato (el único sobreviviente) y su querida abuela, que ahora descansa en paz.